¿Qué factores están propiciando el repunte de las tires de los bonos?

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Sean Loosier, Flickr, Creative Commons

El aumento del rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense tras las elecciones del país se ha visto propiciado por el incremento de las perspectivas de crecimiento e inflación, lo que ha provocado que los inversores demanden una mayor compensación de cara a los riesgos de inflación futuros. Así lo asegura Richard Turnill, director Mundial de Estrategia de Inversión en BlackRock, quien afirma que esto apuntala las perspectivas de reflación en Estados Unidos y brinda una mayor confianza sobre las perspectivas de la gestora de cara a un periodo reflacionista autosostenido.

Según explica el experto, existen dos factores que han impulsado los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense tanto ahora como en las ventas masivas registradas en el mercado en 2013, periodo conocido como taper tantrum (temor de los inversores hacia el endurecimiento de la política monetaria estadounidense).

“Un factor es la compensación ante la inflación, tal y como reflejan los bonos estadounidenses vinculados a la inflación (TIPS). El otro es los tipos reales, es decir, los rendimientos de los bonos menos el descuento de la inflación futura por parte del mercado. El descuento actual de inflación sugiere que los inversores ven indicios de un mayor crecimiento económico en el futuro”, asegura Turnill.

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¿Qué pasará de cara al futuro?

Se espera que la Reserva Federal suba los tipos de interés esta semana, y desde BlackRock prevén dos nuevas subidas el próximo año. Otras entidades también apuntan a un escenario en este sentido. David Roberts, responsable de renta fija de Kames Capital, considera que los tipos de interés estadounidenses podrían aumentar un 1% más en los próximos 18 meses si la Reserva Federal viese factible la aprobación del paquete de estímulo fiscal de 5.000 millones de dólares propuesto por el presidente electo Donald Trump.

Desde las elecciones presidenciales del pasado 8 de noviembre, tanto los bonos gubernamentales como la deuda de mercados emergentes han sufrido fuertes ventas ante la expectativa de que el paquete de rebajas fiscales y gasto público en infraestructuras y defensa propuesto por Trump provocará un repunte de la inflación que obligará al banco central estadounidense a adoptar una política menos acomodaticia. En opinión de Roberts, aunque aún es demasiado pronto para saber cómo reaccionará Janet Yellen a la victoria de Trump en términos de política monetaria, los precios de los bonos gubernamentales podrían caer aún más si la presidenta de la Fed viese factible la aprobación del paquete de estímulo financiado con deuda pública.

“Hay preguntas para las que aún no conocemos la respuesta”, apunta Roberts. “¿Cree Yellen que Trump flexibilizará la política monetaria? ¿Qué tipo de respuesta podemos esperar por su parte? ¿Cuánto tiempo seguirá al frente de la autoridad monetaria? Aún no lo sabemos pero, con pleno empleo y cierta presión inflacionaria, creemos que los tipos de interés estadounidenses podrían aumentar un 1% más en los próximos 18 meses. Si Yellen cree que Trump invertirá 5.000 millones de dólares en políticas que podrían marcar la diferencia, las ventas de bonos continuarán”, concluye.

Lo que casi todo el mundo parece tener claro es que habrá volatilidad y que la demanda de los inversores seguirá siendo fuerte, incluso a niveles de TIR tan bajos como los actuales. La expectativa de Peter Bentley, responsable de crédito global en Insight, parte de BNY Mellon, es que la política monetaria continuará siendo favorable para los mercados de crédito, si bien la especulación en torno a las decisiones de los bancos centrales podría crear volatilidad en los diferenciales crediticios. "Las iniciativas de relajamiento crediticio, como las operaciones de financiación a plazo más largo (OFPML) con objetivo específico en Europa y la facilidad de financiación a plazo (TFS) en el Reino Unido, aliviarán la presión sobre los bancos en el entorno de bajos tipos de interés oficiales", afirma. En lo que también parecen coincidir muchos es que el entorno de incumplimientos para los emisores de crédito permanecerá benigno en 2017, pues el crecimiento positivo y las tires bajas les permitirán refinanciar su deuda en condiciones atractivas.