Desde Columbia Threadneedle explican cómo están empleando el data science para construir sus modelos de previsión económica.
Partiendo de la base de que el devenir de los mercados es impredecible, y mucho menos en la particularidad del contexto actual, la ultraconextividad de la sociedad global permite utilizar datos y cifras como pistas sobre el estado de salud de mundo. Desde Columbia Threadneedle explican cómo están combinando el data science y sus amplios recursos y analistas especializados para interpretar la expansión del COVID-19 y construir sus modelos de previsión económica.
Como recuerda Nic Pifer, responsable de Data Science, al utilizar datos para construir una tesis de inversión es importante abordarlo con un alto grado de humildad. Hay mucha información sobre el impacto ya disponible, pero mucha más que desconocemos. “Las propias cifras sobre la expansión del virus han ido cambiando”, apunta. Dicho lo anterior, podemos plantearnos algunas afirmaciones sobre el contexto actual.
Primero, que la contención ha sido en general la respuesta política inicial a la pandemia. Pero incluso dentro de la misma, hay matices en lo rigurosos de las medidas impuestas por países. Como se aprecia en el gráfico anterior, con datos de Oxford University Research, vemos importantes esfuerzos en países emergentes como Ecuador, India o Perú, así como la relajación en China tras la fase inicial.
Para proyectar la expansión de la pandemia a medida que progresa, en Columbia Threadneedle están dividiendo a los países en cuatro grupos:
a) Donde los nuevos casos siguen creciendo y no se ha llegado al pico.
b) Que ha superado el primer pico, pero el cómputo total de casos aún es alto.
c) Que ha superado el primer pico, con cifras de nuevos casos diarios en doble dígito, pero la recuperación aún no es clara.
d) Que ha superado el primer pico, con cifras de nuevos casos diarios en doble dígito, y claras señales de brotes verdes.
Los 70 países más afectados, que representan el 98% de los casos globales encajan en este reparto.
¿Dónde estamos entonces? Pues a día de hoy se puede afirmar que el mundo ha superado el primer pico de la pandemia. La gestora estima que un 53% de los países están en el grupo 2, al cual pertenece España. Obsérvese la diferencia en la curva con, por ejemplo, Corea del sur, del grupo 3 junto con otro 29% de los países, o la del grupo 4, donde solo está China.
Otros modelos independientes también apuntan a que los grandes países han superado el primer pico. Según el análisis del Institute For Health Metrics and Evaluation (IHME), el 27 de abril se llegó al pico de nuevas hospitalizaciones, salvo en Suecia, donde la ola se espera para finales de mayo. Hay que recordar que estas proyecciones de curvas deben tomar como referencia más que como una previsión. “Todos los esfuerzos por hacer un modelo probablemente no sean precisos, pero son útiles para tener una sensación de direccionalidad y aproximación a los tiempos que manejar”, recuerda Pifer.
Poniendo datos a las previsiones económicas
Es en esta parte derecha de la curva donde se pueden empezar a buscar pistas sobre el devenir económico del resto del mundo.
Como se aprecia en China, el PMI del país no volvió a subir de 50 hasta un mes después del pico de casos y muertes a mediados de febrero. Y como explicamos en un artículo anterior, ese rebote del PMI no implica un rebote del crecimiento. Como también está sucediendo en Corea del Sur, el impacto económico persiste semanas después del pico de la enfermedad.
Así, al igual que la curva de la pandemia será una ola, la recuperación económica probablemente siga esa forma. Lo vemos con este ejemplo de las previsiones de Columbia Threadneedle para el PIB de Estados Unidos hacia 2022. La gestora vaticina uno o más rebrotes hasta que haya una vacuna. Y según el análisis de sus especialistas en el sector salud, las farmacéuticas hablan de su aprobación para mediados o finales de 2021. Así que estamos ante un escenario nuevo para los próximos 18 a 24 meses.