Los máximos responsables de la firma alemana revelan cuáles son sus perspectivas de cara al año que viene.
Optimistas pero no eufóricos. Así es como Stefan Kreuzkamp, director de inversiones de Deutsche Asset Management, describe su visión para los mercados financieros internacionales durante el próximo año. “La correcta selección y diversificación de inversiones será aún más importante que en 2016”, afirma. En principio, la gestora favorece las inversiones con posibilidades consistentes de generación de rentas, como los pagadores de dividendos, determinados bonos con rentabilidades más altas, así como inversiones alternativas en infraestructuras y el sector inmobiliario. “No estamos fijando nuestras esperanzas en el crecimiento económico y rentabilidades muy altas en los mercados de capitales en 2017. Dicho esto, no nos preocupa la recesión que veremos en las principales regiones económicas. No obstante, los movimientos de los bancos centrales y la política podrían continuar aderezando el mercado en el corto plazo”, indica Kreuzkamp.
El director de inversiones de la entidad considera que la situación en Estados Unidos es muy importante. El presidente electo Donald Trump es capaz de moldear los mercados de forma sostenida, ya que un Congreso dominado por los Republicanos podría concederle un considerable margen de maniobra. “Una combinación de reducción de impuestos, desregulación y proyectos de infraestructuras podría impulsar la economía estadounidense hasta tal punto que este estímulo podría continuar por 8 o incluso 9 años. Pero generará inflación”, subraya Kreuzkamp.
En este sentido, Deutsche AM espera que el ritmo de crecimiento e inflación aumente ligeramente durante 2017. “Estaremos revisando todas nuestras posiciones regularmente de acuerdo con los desarrollos políticos de Estados Unidos. Somos plenamente conscientes del potencial del presidente electo para sorprender en ambas direcciones. La política moldea los mercados”, explica. En términos globales, Kreuzkamp espera un crecimiento del 3,5%, que podría convertir a 2017 en el octavo año consecutivo con un crecimiento por encima del 3%, algo visto por última vez en los años 60. También se espera un repunte económico en la Eurozona. Para 2017, Deutsche AM prevé un crecimiento del 1,3%, impulsado principalmente por el consumo.
En materia de bonos y divisas, el año que viene estará inicialmente marcado, aún más, por la divergencia de las políticas de los bancos centrales con impacto en el dólar estadounidense. Se anticipan dos subidas de tipos de interés en EE.UU. –tras las medidas de diciembre de 2016–, pero se espera que la UE se mantenga en niveles bajos y continúe buscando activamente su programa de recompre de bonos hasta bien entrado el año próximo. No obstante, la tan llamada fase del tappering podría comenzar, según el experto.
El dólar se mantendrá fuerte
El año que viene la expectativa es que el dólar estadounidense se mantenga fuerte. “Estamos asumiendo que los mínimos en los tipos de interés han quedado atrás, pero no estamos contando con incrementes sostenidos. En 2017, los países clave de Europa y de Estados Unidos podrían ver rentabilidades negativas para los bonos soberanos. Es probable que aumente la divergencia entre los tipos de interés de la Eurozona y los EEUU. A medio plazo, no estamos convencidos de que esta era de bajos tipos de interés esté llegando a su fin, aunque 2016 puede haber marcado el punto más bajo para los tipos de interés”, según Bill Chepolis, responsable de renta fija para EMEA en Deutsche AM. Desde el punto de vista de la inversión, en la gestora continúan con su preferencia por los bonos corporativos europeos y estadounidenses, así como por los bonos soberanos de los países europeos periféricos. Dentro de los mercados emergentes, existen bonos soberanos en divisas atractivas, incluso si están sujetos a un nivel más alto de volatilidad de precios.
Gestión activa del riesgo
Deutsche AM calcula que los mercados internacionales de renta variable alcanzarán un crecimiento de un sólo dígito, pero la situación será diferente para algunos mercados importantes, con los índices de EE.UU. consiguiendo nuevos récords. “Desafortunadamente, realizar cualquier predicción resulta difícil por la incertidumbre que rodea a las políticas de Trump. Las acciones estadounidenses podrían beneficiarse de la desregulación y de un nuevo programa fiscal, pero esta influencia positiva podría verse reducida por un dólar fuerte y por presiones salariales. Los tipos de interés al alza tenderían a impedir la subida de los precios”, afirman.
En los mercados emergentes, una subida de tipos en Estados Unidos contribuiría a alimentar la incertidumbre. “Los mercados emergentes están viviendo una recuperación económica que podría beneficiar a la renta variable europea, especialmente en Alemania”, asevera Thomas Schüssler, corresponsable de renta variable en Deutsche AM. Además, los datos corporativos fuera de Europa han empezado a ser prometedores. En este momento los mercados bursátiles incorporan algún grado de riesgo político en sus cálculos, lo que explica la diferencia entre valoraciones dentro de Estados Unidos. Sin embargo, Schüssler cree que es precisamente esta variación la que ofrece potencial para gratas sorpresas.
En la entidad ponen el acento en que los mercados volátiles y con movimientos laterales suelen ser ricos en oportunidades para los inversores activos, selectivos y tácticos. En particular las inversiones en multiactivos deberían atraer una demanda considerable por parte de los inversores: "Con rendimientos tan bajos como los actuales, los inversores tienen que estar preparados para gestionar el riesgo activamente. Esta será la clave en 2017 para invertir con éxito. El desafío principal es optimizar el riesgo frente a un objetivo de retorno", según Christian Hille, responsable de multiactivos en Deutsche AM.