Según Gary Herbert, gestor y responsable global de Crédito de Brandywine (Legg Mason Global AM), la deuda latinoamericana presenta “un punto de entrada atractivo desde un punto de vista histórico”.
“Las oportunidades en crédito de los mercados emergentes finalmente se están volviendo más evidentes”, declara Gary Herbert, gestor y responsable global de Crédito de Brandywine (filial de Legg Mason Global AM). El gestor asevera que “los retornos de la renta variable se han colapsado en los últimos años, y la deuda/ebidtda parece haber repuntado, al reducirse los márgenes operativos y parar de crecer el apalancamiento”. Como resultado de este proceso, Herbert observa que ahora las empresas del mundo emergente se están centrando en reparar sus balances y estabilizar sus beneficios, “un entorno típicamente positivo para los inversores en deuda corporativa”.
El representante de Brandywine considera que “las condiciones actuales apuntan a oportunidades en deuda corporativa y soberana de países emergentes denominada en dólares”. Otros motivos para pensar que ha mejorado el entorno para la deuda en dólares ha sido la reciente estabilidad del precio del petróleo (en referencia a que los precios se han mantenido por encima de los 35 dólares). No obstante, matiza que la deuda denominada en divisa local “también ofrece perspectivas atractivas en los países en vías de desarrollo que son más convincentes debido a sus ajustes en las divisas”.
Herbert comenta que, después de monitorizar por algún tiempo la deuda corporativa del mundo emergente, en Brandywine han empezado recientemente a favorecer la selección de deuda cuasi soberana y corporativa de ciertos países latinoamericanos, aunque sin especificar cuáles: “La rentabilidad con grado de inversión de Latam, desde un punto de vista de valor relativo, actualmente es cerca del doble de la rentabilidad de la deuda estadounidense con grado de inversión”, justifica el experto. Por esta circunstancia, afirma que “es un punto de entrada atractivo desde un punto de vista histórico”.
Herbert añade que “el high yield latinoamericano también se compara favorablemente respecto al high yield estadounidense”. En líneas generales, el experto indica que los ratings de países emergentes en conjunto también han tocado fondo, “señalizando, en nuestra opinión, una potencial recuperación”. En concreto, se refiere a que las rebajas en la calificación crediticia tanto para la deuda soberana emergente como para la corporativa alcanzó su culmen entre finales de 2015 y principios de 2016, y desde entonces se ha reducido.