Los datos correspondientes a enero muestran algunas tendencias interesantes, como la que se está viendo en los mercados emergentes, donde sale dinero de los índices pero entra en los fondos-país.
Los flujos del mercado europeo de ETF alcanzaron en enero su nivel máximo de los dos últimos años. Así lo muestra el Barómetro de Lyxor, que muestra que los flujos netos de activos registrados durante el mes alcanzaron los 10.800 millones de euros, una cifra muy cercana al máximo alcanzado en enero de 2015 (10.900 millones de euros). El total de activos gestionados ascendió a 525.000 millones de euros, lo que supone un aumento del 2% con respecto al dato de finales de 2016, e incluye un impacto de mercado del -0,31%. Los ETF de renta variable de las economías desarrolladas, deuda emergente y deuda corporativa registraron elevadas entradas de capitales en un entorno más favorable al riesgo.
En concreto, las entradas en renta variable a través de estos productos fue de 7.600 millones. Los inversores favorecieron los ETF de renta variable de mercados desarrollados en un entorno económico más optimista. Tanto los ETF estadounidenses como los europeos aprovecharon la mejora de la situación con flujos netos por valor de 2.500 millones, respectivamente. Los ETF globales también acumularon cuantiosas entradas de capitales reflejando este creciente optimismo. Por el contrario, los flujos en ETF de mercados emergentes fueron negativos (-217 millones).
Resulta interesante comprobar que los ETF sobre índices generales de mercados emergentes sufrieron flujos de salida, mientras que los flujos en los ETF sobre países de mercados emergentes marcaron un máximo anual de 245 millones de euros, entre Rusia, Turquía y Brasil.
Por otro lado, los ETF sobre smart beta registraron abundantes flujos de entrada por valor de 790 millones de euros. Los ETF sobre value continuaron beneficiándose de la rotación hacia estrategias más cíclicas al anotarse entradas por valor de 531 millones. Las entradas de capital en las estrategias quality income también se mantuvo en un nivel alto en un entorno sostenido de bajos rendimientos.
En lo que respecta a los flujos hacia ETF de renta fija, éstos alcanzaron un máximo en seis meses con 3.000 millones. Cabe resaltar que estas entradas en renta fija se concentraron principalmente en ETF de deuda emergente y deuda corporativa. La deuda pública europea no registró flujos de entrada. Los flujos en deuda emergente invirtieron su tendencia y fueron una vez más positivos (1.200 millones) al mantenerse la búsqueda de rendimiento de los inversores. Esta tendencia también impulsó a los ETF sobre high yield a máximos de los últimos 10 meses con entradas de capitales por valor de 776 millones de euros.
En un entorno de mejora de las condiciones económicas, las entradas de capital en ETF ligados a inflación se mantuvieron elevadas (323 millones). Asimismo, los flujos en ETF estratégicos sobre posiciones cortas de renta fija volvieron a situarse en terreno positivo (169 millones) debido al repunte de los tipos de interés en Europa.
Por último, las entradas de capital en ETF sobre materias primas alcanzaron un máximo en seis meses (670 millones de euros) con flujos significativos en las exposiciones generales.