Los bancos centrales llevan años luchando por elevar la inflación hacia su objetivo. Con escaso éxito. Y aun así, una fuerte subida de precios tiende a estar entre las principales preocupaciones de las gestoras.
Los bancos centrales a nivel mundial llevan tanto tiempo luchando por reflotar la inflación de vuelta a su objetivo del 2% que incluso se han mostrado dispuestos a dejar que se dispare por encima con tal de compensar años de nulas subidas de precios. Y sin embargo, el temor a la vuelta de la inflación suele estar entre las principales preocupaciones de los inversores. ¿Por qué? La clave está en el ahorro (forzado) que se ha disparado durante la pandemia.
Estamos ante una recesión inusual, comenta Matthieu Grouès, director de inversiones de Lazard Frères Gestion, porque no ha sido provocada por un sobrecalentamiento en el sector privado. Al contrario. Esta vez, de hecho, estamos viendo ahorro neto positivo en el sector privado. En 2009, por ejemplo, el nivel de ahorro era muy bajo e incluso negativo, como se observa en el gráfico siguiente. Esto exacerbó la necesidad de que los gobiernos interviniesen.
Ahora estamos ante lo contrario, según Grouès; ante una burbuja del ahorro. “Estos niveles tienen sentido mientras estamos luchando contra la epidemia, pero en cuanto haya una solución, una vacuna, veremos que el gasto se disparará”, explica el experto. Y esto provocará una aceleración en el crecimiento y, muy probablemente, en la inflación.
Un segundo indicador es la masa monetaria que, al igual que el ahorro, ha visto un fuerte incremento este año. “Y sabemos que cada vez que esto pasa la inflación se dispara”, apunta Grouès.
Y es que esta crisis no es como las demás. Primero, porque hay que tomar conciencia de la verdadera magnitud de los estímulos monetarios y fiscales que se ha inyectado a la economía global, como insiste Grouès. Cuando los expertos usan la expresión sin precedentes es porque verdaderamente estamos ante un aumento del impulso fiscal nunca visto. Como apreciaremos en el gráfico siguiente, las ayudas, del entorno del crecimiento del 5% del PIB, eclipsan incluso las implementadas en la Gran Crisis Financiera. Y recordemos que estamos viendo el incremento y que, además, ya partíamos de un nivel alto.
