¿Por qué Japón es la única región donde crecen las previsiones de beneficio?

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Foto cedida

A la vista del comportamiento de la bolsa nipona desde el arranque del año, la pregunta que está en la mente de todos los inversores es si finalmente la renta variable japonesa conseguirá recuperar el pulso alcista en un momento en el que la subida del impuesto al consumo (la primera desde 1997) ha disparado las preocupaciones en torno a este mercado. “2014 ha empezado para las acciones de Japón de manera más débil de lo que esperábamos. Pero hay que tener en cuenta que las entradas de inversión en 2013 fueron sobre todo de inversores extranjeros, muchos con enfoque macroeconómico” constata Adrian Hickey, director del equipo de acciones japonesas de Pictet AM.

Éste añade que la bolsa nipona también se ha visto afectada por la corrección de los mercados emergentes y por la expectativa de que el Banco de Japón (BoJ) tenga que recurrir a nuevos estímulos, algo por lo que “los inversores parecen decepcionados”, aunque el propio gestor reivindica el papel de la autoridad monetaria y sus posibles acciones en el futuro dentro del marco de su agresiva política cuantitativa. De hecho, la posibilidad de nuevas inyecciones de capital “es la principal razón por la que estamos positivos en acciones de Japón”, en palabras del experto.

Hickey desarrolla esta afirmación. Destaca que la clave para el inversor es el firme compromiso del BoJ con el objetivo de generar un 2% de inflación. “El compromiso es tal que ha doblado el tamaño de su balance en proporción al PIB desde 2012, hasta casi 60%, en comparación con el 25% y 20% del BCE y la Reserva Federal respectivamente. Más aún la inflación principal en Japón ya se encuentra en 1%”, destaca el experto. Este observa como otro factor positivo para la economía nipona la mejora del mercado laboral y las condiciones salariales: los sueldos se están incrementando por primera vez desde la década de los 90, y existen evidencias para el gestor de Pictet de que se materialicen nuevas subidas en los próximos años. Adicionalmente, detecta que personas con contrato a tiempo parcial están empezando a ser contratadas a tiempo completo. 

“Hay que tener en cuenta que 70% del empleo se encuentra en pequeñas compañías, cuyo índice de confianza, el Shoko Chukin Business Index, es una buena aproximación al estado de su economía doméstica. De manera que la nueva subida del IVA del 8 al 10% para 2015 puede ser solo marginalmente negativa para el consumo”, concluye Hickey. 

El gestor afirma tajantemente que “es un error pensar que no se ha hecho nada en reformas”, en referencia a la tercera flecha de las Abenomics. La gestora lleva tiempo reivindicando el efecto positivo de la incorporación de Japón al acuerdo comercial Trans-Pacific Partnership, cuyo efecto estimado sobre el PIB nipón puede ser un impacto del 0,7%. También son valoradas positivamente desde Pictet las propuestas para crear zonas económicas especiales en el país y fomentar la inversión foránea directa, así como una previsible desregulación del mercado laboral hacia un estilo más occidental, “que haga más fácil y barato despedir y contratar empleados a tiempo completo y aumentar la tasa de participación del empleo femenino, que en el10%, está por debajo de la media de países del G-7”, indica el gestor.

Entre la lista de intentos del gabinete de Shinzo Abe para estimular la economía japonesa también figura el aumento de salarios y el fomento de la inversión mediante una reforma en la fiscalidad para fomentar la repatriación de beneficios e inversión interna, así como cambios en el impuesto de sucesiones. “En cualquier caso la puesta en marcha de reformas siempre lleva tiempo”, constata el experto. 

Mejoras en el entorno empresarial

Hickey recuerda que el dólar llegó a intercambiarse por 140 yenes en los 80, lo que obligó a las empresas japonesas a incrementar su competitividad para luchar contra la fortaleza de la divisas, un proceso que se ha prolongado hasta la actualidad y que ahora se ve apoyado por la política expansiva del BoJ, lo que lleva al gestor a vaticinar que el tipo de cambio del yen se mantendrá bajo. “Aunque el Banco Central de Japón sólo actúa cuando es necesario y no tiene objetivo de tipo de cambio, no desea movimientos bruscos.  Desde luego si el tipo de cambio bajara de 90 probablemente actuaría”, advierte el director del equipo de acciones niponas de Pictet. 

El experto añade que, en términos generales, se tiende a subestimar la competitividad de las compañías japonesas, “que tienden a reducirse a Sharp, Sony y Panasonic” y reivindica la presencia en el país de “líderes mundiales que han mantenido presupuestos de I+D, con excelencia en ingeniería, productos químicos especializados y componentes electrónicos clave, maquinaria y eficiencia energética”. Pone algunos ejemplos, de los que los nombres más populares son: Toyota, Honda, Mitsubishi Electric, Daikin, Murata, Canon o Nikon.

“Ahora, la reducción de costes es tan natural como respirar para las empresas japonesas” continúa Hickey.  Éste indica que el flujo libre de caja respecto a precio de las acciones ya está al 5%, frente a las cifras negativas de los 90. También ha mejorado hasta el 30% la tasa de pago de dividendos sobre beneficios, un nivel similar al de las empresas de EEUU. Otro evento importante que ha ocurrido en los últimos tiempos es la concentración del sistema financiero: de 20 grandes bancos se ha pasado a tres. “Además, desde hace un par de años, la consolidación y uso del flujo de caja para invertir globalmente se ha extendido a pequeñas y medianas compañías japonesas”, constata el gestor, en referencia a compañías niponas que están adquiriendo empresas extranjeras. 

En este contexto, el representante de Pictet observa que las valoraciones en el Topix están en línea con otros mercados como el europeo, a 14/15 veces, “si bien el valor es especialmente destacado en pequeñas compañías, que siguen ignoradas”. Cabe recordar que el mercado nipón es uno de los mercados desarrollados más ineficentes, dado que el 57% de cotizadas del Topix es seguida por dos o menos analistas, frente al 2% del S&P 500. “En conjunto, con inflación y mejora doméstica es posible que los beneficios crezcan este año al 10%”, sentencia Hickey en base a todas estas observaciones. 

Otro de los pronósticos del director del equipo de renta variable japonesa es que el paso de deflación a inflación traiga consigo un aumento de la demanda de acciones domésticas entre planes de pensiones, aunque cree que este proceso puede llevar dos o tres años. “Hay que tener en cuenta que hasta 80% de inversores en acciones japonesas han sido internacionales. Incluso algún fondos de pensión japonés han llegado a tener cero exposición a acciones domésticas”, señala. Las Abenomics también tienen un papel en este campo, dado que se ha propuesto la creación de cuentas de inversión sin impuestos orientadas a dirigir dinero doméstico a activos de riesgo, acciones japonesas y fondos de inversión.

Hickey finaliza recordando que desde Pictet sobreponderan actualmente valores del sector tecnología y productores de materiales relacionados con la tecnología. “Japón es líder en producción de semiconductores y componentes y finanzas, que se beneficia del aumento del valor de los fondos inmobiliarios REIT”, señala. En cambio, encuentran poco atractivos por fundamentales o valoraciones los sectores de salud y servicios públicos. En cuanto al fondo Pictet Japanese Equities Opportunities, una de las principales estrategias implementadas actualmente es la sobreponderación en acciones industriales con sesgo a pequeñas capitalizadas como Glory, Sato Holdings y Hoshizaki Electric.