Mathieu Guillemet, gestor del HSBC GIF Multi-Asset Style Factors, explica el proceso de inversión de este multiestrategia con Sello FundsPeople 2020 por su calificación de Favorito de los Analistas.
El HSBC GIF Multi-Asset Style Factors, fondo con Sello FundsPeople 2020 por su calificación de Favorito de los Analistas, busca crear una estrategia verdaderamente neutral al mercado a nivel macro y de índices. Según explica Mathieu Guillemet, gestor de la estrategia y responsable de gestión Multi Activos Especializada de HSBC Global Asset Management, la cartera long/short se compone mediante exposiciones sistemáticas a factores de retorno no tradicionales que están poco correlacionadas con las fuentes tradicionales de retorno de los inversores, como las inversiones en renta variable, bonos o materias primas.
El equipo gestor ha seleccionado tres factores de retorno que se espera que generen retornos sostenibles y que tienen una descorrelación real de las clases de activos tradicionales:
1. El estilo valor (value), que compra los activos más baratos mientras vende los más caros.
2. El estilo carry, que compra los activos de mayor rendimiento mientras vende los de menor rendimiento.
3. El estilo momentum, que compra los activos de mayor rendimiento reciente mientras vende los de menor rendimiento.
“Para nosotros, esos factores de retorno son los más resistentes y robustos en todos los activos y a lo largo del tiempo. Han sido ampliamente documentados por la investigación académica y presentan un fuerte fundamento económico”, afirma Guillemet. Cada factor de retorno se implementa en cada clase de activo (bonos, acciones y divisas) mediante una cartera de estilo neutral de mercado a largo y corto plazo. El fondo está totalmente invertido en renta variable (país y sector), bonos y divisas, incluidos los mercados emergentes. “Las carteras de estilo se combinan para maximizar la diversificación entre los factores de retorno y las clases de activos mediante una gestión del riesgo bien equilibrada”, explica.
La liquidez es uno de las preocupaciones máximas del gestor. El fondo invierte en todas las clases de activos líquidos, pero sólo en los instrumentos más líquidos. “La cartera se compone con clases de activos líquidos y sólo con los derivados más líquidos, únicamente a través de líneas directas, lo cual permitió a la estrategia navegar a través de la crisis de liquidez que hemos estado experimentando en las últimas semanas, manteniéndose altamente eficiente en cuanto a los costes”, detalla. “El objetivo del fondo es ofrecer rendimientos positivos con una baja correlación con las clases de activos tradicionales, y manteniendo al mismo tiempo un alto nivel de liquidez”, insiste el gestor.
El fondo no debe interpretarse como una estrategia defensiva o de cobertura. “El MASF simplemente pretende ofrecer un ciclo de rendimiento propio, diferente del de las inversiones tradicionales”, desgrana Guillemet. Porque lo que busca es crear un ciclo de rendimiento estructuralmente diferente del de las carteras equilibradas tradicionales, así como de las estrategias de tipo hedge-fund. De hecho, su objetivo es ofrecer una rentabilidad anualizada del 5% sobre el efectivo (sin incluir las comisiones) con una volatilidad del 7%, en un horizonte de inversión recomendado de 3 a 5 años.
Actualización de la cartera
En cuanto a los retornos de los factores, el momento actual y el valor de las carteras han hecho contribuciones positivas, compensando la aportación negativa de las carteras de carry.
En términos de contribuciones por clase de activos, las carteras de bonos, renta variable y divisas tuvieron contribuciones positivas. Las carteras de bonos se beneficiaron principalmente de la exposición corta a los mercados alemanes y de la exposición ligeramente larga al mercado estadounidense, mientras que se vieron afectadas negativamente por la exposición larga al mercado suizo y la exposición corta al mercado canadiense.
Las carteras de renta variable de países se beneficiaron principalmente de la exposición corta a los mercados español y tailandés y la exposición neutra al mercado italiano, mientras que se vieron afectadas negativamente por la exposición larga a los mercados alemanes y la exposición corta a los mercados japoneses.
Las carteras de divisas se beneficiaron principalmente de la exposición corta al real brasileño y al peso chileno y se vieron afectadas negativamente por la exposición corta al franco suizo y la exposición larga a la corona noruega.