La industria de la gestión de activos atravesará un periodo de cambio profundo en los próximos 10 años, al coincidir fuerzas disruptivas muy potentes. Además de las tendencias tecnológicas y de sostenibilidad, el cambio demográfico podría incidir en las estrategias de inversión y en las decisiones de asignación de activos. En este contexto, BNP Paribas Asset Management realizó un estudio entre inversores para comprender mejor las perspectivas y el comportamiento de los inversores en relación a las grandes tendencias demográficas y sociales, entre ellas el crecimiento del envejecimiento poblacional en los países desarrollados (y su impacto significativo en las pensiones y la jubilación), el auge de los inversores jóvenes y la expansión de la clase media en los mercados emergentes.
El sondeo fue llevado a cabo por Coalition Greenwich en nombre de la gestora francesa durante mayo de 2022. Recopiló las opiniones de 135 intermediarios e inversores institucionales de Europa, Asia y Estados Unidos sobre el impacto del cambio demográfico en la toma de decisiones de inversión y la asignación de activos. Es el último de una serie realizada en el marco de la colaboración entre BNP Paribas Asset Management y Coalition Greenwich en materia de análisis.
Todo apunta a que los grandes cambios demográficos y sociales afectarán a las estrategias de inversión
Lo primero que reveló es que el cambio demográfico ha impactado en las decisiones de asignación de activos de tres cuartas partes (un 74%) de los inversores en los últimos tres años. Y la práctica totalidad (un 95%) cree que tendrá una mayor influencia en las decisiones de inversión en la próxima década. Por regiones, un 42% de los inversores estadounidenses encuestados indicaron que el cambio demográfico ya ha afectado a su asignación de activos, frente al 78% en Europa y el 83% en Asia. Este impacto fue más pronunciado entre los intermediarios consultados: un 86% de ellos ya habían tenido en cuenta este factor en sus decisiones de inversión, frente al 69% de los inversores institucionales.
Casi la totalidad de los inversores sondeados (un 95%) se refirió a la aceleración del ámbito digital y las nuevas tecnologías como un cambio importante que determina sus estrategias de inversión, seguido muy de cerca por el impacto del envejecimiento de la población (un 91%), los cambios en los hábitos de consumo (89%) y el crecimiento poblacional en los mercados emergentes (86%). Estos datos también reflejan los sectores más atractivos identificados por los encuestados: un 91% de ellos consideran el sector sanitario como significativamente atractivo, seguido de tecnología (84%), energía (67%), agroalimentario (63%), ocio y turismo (60%) e inmobiliario (59%). El creciente atractivo de estas áreas también guarda relación con la pandemia y el cambio climático.
Principales diferencias regionales
El sector sanitario se consideró más importante en Europa y Asia (un 95% de los encuestados en ambas regiones) que en Estados Unidos (un 75%). Por su parte, tecnología y telecomunicaciones se vieron como más importantes en Asia (93%) comparado con Europa (81%) y Estados Unidos (75%). La mitad de los encuestados en Asia (un 51%) consideraron el crecimiento de la población en el universo emergente como un aspecto “extremadamente importante” del cambio demográfico para la estrategia de inversión, frente a un 21% en Europa y un 15% en Estados Unidos.
La diversidad y la igualdad es una cuestión “extremadamente importante” para el 30% de los inversores estadounidenses, frente a un 24% de los asiáticos y un 17% de los europeos.
Clases de activo con mayor probabilidad de beneficiarse
Los inversores institucionales indicaron que la renta variable (52%), el inmobiliario (50%) y la infraestructura (47%) son las clases de activo con mayor probabilidad de beneficiarse de asignaciones como resultado del cambio demográfico, mientras que para los intermediarios, la lista estuvo liderada por inversión temática (63%), renta variable (53%) e infraestructura (47%). Los resultados mostraron preferencias muy similares de cambio de asignación en estrategias activas y pasivas en los próximos diez años en todas las regiones.
Casi un 60% de los inversores sondeados identificaron el cambio demográfico como una oportunidad de inversión. Un 20%, en cambio, lo vieron como un riesgo. Así, hubo disparidad en las preferencias para asumir más o menos riesgo en el futuro. Los inversores asiáticos se inclinaron por reducir el riesgo en sus carteras (un 39%), mientras que sus homólogos en Estados Unidos y Europa esperan elevarlo (un 17% en ambos casos).