El pasado verano, Esfera Capital solicitaba a CNMV la suspensión de la operativa de suscripciones y reembolsos de varios fondos y sicav, cuya gestión estaba delegada en la agencia de valores Qrenta. La paralización de la operativa se debía a la alta exposición a valores del MAB.
Meses después, y con todo ordenado tras llegar Qrenta a un acuerdo la con Trea AM, que se hizo responsable de los compartimentos de propósito especial creados por el problema operativo surgido el pasado verano, la agencia de valores vuelve a sus orígenes. “Qrenta pone fin a su peor año histórico e inicia 2019 retomando su línea tradicional de gestión que le llevó a tener un histórico de rentabilidad impecable”, informa la firma.
La entidad justifica que “hace unos años, ante la caída de los tipos de interés a mínimos históricos, inició una senda de inversión en este mercado de reciente creación (MAB) como factor diferencial por su descorrelación con el resto, con elevado potencial de crecimiento e incentivos fiscales para los inversores”.
En este sentido, añaden, “los escándalos producidos por algunas de las cotizadas y la persistente falta de liquidez en el mercado debido entre otras a la falta de apoyo institucional, ha supuesto una trampa de liquidez que ha provocado bruscas caídas en la valoración de los activos de forma generalizada”.
Para volver a sus orígenes, han llevado a cabo varios movimientos en su estructura interna con cambios sustanciales en el seno del Gobierno Corporativo, especialmente en el departamento de Gestión y con el fortalecimiento de su Comité de Inversiones. A partir de ahora, formarán parte todos los implicados en la relación con el cliente: front, back y sobretodo agentes representantes quienes sufren junto a sus clientes las consecuencias de las caídas de las carteras.
De esta manera, Qrenta abandona su interés en el MAB y se aparta de todas las inversiones alternativas. En el nuevo año vuelven a las estrategias a las que se han dedicado años atrás, como la selección de activos de renta fija diversificada. Su objetivo es construir carteras con clases limpias y adaptando el peso de las estrategias en función del perfil de cliente y primando la seguridad y liquidez.