Vafa Ahmadi, responsable de la filial de Amundi CPR AM, afirma haber encontrado en el envejecimiento de la población “un tema no cíclico único, permanente y continuo que puede ser un excelente proxy para un fondo buy and hold”.
Junto con Japón, los otros cuatro países que cuentan con la población que envejece a un ritmo más rápido del mundo son Suiza, España, Alemania e Italia. Después de investigar los hábitos y las pautas de consumo de las personas mayores, los expertos de CPR AM -filial de Amundi- han encontrado en el envejecimiento de la población “un tema no cíclico único, permanente y continuo que puede ser un excelente proxy para un fondo buy and hold” en palabras de Vafa Ahmadi, director del equipo de inversión temática en renta variable de CPR.
El fondo, denominado CPR Silver Age, ha sido registrado recientemente para el mercado español, aunque cuenta con un historial de cuatro años. Se trata de un fondo multisector que, a diferencia de otros que invierten en esta temática, va más allá de la inversión en farmacéuticas y residencias para la tercera edad para invertir en compañías de todo tipo expuestas a esta temática, siempre que sean europeas y con suficiente liquidez (el gestor se fija en que el volúmen medio diario no sea inferior a los 100.000 euros). Ahmadi define su estilo de gestión como “pragmático y flexible”, con un sesgo growth aunque el universo de inversión permite algo de exposición cíclica/value.
El CPR Silver Age presenta una volatilidad menor a la media de fondos europeos y se sitúa en el primer decil tanto en el año como a doce meses y a tres años. A partir de un universo de inversión de 200 valores, se seleccionan entre 50 y 60 valores para tener en cartera. La asignación sectorial se revisa a fondo cada seis meses, alterando las ponderaciones de los valores si es necesario en función de variables como las valoraciones, el potencial y el momento de mercado.
El universo de inversión se construye en torno a dos segmentos de población en envejecimiento. Ahmadi distingue dos perfiles dentro de la población en edad de jubilación. Por un lado están los “jóvenes pensionistas”, personas recién jubiladas que conservan un buen estado de salud, disponen de tiempo libre y se encuentran en el punto más alto de su poder adquisitivo. En vista de estas tres observaciones, el experto considera como sectores tácticos todos los relacionados con los viajes y el tiempo libre (él abarca desde empresas de jardinería hasta las especializadas en cruceros, pasando por cadenas de televisión). También incluye posiciones en finanzas a través de sólo banca privada, gestión patrimonial y seguros- y las empresas relacionadas con el bienestar y la imagen personal, dado que este segmento de la población se preocupa cada vez más por su imagen personal y por mantenerse en buena forma.
El segundo perfil se refiere al de personas a partir de los 80 años. Ni la salud ni la riqueza disponible son las mismas, por lo que en este caso Ahmadi considera tácticas las empresas relacionadas con la salud (farmacéuticas, equipamiento médico y las vinculadas a las residencias para la tercera edad. Pese a esta identificación exhaustiva de tendencias, no obstante, el responsable de CPR deja claro que “salvo las residencias de la tercera edad, no hay un negocio 100% vinculado al envejecimiento de la población”. También señala que, dentro de esta temática, se están detectando muchos movimientos corporativos entre empresas, así como compañías que están alterando sus modelos de negocio para beneficiarse de estas tendencias.
Al ser preguntado por la situación de los jubilados tras las reformas de las pensiones que se han implementado en diversos países de Europa, Ahmadi considera que estos recortes fiscales aplicados a personas ya retiradas no van a suponer un cambio estructural o 'game changer', al menos durante los próximos cinco años.
El gestor apoya su afirmación en que, a diferencia de generaciones anteriores, la incorporación de la mujer al mundo laboral a partir de la década de 1960 ha permitido que las parejas que se están jubilando hoy en día cuenten con dos salarios en vez de uno, lo que supone un incremento del nivel adquisitivo. Los patrones de consumo son diferentes a los de capas de población de menor edad, dado el hecho de que algunos gastos obligados como las hipotecas potencialmente acaban a los 65 años, dejando espacio para otro tipo de consumo, que es precisamente del que busca aprovecharse este fondo.