La gestión pasiva, que lleva desde los años 70 desarrollándose en EEUU, ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos años en Europa en un contexto en el que los bajos tipos de interés han impulsado a todo tipo de activos y en el que los inversores están ganando conciencia con respecto a las comisiones que pagan por sus fondos. Tal es el crecimiento que, según apunta Morningstar Direct en su último informe sobre ETF en el Viejo Continente, se prevé que el mismo alcance la cifra de los 2 billones de euros en apenas cinco años, lo que implicaría un crecimiento del 40% anual de aquí a 2024.
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