Goldman Sachs desarrolla una simulación de Monte Carlo para evaluar las posibilidades de ganar de cada equipo. El equipo del país que sale victorioso suele batir al mercado global en un 3,5% en el primer mes. "Es un patrón bastante consistente".
¿Cuál sería el 11 ideal con el que ganar el Mundial? Los clientes de Goldman Sachs han respondido a esta pregunta, con una formación dispuesta en 4-3-3: Neymar, Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Eden Hazard, Andrés Iniesta, Franck Ribéry, Dani Alves, Sergio Ramos, Philipp Lahm, Thiago Silva y Manuel Neuer en la portería.
En el que es su ya tradicional informe con previsiones para el Mundial de fútbol titulado 'World Cup and Economics' –el quinto sobre esta temática que publican desde el mundial de Francia de 1998- el banco de inversión pronostica el desenlace de este acontecimiento deportivo, que arranca la próxima semana en Brasil y en el que la selección española parte como una de las favoritas. Los analistas del banco han desarrollado un modelo cuantitativo para puntuar las posibilidades de ganar de cada equipo y estas son las selecciones con más probabilidades: Brasil, Argentina, España y Alemania.
¿Momento de entrar en bolsa?
Más allá de las predicciones sobre el desenlace del mundial -los analistas de Goldman Sachs avisan de que irán actualizando el modelo a medida que termine cada partido de las rondas eliminatorias- la auténtica pregunta es: ¿va a generar este evento deportivo algún impacto sobre los mercados? “Nuestra conclusión general es que sí, al menos durante un breve periodo de tiempo”, adelanta Peter Oppenheimer y el equipo de estrategia de carteras de la firma. Se basan en datos históricos: “Hay un patrón claro de mejor comportamiento del equipo ganador en las semanas posteriores a la final de la Copa Mundial de Fútbol. De media, el equipo del país que sale victorioso bate al mercado global en un 3,5% durante el primer mes, un porcentaje significativo, aunque después la rentabilidad se diluye significativamente después de tres meses”, detallan.
Mirando los indicadores de sentimiento inversor, los expertos de Goldman Sachs también concluyen que la bolsa del país ganador tiende a no retener ese periodo de ganancias, y de hecho la evidencia histórica demuestra que el parqué de la nación que haya ganado tiende a comportarse en torno a un 4% peor con respecto a la media del mercado durante el año después de la final del Mundial. “El mensaje parece ser: disfruta de lo bueno mientras dure”, reflexionan desde el banco de inversión.
“El patrón de mejor comportamiento frente al mercado tras la victoria en el Mundial es bastante consistente a lo largo del tiempo. Todos los ganadores desde 1974 (de aquellos con los que cuentan con datos bursátiles) han batido al mercado en el mes siguiente a la final, con la única excepción de Brasil en 2002”, continúan los analistas, aunque puntualizan que en este último caso se ha de medir el impacto negativo de eventos macro (recesión y crisis de divisas). Esto lleva a los autores del informe a concluir que “en ausencia de una crisis económica severa, el ganador tiende a disfrutar del botín del éxito en los mercados al menos un corto periodo de tiempo”.
Más difícil de medir es el caso del subcampeón. “Por supuesto, los fans siempre se sienten decepcionados por perder ante el último obstáculo, pero de forma interesante, la bolsa tampoco tiende a reaccionar bien”, indican Oppenheimer y el equipo de estrategas. En el caso del subcampeón, el comportamiento del mercado es de media un 2% superior al resto de bolsas durante el primer mes, aunque señalan que esta media está distorsionada debido al impresionante rally que protagonizó la bolsa argentina en 1990, cuando subió un 33% el mes posterior a la final. Esta subida la atribuyen una vez más a factores macroeconómico; cabe recordar que las acciones argentinas habían perdido un 90% de su valor en dólares entre octubre de 1988 y principios de 1990. Por tanto, si se excluyera este caso la media bursátil del subcampeón el mes siguiente a la final sería del 1,4%. Adicionalmente, los datos históricos confirman que el trimestre posterior a la final sus bolsas se portaron de media un 5,6% peor que el resto de mercados.
La tercera parte del análisis se centra en el país anfitrión. Concluyen que el impacto es similar al que consigue el vencedor del mundial, dado que en todos los casos la bolsa de dichos países ha registrado ganancias superiores al resto de mercados durante el mes siguiente, concretamente de un 2,7% de media, aunque advierten que este efecto tiende a difuminarse rápidamente.
¿Y si coinciden anfitrión y ganador? “Aunque el comportamiento de la bolsa tiende a ser muy positivo durante un mes, no hay un patrón consistente de que continúe el comportamiento superior, al menos en las bolsas”, explican los estrategas de Goldman Sachs, aunque ponen unos pocos ejemplos de qué podría suceder. En el caso de Italia, destacan que el mercado viene de firmar en 2013 un gran año, pero recientemente ha sufrido pérdidas que han hecho retroceder un 7% su valor (en dólares). En el caso español, recuerdan que el Ibex ha batido en un 6% al índice mundial (también en dólares) en el año. En cambio, el Dax alemán lo ha hecho peor que el MSCI World.
¿Quién ganará el mundial?
Los estrategas de Goldman Sachs han desarrollado un modelo cuantitativo que genera la distribución de resultados para los 64 partidos que se disputarán este mundial. La conclusión que más han de tener en cuenta los futboleros españoles es que este modelo predice la derrota de la selección española en semifinales, contra Argentina. Van más allá, pues desvelan el final del mundial: Brasil ganaría a Argentina por tres goles a uno.
La predicción para cada partido se basa en un análisis regresivo que utiliza todo el historial de resultados de los mundiales de fútbol celebrados desde 1960, donde la variable dependiente es el número de goles marcados por cada equipo en cada partido; consideran que el número de goles marcados por un equipo en particular siguen un esquema de distribución de Poisson. Adicionalmente, aportan hasta seis variables explicativas que tienen en cuenta para construir el modelo:
1. La diferencia en el ranking Elo (una medida compuesta por el éxito de una selección nacional basada en resultados históricos) entre los dos equipos.
2. Número medio de goles marcados por el equipo durante los últimos diez mundiales.
3. La media de goles recibidos del equipo contrario durante los últimos cinco mundiales.
4. Si la selección en cuestión es la anfitriona de los mundiales o no.
5. Una variable que toma como referencia, dentro del historial de goles, si los tantos marcados en un partido en particular se jugaban dentro de un mundial.
6. Si el equipo está jugando en su continente de procedencia.
Después, se genera una distribución de probabilidades de resultados para cada partido usando una simulación con el sistema de Monte Carlo con 100.000 probabilidades de sorteo, y se emplean los resultados de esta simulación para generar probabilidades para los equipos a medida que van avanzando etapas dentro del campeonato para determinar quién podría ser el ganador.
Pero este modelo es únicamente cuantitativo. Como recuerdan los expertos de Goldman Sachs, a la hora de elaborar las proyecciones no se han tenido en cuenta datos cualitativos, por lo que por ejemplo no se valora qué impacto tendría para el desenlace del partido que un jugador se lesione. Por lo tanto, ¡hagan sus apuestas!