Por qué seguiremos viendo más operaciones corporativas entre las gestoras de fondos

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Anton Novoselov, Flickr, Creative Commons

Hace apenas una semana se daban a conocer dos grandes operaciones corporativas en la industria de fondos: la oferta de compra de Franklin Resources, matriz de Franklin Templeton, por Legg Mason y la adquisición de Merian GI por parte de Jupiter por 469 millones de euros, pendiente del visto bueno del regulador. Aunque cada una de esas operaciones se han producido en mercados distintos (EE.UU. y Reino Unido), lo cierto es que en los comunicados que tanto Franklin como Jupiter publicaron para dar a conocer las operaciones había una palabra clave presente en ambos: la diversificación, tanto de producto como de tipo de cliente y mercados.

En concreto, Jupiter destacó en su comunicado que la fusión permitiría que sus cinco mayores fondos supongan apenas un tercio de sus activos bajo gestión, además de añadir diferentes estilos al modo de invertir. Por su parte, Jenny Jonhson, CEO de Franklin, afirmaba que con la compra “ampliaremos nuestras soluciones de multiactivos, un área de crecimiento clave para la empresa en medio de la creciente demanda de los clientes de soluciones de inversión integrales y orientadas a resultados”.

Esa diversificación es uno de los puntos clave a los que se enfrentan las gestoras en los próximos años de baja rentabilidad y baja inflación. “Cuanto menos tamaño se tiene y menos diversificado está el negocio se es más vulnerable a lo que pueda pasar en el mercado y se tiene menos margen para reaccionar. Si eres grande puedes resistir mejor a lo que pasa en el mercado”, afirma Paloma Cabello, profesora de M&A del Master in International Finance del IEB.

No en vano, KPMG estima en un reciente informe sobre perspectivas de la industria en EE.UU. que la consolidación del sector se mantendrá durante los próximos años. “Esta consolidación ya ha contraído el número de gestoras en un 20% en los últimos cinco años. Esperamos que en 2025 al menos el 20% de las gestoras sean compradas o desaparezcan”, afirma Greg Peterson, responsable de operaciones en servicios financieros de la consultora.

Más varidad de producto

Esa diversificación también está detrás del interés que han mostrado algunas gestoras por incluir una pata de activos privados en su oferta de soluciones a inversores. “Hay mucha gente que ha llegado tarde a este mercado y que ahora quiere entrar en el, ya que no va a haber tantas opciones donde poner el dinero y conseguir rentabilidad”, señala Cabello. Solo en los últimos 12 meses hemos visto cómo Schroders completaba la compra de Secquaero, de la gestora de real state Blue AM o de la firma de impacto Blue Orchard. También cómo Edmond de Rothschild adquiría el 34% de ERAAM para reforzar su negocio de gestión cuantitativa o, más recientemente, cómo Neuberger Berman adquiría la boutique de real estate Almanac Realty Investors.

Y es que el área de activos privados y alternativos es, según explicaban Morgan Stanley y Oliver Wyman  en su informe título Searching for Growth in a Age of Disruption, una de las tres patas de crecimiento en las que se puede apoyar la industria de cara a los próximos años ya que, además, la demanda está creciendo por parte de los inversores institucionales. Tanto que, según un reciente estudio de Willis Towers Watson sobre los grandes planes de pensiones, la asignación de estos a activos alternativos ha crecido en 17 puntos en los últimos 10 años, al pasar del 6 al 24% del total de sus carteras.

Más mercados

Más allá de buscar una diversificación por productos o estrategias también se persigue una diversificación por mercados. “La mayoría de las empresas europeas han estado tratando de expandirse en Asia, mientras que muchos gestores de inversiones con sede en EE.UU. se han centrado en aumentar su presencia tanto en Europa como en Asia. Esta tendencia pone de relieve la importancia del crecimiento inorgánico en estos mercados maduros para impulsar la escala y ampliar las líneas de productos en nuevas clases de activos”, apuntan Sean Collins y Doug Danemiller, consultores de Deloitte en un artículo en el que analizan las tendencias de la industria.

Mejores precios

Y por último, luego está el tema del ahorro de costes que implica cualquier fusión. Tiene todo el sentido que haya una consolidación en el sector ya que en el mundo de la inversión el dinero tiende a ordenarse de manera natural. Es un movimiento que seguirá produciéndose en un contexto de tipos bajos, aumento de la regulación y aumento de costes, ya que el tamaño es importante. Es muy difícil mantener costes si no se cuenta con un buen tamaño”, afirma Cabello.

Las consultoras Casey Quirk and McLagen han intentado poner cifras a esos costes y han concluido, en un informe titulado 2019 Performance Intelligence, en el que han participado 70 grandes gestoras de todo el mundo, que que en los últimos años los costes no compensatorios (incluyendo los regulatorios, los servicios de back office, la tecnología y el espacio de oficina) han pasado de suponer el 26% al 30% de los costes de una gestora en apenas cuatro años.

Las vías de crecimiento para el sector en los próximos años

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