¿Por qué es importante tener en cuenta la evolución de los flujos hacia ETF?

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Los ETF representan cada vez una proporción más grande en las carteras de los inversores institucionales, ya que son productos que permiten ajustar rápidamente la asignación de activos según cambian las condiciones de los mercados. Gracias a la sencillez de su uso y contratación, los flujos del mercado de ETF son un buen indicador de tendencia sobre las preferencias de los inversores en términos de asignación de activos. La reciente decisión sobre el Brexit puede ser un buen ejemplo de ello, proporcionando el análisis de los flujos de ETF una indicación sobre la tendencia de inversión posteriores al mismo. “Si tomamos dicha decisión como punto de salida, la temporada estival ha sido bastante agitada en los mercados. Mientras que estos habían subido durante los días previos a la votación, los flujos de ETF no indicaban ninguna anticipación precisa, sino más bien un modo de esperar y ver”, explica Laure Peyranne, responsable de Relación con Clientes de ETF en Amundi. “Por el contrario, una vez conocidos los resultados, se ha visto a los gestores tomar posiciones rápidamente en las zonas menos impactadas por una salida del Reino Unido de la UE”.

“Algunos han tomado posiciones en acciones emergentes, anticipando el hecho de que la decisión británica iba a forzar a los bancos centrales a mantener una política muy acomodaticia. Así, a partir del 24 de junio, hemos percibido grandes flujos de los ETF distribuidos en Europa hacia renta variable emergente, esencialmente en estrategias globales”. Otra forma de ver los flujos es bajo el prisma de las comunicaciones de los bancos centrales, especialmente en cuanto a compras de crédito, pues tienen un efecto visible sobre los flujos de ETF. “Desde que el BCE ha comenzado a adquirir títulos de deuda privada europea con grado de inversión, en la gestora hemos recibido numerosas preguntas de clientes que querían saber que proporción de estos títulos había en los índices de crédito que replican sus ETF. A medida que se producían las compras por el banco central, los inversores se volvían hacia estrategias de renta fija que continuaban ofreciendo rendimiento potencial”.

Generalmente, la evolución de los flujos aporta información sobre dónde hay un mayor interés inversor y suele estar correlacionado, aunque no siempre es así, por un mejor comportamiento relativo respecto a otros segmentos del mercado, afirma César Muro, especialista de Inversión en Gestión Pasiva de Deutsche AM. “Seguir los flujos es otra herramienta de análisis que nos da información sobre la posible evolución de determinados activos y se suele utilizar para tener pistas sobre divergencias en el comportamiento de un activo respecto a la capacidad de continuar atrayendo flujos”. En 2016 han tenido un claro ejemplo de cómo un activo como el oro, que estaba en tendencia bajista y con continuas salidas, ha tenido un punto de inflexión este año, en el que el alza del precio de la onza ha venido acompañado por continuos flujos hacia ETCs/ETFs sobre esta materia prima, que en la firma han canalizado a través del db Physical Gold ETC.

“Un inversor, dentro de las múltiples variables que utilizará para realizar su análisis tomará como imput si los flujos acompañan al precio/rentabilidad o si es una señal de recuperación débil y debería ser más precavido con la decisión de inversión”, señala el experto. Viendo el gráfico que acompaña a este artículo, se observa cómo se ha estado acumulando oro, que existe un soporte y que no se aprecian factores que hagan pensar en un cambio de tendencia, por lo que -según Muro- dentro de un análisis global para tomar una decisión de inversión, este dato es positivo hacia la materia prima. "En 2008 el precio cayó, pero no el número de onzas en estos vehículos, lo que te estaba dando una señal de divergencia en el flujo frente al precio, y que los inversores estaban acumulando en las caídas. Eso fue una señal de fortaleza del oro que finalmente se trasladó en subidas a principios de 2009”, señala.

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Lo cierto es que desde las propias entidades reconocen que sus clientes se sienten interesados por los flujos de los ETF. Y es que, a pesar de que en Europa el volumen que mueven los fondos cotizados respecto a los volúmenes de los subyacentes no es determinante (menos de un 10%), sí que puede ser un indicador de sentimiento de mercado. No obstante, tal y como recuerda Juan San Pío, responsable de Lyxor en Iberia y América Latina, las posiciones invertidas en ETF en las carteras de los grandes inversores institucionales forman parte de su posición estratégica en este tipo de activo mas que táctica. “La realidad es que los inversores usan los ETF para posicionarse en el medio largo plazo y mucho menos para el corto plazo o asignaciones muy tácticas. Por tanto, es importante tener en cuenta este detalle a la hora de utilizar y valorar la información de flujos en ETF”, subraya el experto.

Por tanto, su recomendación es complementar esta información con la información disponible de los flujos de fondos de inversión, algo que, de hacerse, daría todavía una visión más completa y sería un indicador aún más consistente. “Más que un indicador adelantado podría considerarse como una consecuencia del ambiente de mercado y un análisis de cómo los inversores están recomponiendo sus carteras. En términos generales, se puede observar como los ETF que más crecen son sobre los activos más demandados en cada momento, que al mismo tiempo corresponden con aquellos activos que presumiblemente y, en base a un escenario fundamental, tienen mas recorrido”, afirma San Pío.