Powell advierte en Jackson Hole: la lucha contra la inflación está aún lejos de terminar

Foto cedida.

Un mensaje hawkish para devolver a los mercados a la realidad. Durante las últimas semanas los inversores han coqueteado con la esperanza de que lo peor de la inflación en Estados Unidos ha quedado atrás. Y con ello, también la política monetaria más restrictiva. Pero como han venido advirtiendo varios miembros de la Reserva Federal a través de la prensa, el banco central estadounidense no es tan optimista.

Así lo ha confirmado el presidente de la institución, Jerome Powell, durante su discurso de apertura en el simposio de Jackson Hole. “Aún queda dolor por delante hasta volver al objetivo del 2% en la inflación”, ha asegurado. El mensaje que ha querido transmitir a los mercados no deja lugar a dudas. “La prioridad de la Fed es clara: llevar la inflación al 2% aún a costa de desacelerar la economía. Este es un mensaje agresivo”, sentencia Morgane Delledonne, responsable de estrategia de inversión en Europa en Global X.

Lección aprendida de los años 70

Jack McIntyre, gestor de Brandywine Global (Franklin Templeton), felicita a Powell por un mensaje tan directo. “Claramente, no quiere repetir los errores de los 60 y 70, que incluyeron que la Fed retrocediera en los ciclos de ajuste una vez que hubo algunas señales de que la inflación se estaba revirtiendo”, interpreta. Estos errores dieron como resultado que las expectativas de inflación se desquiciaran en la década de 1970, lo que significó que los precios y la inflación se volvieron demasiado influyentes en las decisiones económicas. “Powell reconoce que la Fed realmente solo puede afectar la demanda agregada, y es por eso que el dolor tiene que pasar por el mercado laboral”, explica McIntyre.

Y es que los fantasmas de la estanflación de los 70 están muy presentes en las palabras de la Reserva Federal. Como bien destaca Nicolas Forest, responsable global de renta fija de Candriam, Powell reconoce que el coste de reducir la inflación es desafortunado para las familias y los negocios. Pero es un mal necesario, en opinión del banco central. Forest subraya una frase del discurso de este viernes: “El histórico nos advierte enfáticamente contra la relajación prematura de la política”.

Solo halcones en la sala

Si bien recientemente los mercados han recogido algo de beneficios tras el rally de optimismo, a juzgar por la reacción del mercado, Luke Bartholomew, economista sénior de abrdn, diría Powell incluso ha ido más allá de las expectativas de los halcones. Y Jason England, gestor de Renta Fija Global en Janus Henderson, coincide en ese análisis. “Incluso los miembros más moderados se han vuelto halcones”, reconoce.

Y Bartholomew está de acuerdo con la postura de la Fed. Incluso iría más allá. “Creemos que la Reserva Federal y, de hecho, los mercados, son demasiado optimistas sobre el grado de desaceleración económica necesaria para reequilibrar la economía”, defiende. En su visión, está claro que la Fed es más reticente a hablar sobre los riesgos de recesión que el Banco de Inglaterra, pero sigue creyendo que este ciclo de endurecimiento finalmente conducirá a este resultado.

Implicaciones para los activos

Así, England se llevaría tres conclusiones del discurso de Powell:

  1. Domar la inflación es el trabajo prioritario para el comité.
  2. La tasa de fondos federales debe llegar a un nivel restrictivo (3,5% a 4,0% dependiendo del miembro de la Fed).
  3. La tasa deberá permanecer más alta hasta que la inflación sea redujeron a su objetivo del 2%, por lo que los recortes de tipos previstos en el mercado para el próximo año son prematuros.

Forest coincide con estos puntos y aporta sus implicaciones para la asignación de activos:

  • Los bancos centrales no han terminado la lucha contra la inflación. Está corto de duración.
  • Las próximas subidas pesarán sobre el diferencial de crédito. Está a la defensiva en el diferencial de crédito.
  • En Europa, el riesgo de fragmentación de la UE está aumentando. Está a la defensiva en el BTPS.

Los Federal Funds, al 4%. ¿Y ya?

Así, la vista se posa ahora en la reunión de septiembre y más allá. Blerina Uruci, economista de T. Rowe Price, interpreta las palabras de Powell como una señal de que la tasa terminal será restrictiva y permanecerá allí por más tiempo. Según su perspectiva para la economía, esto se traduce en una tasa terminal del 3,75% - 4% para fines de este año. Además, con riesgos de que puedan volver a subir el próximo año si la inflación subyacente, especialmente en los servicios, no responde a unos tipos más altos. "Otra forma de pensar en esto es si el impulso del mercado laboral no se desacelera significativamente", explica.

Al 4% parece ser el consenso de las gestoras internacionales. Como también lo es que allí esté el límite. "Dado el creciente consenso de que la zona del euro se dirige hacia una recesión este año, China se encuentra en una situación muy difícil y nos dirigimos hacia una recesión mundial, deberíamos cuestionar la capacidad de la Fed para aumentar los tipos mucho más allá del 4%. Si bien estamos lidiando con una gran economía cerrada, los mercados financieros aún están muy interrelacionados y los efectos de la segunda ronda afectarán a los EE. UU. con un retraso", añade Uruci.