¿Qué tienen que tener en cuenta los inversores en el actual entorno? Habla Pascal Blanqué

Pascal Blanqué
Foto: cedida por Amundi.

La extraordinaria reacción monetaria de los bancos centrales a la desinflación, y posteriormente a las tensiones deflacionistas, ha sido el principal motor del mercado en el régimen que siguió a la Gran Crisis Financiera. Esto ha permitido la victoria de los factores monetarios/de liquidez sobre los factores reales. El predominio del factor monetario y, más recientemente, el aumento de fuerzas irracionales en el mercado, impulsores psicológicos que conducen a una mayor exuberancia del mercado, está generando la tentación de renunciar a las métricas de valoración tradicionales o de ajustar los indicadores de valoración absoluta para justificar los extremos actuales del mercado.

Así lo asegura en una entrevista con FundsPeople Pascal Blanqué, director de Inversiones en Amundi, quien considera que una señal es el hecho de que incluso el economista Robert Shiller, ganador del premio Nobel, ha trabajado recientemente en la revisión de su propio indicador CAPE para intentar hacerlo más preciso y tenga en cuenta los tipos de interés al valorar la renta variable. “El nuevo indicador, el Excess CAPE Yield, ofrece cierta tranquilidad a las valoraciones actuales de la renta variable: ningún mercado importante parpadea en rojo en términos de valoración frente a la renta fija. Sin embargo, esto no responde a la pregunta de si todavía hay valor absoluto en la renta variable. Es algo que desconcierta aún más la lectura de dónde se encuentran actualmente los mercados”, afirma.

Valoraciones y extender el horizonte

A pesar de este creciente escepticismo respecto al enfoque de inversión tradicional basado en valoraciones y horizontes a largo plazo, Blanqué cree que una perspectiva a largo plazo es clave para los inversores. “Esto es aún más relevante cuando vivimos en un periodo de transición hacia un posible nuevo régimen, como el que afrontamos actualmente. Lo que necesitan los inversores es mejorar su enfoque de inversión para incluir otros elementos que van más allá de las variables económicas tradicionales. Hay que ir más allá de la inflación, el crecimiento y los beneficios”, subraya el experto.

En este sentido, Blanqué considera que también deben tener en cuenta el factor monetario. Esto es: políticas en marcha que pueden distorsionar el comportamiento del mercado. A su entender, es algo que sigue siendo muy relevante en el entorno actual. Y, además, un tercer elemento: las narrativas del mercado, que pueden afectar tanto a las variables económicas como a la política monetaria. “De hecho, las narrativas pueden confirmar la dirección del mercado, pero también pueden llevarlo en una dirección diferente”, alerta.

Ojo al cambio de narrativas

En su opinión, cuando hay un fuerte distanciamiento del mercado respecto a la realidad económica, como ocurre hoy, una narrativa predominante puede señalar un cambio de régimen. “Esto conduce a un importante punto de inflexión para los inversores. Un cambio en la narrativa es el mayor riesgo que existe actualmente en los mercados”, señala. A su juicio, actualmente, hay tres narrativas que impulsan los mercados.

La primera sería el estancamiento secular de un crecimiento bajo y una inflación baja para siempre. La segunda la narrativa de la destrucción creativa motivada por la disrupción tecnológica. Y la tercera, la monetaria, esto es, la de unos bancos centrales ortodoxos/anclados hacia unos bancos centrales mágicos/desanclados. “Están interconectadas y son dinámicas, ya que evolucionan con el tiempo. La que prevalezca caracterizará el nuevo régimen financiero”, concluye.