Por qué una gestora también tiene que ser una tecnológica: el caso de Candriam

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Renato Guerriero, director global de distribución de Candriam

Una gestora de fondos debe ser más que una gestora de fondos. La industria de la gestión de activos debe evolucionar como también lo han hecho otros sectores. “Al igual que cuando compras un coche o un móvil nuevo, esperas asesoramiento, consejos”, argumenta Renato Guerriero, director global de Distribución de Candriam. “Y tú como vendedor también quieres cerciorarte de que lo que estás vendiendo se entiende bien”. Y ante esta necesidad la tecnología está siendo el principal motor del cambio.

Ya van tres años que Candriam dedica una partida de su presupuesto específicamente a la innovación tecnológica. Una inversión que ha revolucionado toda la cadena de producción de la gestora, desde la gestión a la distribución. “Tenemos herramientas para convertir a nuestros ventas en asesores para nuestros clientes; verdaderamente ayudarles a explicar los productos”, explica Guerriero. 

Hace un año lanzaron CRIS, el Candriam Robo Investment Simulator, un simulador de inversiones dirigido a las redes de distribución -actores independientes, redes bancarias y compañías de seguros. “Lo lanzamos porque creemos que es necesario poder enseñar al cliente las perspectivas de su inversión”, explica. Y meses antes entraron en una alianza con IBM para automatizar su negocio, empezando con cinco procesos esenciales de cumplimiento normativo, middle office y gestión de datos. A nivel de inversiones, han integrado herramientas de inteligencia artificial y de programación como Python; mejoras que dan acceso a indicadores adelantados y ayudan a optimizar los procesos y la gestión de datos. “Tenemos que mantenernos a la vanguardia”, insiste Guerriero. 

En un mundo dominado por la tecnología, ¿qué cabida tienen entonces los fondos clásicos, los plain vanilla? “Vivimos en un mundo de QE, de volatilidad reprimida, que ha hecho difícil generar alpha. De ahí el auge de la inversión pasiva”, reconoce el experto. No es que vea el fin de la gestión activa, pero sí ve necesaria diferenciarse. “Si una gestora sigue ofreciendo un fondo plain vanilla, sin convicción, sin enfoque específico, probablemente no tenga futuro. Pero si ofreces algo distinto, capaz de aportar valor, creo que aun hay partido. La verdadera convicción añade valor. Ese es el campo donde queremos jugar”, sentencia.

ESG y alternativos

Una de las áreas donde la gestora quiere añadir valor es en la inversión sostenible. Nos aproximamos al punto en el que la ESG es una cualidad básica e imprescindible en una gestora. El experto nota que los clientes ya demandan saber qué se hace con su dinero. Y la regulación está empujando en esa dirección. “La clave será las gestoras que lo utilicen como un must have y las que le vean como una oportunidad para dar un mejor rendimiento. Nosotros creemos que podemos hacer una diferencia más allá de tachar los puntos de una lista”, afirma. 

Otro de los nichos donde Candriam centrará sus esfuerzos es en el espacio de alternativos y activos ilíquidos. En opinión de Guerriero, es una oportunidad tanto para gestoras como para inversores. “Aquí aún hay oportunidad de crear alpha, pero también de que los activos crezcan”, afirma.