Los inversores dejan atrás un 2021 marcado por la llegada de las vacunas, subidas en los precios de la energía, una inflación más persistente que lo inicialmente pensado y unos bancos centrales preparando el terreno para una política monetaria más restrictiva. ¿Qué deparará a la economía los próximos 12 meses?
Previsiones macro: qué perspectivas tienen las gestoras internacionales para 2022

Por segundo año consecutivo Manuel Gutiérrez-Mellado vaticina que la renta variable va a tener un comportamiento positivo mientras que el de la renta fija va a volver a tener un comportamiento negativo. El potente reinicio de la actividad económica puede verse afectado por las nuevas variantes del virus, pero no harán que la economía a nivel global descarrile, defiende el responsable del negocio institucional y de gestoras de fondos de BlackRock en Iberia. “Menos crecimiento hoy es más crecimiento mañana”, afirma. A diferencia de en 2021, los bancos centrales empezarán a subir los tipos de interés, pero seguirán siendo más tolerantes con la inflación. Ve los niveles de inflación a nivel global asentándose por encima de los niveles pre-Covid. “Vamos a vivir con una mayor inflación en los próximos años”, prevé. En consecuencia, prefieren la renta variable a la renta fija, pero han reducido el riesgo asumido dada la amplia gama de escenarios potenciales para 2022.
Su escenario central para 2022 es positivo para los activos con riesgo. “Esperamos un nuevo régimen de mercado en el que vemos por segundo año consecutivo rentabilidades positivas de la renta variable y negativas para la renta fija”, detalla. Esto es la primera vez que pasa en los últimos 50 años y representa un riesgo. Especialmente para los inversores más conservadores. Este resultado inusual es la siguiente fase de su tema la nueva nominal que sigue desarrollándose: los bancos centrales y la rentabilidad a vencimiento de los bonos soberanos van a reaccionar de forma más lenta a una mayor inflación en este entorno de mercado que en el pasado. Eso debería mantener los rendimientos reales de los bonos (ajustados a la inflación) históricamente bajos y dar soporte al comportamiento de la renta variable, en su visión.
1/19Para Víctor de la Morena, 2022 determinará el camino hacia un nuevo régimen económico y financiero. La narrativa del regreso a la década de los 70 se impondrá y el estancamiento secular será cosa del pasado. “El crecimiento global volverá a su potencial tras haber alcanzado su pico, a medida que se desvanezcan los estímulos cíclicos de recuperación”, vaticina el director de Inversiones de Amundi Iberia SGIIC. Por su parte, la inflación resultará ser permanente e incierta, impulsada por la escasez de oferta y los cuellos de botella globales. La desincronización de las tendencias de crecimiento e inflación será la tónica predominante.
En este contexto, los bancos centrales aceptarán ir por detrás de las expectativas de precios. De la Morena prevé que mantendrán un discurso más benigno de la narrativa inflacionista. Así, tras un primer paso hacia el tapering, espera más acomodación monetaria en medio de la desaceleración del crecimiento y las necesidades fiscales necesarias para financiar los planes de transición sostenible.
En términos de construcción de carteras los principales elementos a considerar serán: rendimiento, riesgo de liquidez y el grado de exposición al crecimiento e inflación. “Los inversores deberían empezar el año cautos en términos de exposición al riesgo y recalibrarlo a lo largo del ejercicio, con un enfoque en la resiliencia de la cartera a subidas de tipos en las curvas y menores expectativas de beneficios”, propone.
2/19Desde J.P. Morgan Asset Management prevén un año de continuidad para la recuperación global. Ayudados por los nuevos tratamientos que estén disponibles, junto con las tasas de inmunidad acumulada ante la infección, Lucía Gutiérrez-Mellado confía en estar más cerca del final de la pandemia y volver a las condiciones pre-Covid-19. El escenario central de la directora de Estrategia de J.P. Morgan Asset Management para España y Portugal es de un crecimiento por encima de tendencia, donde el motor del crecimiento será una fuerte demanda por parte del sector privado.
La inflación permanecerá por encima de los objetivos de los bancos centrales durante gran parte 2022. Así, cree que el proceso de normalización será gradual y que las políticas fiscales continuarán siendo flexibles. En su opinión, la probabilidad de un crecimiento económico sólido refuerza el argumento de continuar apostando por activos de riesgo. En sus carteras multiactivo siguen sobre ponderados en renta variable y prefieren inclinar las carteras hacia regiones más cíclicas y aquellos activos que aún no se han beneficiado de la reapertura.
3/192021 nos deja lecciones muy importantes que, en opinión de Stefan Kreuzkamp, jugarán un papel relevante en los próximos ejercicios. Actualmente, el tema más controvertido es la inflación. De cara a 2022, el director de Inversiones de DWS es cautelosamente optimista. “Los problemas de la cadena de suministro deberían remitir gradualmente el año que viene, y con ello, la inflación, aunque debería mantenerse muy por encima del nivel previo al estallido de la pandemia”, vaticina. Espera que la inflación se sitúe en el 2,8% en Estados Unidos, en el 2,6% en la eurozona y en el 2,2% en China.
La situación también es desafiante para los bancos centrales y el camino de salida de las políticas monetarias extremadamente laxas es largo. En Estados Unidos, la reducción de las compras de bonos debería concluir a mediados de 2022, según Kreuzkamp. En este sentido, la primera subida de los tipos podría llegar en el cuarto trimestre. En Europa, en cambio, todavía no ve ninguna subida en el horizonte. Ni el año que viene ni en 2023.
4/19La economía mundial está en el último tercio del ciclo más acelerado de la historia, calcula Luca Paolini. En 2022 el estratega jefe de Pictet AM espera que los servicios ganen impulso y que el crecimiento del PIB global sea 4,8% por encima del potencial. Especialmente EEUU -cuyo crecimiento puede superar a China por primera vez- Europa y Japón, con menor dispersión entre regiones y sectores que en 2021. En China puede darse un comienzo débil, seguido de una rápida recuperación económica, impulsada por el consumo.
La inflación en EE.UU. ha llegado a máximos de 30 años y es alta en Europa y Asia. Y Paoloni prevé que así se mantenga. Pero el exceso de liquidez de los principales bancos centrales puede reducirse por primera vez desde la crisis financiera global. Los bancos centrales de países emergentes han liderado el ciclo de ajuste, al que seguirán los desarrollados, pero no espera una subida de tipos de interés reales de la Reserva Federal ni inversión de la curva de rentabilidades a vencimiento de su deuda. Por su parte defiende que las presiones inflacionarias pueden alcanzar su máximo los próximos meses, antes de moderarse el resto de 2022.
5/19Con unos precios energéticos y niveles de deuda muy elevados, así como un crecimiento que ya dejó atrás sus máximos, el riesgo de cometer un error de política monetaria en 2022 se incrementará. Es la previsión de Andrew McCaffery, director de Inversiones Global de Fidelity.
Aun así, y salvo catástrofe, defiende que la renta variable tendrá un crecimiento sólido y beneficios aceptables. Los mercados desarrollados deberían mantener su mejor comportamiento relativo reciente en 2022 por las menores tasas de vacunación y las políticas monetarias restrictivas que se observan en los mercados emergentes.
En cambio, son más cautos sobre las perspectivas de Asia menos Japón, siendo China el gran problema de fondo. Dicho lo cual, reconoce que vaticinar la trayectoria de su política monetaria resulta difícil.
En cuanto a la renta fija, pondría el foco en los bonos high yield, donde la tasa de impago de los emisores estadounidenses ha permanecido por debajo del 1% este año. Aunque aboga porque los inversores tampoco se pongan demasiado bajistas en los bonos grado de inversión.
6/19Desde el surgimiento de Omicron como la variante más reciente y más contagiosa de Covid-19, los inversores se han visto obligados a reevaluar sus pronósticos para 2022. La renta variable sigue siendo la primera opción para Peter van der Welle, estratega de Robeco. Ve probable que los rendimientos comiencen a producirse más temprano que tarde a medida que los bancos centrales comiencen a subir los tipos de interés.
“Para nosotros, el impulso económico, los tipos de interés y la liquidez son un gran apoyo para los activos de riesgo, aunque cualquier confinamiento estadounidense podría hacernos cuestionar esta perspectiva", afirma Peter Van der Welle. A partir de aquí, ve más probable que obtengamos los rendimientos de la renta variable este año en lugar del próximo año o el año siguiente. “Los rendimientos se originarán al principio", defiende.
“Debemos tener la mente abierta sobre las incertidumbres macroeconómicas a propósito del crecimiento, la inflación y los costes laborales”, insiste. En este entorno, podemos esperar diferentes escenarios a considerar el próximo año: inflación, estanflación, desinflación, errores de política, estancamiento del crecimiento y Covid 4.0.
“La clave para navegar por estas aguas es actualizar tu escenario principal a medida que avanzan los hechos, evaluar dónde difieren los precios de mercado con sus expectativas y luego invertir. Esto implica aprovechar las oscilaciones del rebaño para que funcione a tu favor", propone.
7/19“La aparición de la variante de Omicron del Covid nos ha recordado las incertidumbres que siguen existiendo en torno a esta pandemia”, afirma Keith Wade, economista jefe de Schroders. Pese a ello, espera que 2022 sea otro año de crecimiento. La economía mundial continúa su recuperación, vaticina.
No obstante, prevé que el crecimiento se enfríe a medida que el apoyo masivo ofrecido por los gobiernos y los bancos centrales comiencen a desaparecer. “Estos cambios no deberían sorprender, ya que las ayudas tenían que llegar a su fin una vez que la recuperación se afianzara”, insiste. Sin embargo, para que el crecimiento se mantenga es necesario que los gobiernos y los bancos centrales cedan el testigo al sector privado.
Por otro lado, su previsión es que la inflación debería moderarse. Aunque probablemente habrá que esperar hasta el segundo semestre para confirmar que su repunte ha sido algo temporal. En este sentido, han recortado nuestras previsiones de crecimiento mundial al 4% en 2022, mientras que elevan las de inflación al 3,8%.
8/19Los mercados financieros y las bolsas en particular han tenido un comportamiento bueno en 2021. El consumo ha aumentado fuertemente de forma generalizada y una subida en los precios es normal. Sin embargo, Sol Hurtado de Mendoza vaticina que la inflación, aunque más duradera de lo que se esperaba, será transitoria. Los economistas de BNP Paribas Asset Management han analizado situaciones del pasado que se parezcan a lo que estamos viendo ahora mismo. Encontraron que 1946 a 1948 es un escenario parecido al actual: hubo un frenazo de la economía debido a la II Guerra Mundial y cuando se reabrió el consumo, hubo repunte de inflación. Duró casi 2 años. “Creemos que hay una serie de factores que van a hacer que esta inflación no esté aquí para quedarse, pero hay que estar muy pendientes”, afirma la directora general de BNP Paribas AM para España y Portugal.
Otra área a tener en cuenta. “Cada vez somos más los que consideramos la asignación a China separada de los emergentes”, reconoce Hurtado de Mendoza. Por dos motivos fundamentales: el peso de su economía en el cómputo mundial y un comportamiento distinto al de otros emergentes. Esa descorrelación puede ser positiva para el inversor, defiende.
Los precios de energía son otra área que está recibiendo mucha atención. “Aunque está claro que necesitamos ser más independientes energéticamente, esta subida de precios de la energía hace más atractivas a las energías renovables”, explica. El encarecimiento de la energía fósil hace que todas las energías de transición o renovables sean más atractivas desde un punto de vista de inversión.
9/19Este año ha sido un ejercicio positivo para los mercados. Y Alicia García, responsable de M&G para España, Portugal y Andorra, espera que esta tendencia, con buenos datos de crecimiento y expansión económica, se mantenga en 2022. “Por supuesto siguen quedando incógnitas a despejar, como el impacto que acabará teniendo Omnicrom en la economía y en sus planes de reapertura y la potencial aparición de nuevas variantes”, puntualiza.
Los mercados también estarán muy atentos a la respuesta de los bancos centrales a las crecientes presiones inflacionistas, los problemas en la cadena de suministros y ciertos riesgos geopolíticos, como las tensiones alrededor de China y de Ucrania.
En las carteras, García cree que será importante guardar bolsillos de liquidez para poder aprovechar oportunidades según vaya avanzando el año. Y en cuanto a dónde ven oportunidades en este contexto, destacaría las infraestructuras y los temas medioambientales, incluyendo renovables, electrificación y la eficiencia energética, muy interconectados entre sí.
Por clases de activo, y dado el entorno inflacionista y de tipos de interés ultrabajos, los activos reales y la renta variable deberían registrar buen comportamiento y la exposición a renta fija mantenerse flexible, diversificada y con duración corta. En geografías, la mayor apuesta de M&G está en Europa y Japón. Se mantienen neutrales en EE.UU., que ya ha mostrado un rendimiento excepcional en los últimos cinco años. Y con un ojo atento a los emergentes, ya que este podría ser el momento de volver a ellos. Especialmente una vez avancen sus campañas de vacunación y se reinicien sus economías.
10/19La inflación debería llegar a su punto máximo a finales de año, a medida que disminuyan las perturbaciones de la cadena de suministros. Sebastien Galy, estratega macro senior de Nordea Asset Management, ve probable que las perspectivas de crecimiento sean moderadas en las economías avanzadas a medida que se vayan desvaneciendo los efectos de las medidas fiscales y monetarias. La verdadera preocupación son las valoraciones. Galy espera un repunte continuado para algunos activos, que llegará a un final repentino al cierre de 2022.
El experto prevé que la Fed y el BCE se vuelvan cada vez más duros a medida que aumentan la prudencia. Esto debería conducir a una desaceleración económica más rápida para finales de 2022. “A medida que la inflación disminuya más rápidamente de lo previsto en la segunda mitad de 2022, la OPEP+ tendrá un fuerte incentivo para reducir la producción de petróleo para así maximizar sus beneficios ante una economía más verde”, explica. Como la OPEP+ grava el crecimiento tanto como sea posible, existe una alta probabilidad de que el mercado aumente rápidamente las inversiones en ASG y perciba una senda de crecimiento más baja durante más tiempo.
11/19Nos preparamos para una gran volatilidad, vaticina Gilles Moëc, economista jefe de AXA IM, a medida que se evalúa la severidad de la nueva variante Ómicron. Pero asumiendo que ésta es manejable, Moëc sostiene que 2022 será el año de la absorción del shock pandémico, tras la compresión de 2020 y la brutal descompresión de 2021. “Creemos que la presión global sobre los suministros debería amainar, lo que permitiría una desaceleración gradual de la inflación sin necesidad de tener que aplicar un endurecimiento considerable de la política monetaria”, argumenta.
Las tasas de crecimiento serán robustas, pero menos espectaculares y esperamos una significativa convergencia en las economías desarrolladas, con la Eurozona superando a EE.UU. con un crecimiento del 3,9% frente al 3,5%. Más allá del Covid, el principal riesgo para este escenario es que la inflación se haga más persistente de lo que esperan en EE.UU. Y eso podría obligar a la Fed a subir los tipos mucho más rápidamente.
12/19Romain Duvergé, gestor senior y estratega de mercado en Goldman Sachs Asset Management, espera una desaceleración en la expansión económica en 2022, que no obstante mantendrá al crecimiento por encima de la media. Por otro lado, defiende que la inflación –transitoria en su opinión – debería impulsar el comienzo de una normalización monetaria y un menor apoyo fiscal.
Así, en GSAM continúan favoreciendo activos de riesgo. Prefieren la renta variable sobre la renta fija, y, dentro de renta fija, el crédito sobre la deuda de gobiernos. En renta variable, esperamos fuertes retornos en 2022. En cuanto a regiones, optan por Europa y Japón, especialmente dado su mayor potencial de recuperación y una mayor sensibilidad al crecimiento global.
En crédito, si bien el alcance de la compresión de diferenciales es limitado, creen que hay valor en partes más empinadas de la curva que ofrecen potencial de carry and roll. Además, prefieren high yield a grado de inversión. Con respecto a la deuda soberana, esperan rentabilidades negativas en muchas regiones. Y es que prevén un aumento de los diferenciales como consecuencia de la inflación y de la normalización de los estímulos por parte de los bancos centrales.
En cuanto a riesgos, Duvergé cita la posibilidad de nuevas variantes del virus e incertidumbre en política monetaria y fiscal como principales amenazas al panorama de inflación y crecimiento.
13/19A medida que la economía se normaliza tras la COVID-19, los inversores deben prepararse para un panorama de inversión diferente al de la última década, aboga Jaime Raga, responsable de relación con clientes de UBS AM Iberia. Será necesario implementar una nueva hoja de ruta que ayude a evaluar los riesgos derivados de una posible inflación estructural, una ralentización de los estímulos monetarios y la rebaja de las perspectivas de crecimiento para China. Sin embargo, también ve razones para ser optimistas.
“El crecimiento en los mercados desarrollados es sólido y la mayoría de los inversores están mejor posicionados para este ciclo económico que al salir de la crisis financiera global”, afirma Raga. En este contexto, defiende que los activos de riesgo más expuestos a la fortaleza cíclica están bien posicionados para obtener mejores resultados en un mundo de sorpresas de crecimiento al alza que deberían impulsar las rentabilidades de los bonos. Asimismo, también apoya considerar la exposición a las materias primas para compensar el riesgo de una inflación que resulte perjudicial tanto para la renta variable como para la renta fija.
14/19La inversión ASG sigue cobrando impulso y Janus Henderson la apoya con intensidad. Paul LaCoursiere, director global de inversiones ASG de la gestora, defiende que mantener un debate abierto y sustancial sobre las oportunidades y las limitaciones resulta fundamental para aprovechar su potencial.
Entre los retos de 2022 para el sector financiero y los inversores se encuentra el de confiar en el gobierno corporativo y los mercados de capitales para articular el cambio previsto. “Siguen existiendo importantes preguntas sobre cómo los consejos de administración pueden alcanzar un equilibrio adecuado”, afirma LaCoursiere. Para que los inversores identifiquen e inviertan en productos que se ajusten a sus valores y objetivos, cree que la coordinación a escala mundial de la regulación y el etiquetado de los productos constituye un siguiente paso fundamental.
15/19Los tipos de interés llevan en mínimos históricos más de una década, afectados por el aluvión de estímulo monetario tras la crisis financiera mundial. Así, William Davies, director de Inversiones Global de Columbia Threadneedle, prevé que 2022 estará marcado por un intercambio de papeles en la política monetaria. “Apoyo a la crisis, estímulo y gasto se sustituirán por recuperación, reparación, menor estímulo fiscal”, cita. El compromiso político cobrará más relevancia, afirma, sobre todo en EE.UU., a medida que los gobiernos afronten la transición.
El año que viene se caracterizará por los cambios. “Por indeseados que sean, nos enfrentamos a un mundo de reparación económica en el que los mercados y los inversores deben tener en cuenta el impacto de un menor estímulo fiscal”, explica. En Europa, esperan un fuerte crecimiento, aunque con la posibilidad de que se produzcan más turbulencias en la cadena de suministro. Como gestores activos, se ven en una buena posición para encontrar oportunidades de inversión en este mundo cambiante.
16/19Según la última encuesta a Inversores Institucionales que han elaborado en Natixis IM, el incremento del gasto de los consumidores, motivado, entre otras cosas, por el fuerte revenge spending (consumo con venganza) asociado al COVID, se sitúa como un auténtico catalizador del crecimiento en 2022. Aunque las interrupciones en las cadenas de suministro y la inflación constituyen importantes amenazas y seguirán arrastrando al alza los precios, puntualiza Sophie del Campo, responsable de Natixis IM para Iberia, Latam y US Offshore.
Sin embargo, el crecimiento económico sostenido sigue adelante gracias a los bancos centrales. La mayoría de los encuestados cree que las autoridades monetarias poseen, en última instancia, las claves de la recuperación económica y que los actuales desajustes en la oferta y la demanda, y la inflación se deben a las medidas que han adoptado. En líneas generales, 2022 se aguarda con optimismo.
17/19Según la previsión de Robert Lind, economista de Capital Group, el crecimiento económico de Estados Unidos debería ser sólido. Pero también reconoce que la economía se enfrenta a vientos en contra debido a las variantes emergentes del Covid-19, la disminución de los estímulos y la inflación. Las principales economías europeas podrían crecer mucho más rápido, ve, ya que el repunte del Covid en la eurozona se ha retrasado, aunque ahora está teniendo mayor fuerza. Ve probable que el crecimiento del PIB de China sea inferior a la previsión de consenso del 5,6%, ya que la economía se ralentiza en respuesta a la restricción del crédito en el sector inmobiliario.
“La inflación es la gran pregunta para muchos”, afirma. Durante los últimos 30 años, los inversores de los mercados desarrollados no han tenido que preocuparse mucho por la inflación, pero eso cambió el verano pasado cuando las distorsiones relacionadas con el Covid hicieron que los precios de algunos bienes de consumo se dispararan. En su opinión, es probable que los niveles de inflación sigan siendo elevados hasta finales de 2022, alimentados por la fuerte demanda, la política flexible, la escasez de mano de obra y la ruptura de las cadenas de suministro.
18/19De cara a 2022, Catherine Doyle, gestora del BNY Mellon Global Real Return (EUR), sigue siendo optimista con el entorno. A medida que avance el año, el principal riesgo que ve es que el crecimiento se desacelere cuando la Fed acabe con el tapering y empiece a subir sus tipos de interés. Aunque Doyle piensa que estas subidas serán graduales y que las autoridades monetarias basarán sus decisiones en datos, reconoce que será difícil lograr que la economía no se recaliente ni se enfríe demasiado. “Cualquier error de política monetaria tendrá profundas repercusiones para las clases de activos, ya que las valoraciones son elevadas en general a consecuencia de los bajísimos tipos de interés”, resalta.
Desde una perspectiva macroeconómica, una inflación persistentemente alta puede lastrar la demanda y provocar errores por parte de los bancos centrales, ve Doyle. Además, China representa una importante fuente de incertidumbre, dada su nueva agenda de prosperidad social y la probabilidad de que la cantidad y la composición de crecimiento económico que genera cambien a partir de ahora. Esto tendrá repercusiones y requerirá vigilancia y un cuidadoso análisis por parte de los inversores.
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