El año pasado, el asesoramiento en materia de inversión, la gestión discrecional de carteras y la comercialización de instituciones de inversión colectiva (IIC) generó 2.935 millones de euros en España, según el boletín trimestral de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Otros servicios de inversión, como la colocación de valores y la tramitación y ejecución de órdenes o la administración y custodia representan los 2.493 millones de ingresos restantes que se originan entre las entidades de crédito, sociedades y agencias de valores.
En concreto, la gestión de carteras generó 558 millones en 2020, el asesoramiento en materia de inversión hasta 683 millones y la comercialización de IIC cerca de 1.700 millones. El 95%, 94,2% y 93,3% de los ingresos anteriores se concentran en las entidades de crédito, respectivamente. El resto, entre agencias y sociedades de valores.
Las entidades de crédito (bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito) son, con notable diferencia, las principales proveedoras de servicios de inversión en España y concentran la mayor parte de los ingresos por comisiones en los distintos tipos de servicios de inversión. Las sociedades y agencias de valores, por otra parte, siguen aún conservando un peso relativo de cierta importancia. Sobre todo en las actividades de transmisión y ejecución de órdenes, donde concentran más del 30% de los ingresos.
