Por qué es difícil justificar una posición larga en duración: habla Richard Woolnough

Richard Woolnough (M&G)
Funds People

El ciclo alcista de mercado del último ciclo ha llevado las rentabilidades (TIR) de los bonos a nuevos mínimos históricos, mientras que muchos bancos centrales han rebajado los tipos para tratar de estimular la inflación en las economías. La pregunta ahora es si esta tendencia bajista puede continuar para siempre. Richard Woolnough, gestor del M&G (Lux) Optimal Income, cree que no.

“En algún momento, las consecuencias de los tipos negativos serán demasiado grandes para que los inversores las acepten. Actualmente estamos en el umbral de cero, es decir, casi cero, aunque no necesariamente justo cero. La tendencia a lo largo de los últimos 30 años muestran cómo la caída de los tipos se paran en el umbral de cero. Por tanto, ¿por qué los tipos se detienen en el umbral de cero?

Fuente: Blog de Bond Vigilantes. M&G Investments.

La opción del efectivo

Según el reputado gestor de M&G Investments, las tires de los bonos difícilmente caerán muy por debajo de cero. "Si los inversores tienen que invertir en deuda con una rentabilidad negativa en yenes japoneses, por ejemplo, disponen de una alternativa. En su lugar, basta con tener yenes en efectivo y ya está. En lugar de cambiar 100 yenes y recibir menos yenes al vencimiento comprando un bono, podrían mantenerlos en efectivo y no incurrir en pérdidas”.

El efectivo tiene sus riesgos y costes potenciales en términos de seguridad y almacenamiento. Dichos costes determinan dónde queda el umbral de cero y por qué este no es exactamente cero. “Sería cero si no fuera por los costes de mantener efectivo en lugar de bonos. La presencia de esta alternativa de inversión libre de riesgo explica por qué los bancos centrales de todo el mundo no han adoptado una política de tipos muy negativos. La existencia del efectivo es la principal barrera para los tipos negativos”.

No hay rentabilidad

Si analizamos el perfil de riesgo y remuneración del umbral de cero, el primer problema que nos encontramos es que no hay rentabilidad. “Con las tires en mínimos históricos, los inversores apenas obtienen nada, mientras que algunos casos están pagando por el privilegio de prestar su dinero. En segundo lugar, las rentabilidades no pueden caer para siempre. El potencial alcista de la duración es limitado, debido a la existencia del umbral de cero. Una forma de analizarlo es con los bonos de cupón cero para mostrar el perfil de riesgo y remuneración al que se exponen los inversores cuando compran bonos en el mundo sin rentabilidad”.

Actualmente, aceptar comprar un bono federal alemán a 10 años con una TIR negativa, básicamente significa asumir una pérdida si se mantiene hasta el vencimiento. Una situación muy distinta, por supuesto, a un entorno de tipos de interés positivo, donde si se mantiene el bono hasta el vencimiento se termina con una rentabilidad positiva.

Fuente: Blog de Bond Vigilantes. M&G Investments.

Beneficio limitado

Por tanto, la ventaja de invertir en bonos con una rentabilidad baja o negativa es muy limitada y explica la perspectiva a corto plazo que Woolnough expresa en sus fondos. “Cuando se alcanza o se roza prácticamente el umbral negativo, resulta difícil invertir; el beneficio es limitado y las pérdidas pueden acumularse rápidamente, sobre todo si la deuda a largo plazo se mantiene hasta el vencimiento”.

Por tanto, aunque en principio es posible llegar a unos tipos de interés negativos, en la práctica no es tan habitual, y hay un límite. “La ventaja para los inversores es limitada, pero la desventaja podría ser bastante grande, por lo que llegado un momento los inversores no lo aceptarán. Por ello, bajo mi punto de vista, es difícil justificar una posición de duración larga. Como un instrumento de riesgo y remuneración, la duración del tipo de interés pierde casi todo su atractivo cuando nos acercamos al umbral de cero”, concluye el gestor.