Principio de acuerdo sobre el techo de deuda en EE.UU: primeras reacciones de las gestoras internacionales

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Foto: Carlosoliveirareis, Flickr, Creative Commons

La probabilidad de que el Congreso apruebe un proyecto de ley para elevar el techo de la deuda antes de la fecha X ha aumentado después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el líder de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, anunciaran que se había llegado a un principio de acuerdo, y de que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, anunciara que la fecha X se alcanzaría un poco más tarde de lo que se pensaba, el 5 de junio.

Tal y como explica Lizzy Galbraith, economista política en abrdn, el acuerdo alcanzado entre McCarthy y Biden endurecerá los requisitos de empleo para los programas de ayuda alimentaria e introducirá topes de gasto durante dos años. Para el año fiscal 2024, el gasto discrecional no destinado a defensa se mantendrá prácticamente estable, mientras que el gasto en defensa aumentará un 3,5% respecto a los niveles de 2023. Los gastos no relacionados con la defensa aumentarán un 1% en el ejercicio de 2025. En relación con los aumentos de gasto previstos, se trata de una reducción de entre el 0,2% y el 0,3% del PIB.

“Es poco probable que el proyecto de ley se someta a votación antes del miércoles, y debe ser aprobado en la Cámara antes de pasar al Senado. Un plazo ligeramente más largo daría al Congreso más tiempo para lograrlo. Las primeras reacciones de los representantes indican que es probable que el proyecto de ley sea aprobado, pero será importante vigilar si crece la oposición al proyecto fuera del ala derecha del Partido Republicano, lo que indicaría mayores dificultades para su aprobación”, advierte la experta.

Los mercados descuentan el acuerdo

Paolo Zanghieri, economista senior en Generali Investments, reconoce que un panorama político más polarizado y la dependencia de los republicanos de un pequeño grupo de partidarios de la línea dura para mantener su exigua mayoría en la Cámara de Representantes han aumentado el riesgo de accidente en comparación con 2013 y, sobre todo, con 2011, cuando las disputas le costaron a EE.UU. una rebaja de un escalón en la calificación crediticia de S&P. "Los mercados financieros están descontando esa posibilidad, como demuestra el repunte de los CDS a corto plazo y, sobre todo, del rendimiento de los T-bills con vencimiento a principios de verano", subraya.

Por su parte, Gilles Moëc señala que “la cantidad de recorte fiscal directamente atribuible al acuerdo va a ser mínima, y es probable que sólo cause una pequeña mella en la trayectoria de crecimiento de EE.UU. para el próximo año”. El economista jefe en AXA Investment Managers considera que podría haber sido mucho, mucho peor, ya que la posición inicial de partida de los republicanos en esta negociación era muy dura.

El IRA no se toca

“El proyecto de ley que aprobaron en la Cámara de Representantes a finales de abril fue estimado por la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) en una reducción del gasto federal de un arrollador 1,6% del PIB ya en 2023. Esto habría desencadenado con toda probabilidad una recesión muy importante en Estados Unidos”, afirma. Por otro lado, lo que Moëc encuentra muy positivo en este acuerdo es que “la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) se ha mantenido fuera del ámbito del debate. La que probablemente sea la pieza legislativa más alentadora en EE.UU. en décadas por su potencial crecimiento es objeto de consenso”.

Por último, advierte que “una cuestión crucial es que todas estas discusiones se están centrando en una fracción muy pequeña del presupuesto estadounidense, que no puede hacer frente a los retos –de enormes proporciones– a los que se enfrentan las finanzas públicas”. En este sentido, Moëc subraya que “la deriva a largo plazo de las finanzas públicas estadounidenses sigue sin abordarse”.

Desde Alger, socio de grupo La Française, coinciden. A su juicio, el acelerado ritmo de crecimiento previsto de la deuda federal puede seguir siendo el centro de atención mucho después de este debate sobre el techo de la deuda, ya que la CBO estima que la deuda federal de EE.UU. aumentará hasta los 52 billones de dólares en 2033. “Esto supondría aproximadamente el 137% del PIB, una cifra considerablemente superior al máximo del 119% alcanzado tras la Segunda Guerra Mundial. Además, según la CBO, se espera que los costes de los intereses federales aumenten de menos del 2% del PIB en 2022 al 3,6% en 2033 y al 6% a mediados de siglo”.