El fondo conjuga la estabilidad del sector con el perfil cíclico de los medios
Después de dos años de crisis y recesión en Europa y EEUU, en los que un sector cíclico como las telecomunicaciones ha sufrido los avatares de un crecimiento económico por debajo de la media, llegan las oportunidades. En primer lugar, porque el sector se verá beneficiado por la recuperación económica y especialmente porque presenta unas atractivas rentabilidades por dividendo de entorno al 7,5% de media que ilumina las perspectivas en mercados como el europeo y el estadounidense, sobre todo si se conjuga con el potencial de penetración en los países emergentes. Es la perspectiva de Ralf Dietl, co-director de análisis de renta variable y gestor senior del Deka-Telemedien TF, un fondo que combina en armonía la estabilidad de un sector como el de telecomunicaciones con el crecimiento cíclico de los medios de comunicación e Internet.
“Las telecomunicaciones forman parte de la vida de todo el mundo y, a los atractivos retornos por dividendo que ofrecen en los países desarrollados -donde la capacidad de penetración está saturada pero las compañías pueden jugar la historia de otras aplicaciones en el teléfono móvil que les otorgan de nuevo poder de subida de precios- se unen sus posibilidades de crecimiento en los mercados emergentes como Latinoamérica, Asia y también África, en paralelo al aumento de la renta y el gasto”, asegura Dietl. De hecho, para jugar este crecimiento apuestan tanto por firmas internacionales como locales, estas últimas especialmente en países con mercados cerrados o controlados por el Gobierno, como India o China.
Pero el fondo, un long only lanzado en 1996 domiciliado en Alemania con activos de 350 millones de euros, no sólo cuenta con el sector de telecomunicaciones, que suele ocupar la mitad de su cartera. Su enfoque fundamental y selección bottom-up que permite identificar las compañías con mayor potencial de crecimiento pero también atractivas por valoraciones, también se aplica al sector de los medios de comunicación (que normalmente representan un 40% y en mercados que puedan estar consolidándose o se vean favorecidos por una nueva regulación) e Internet (el restante 10% del portfolio), un pilar más cíclico para jugar historias clásicas como los medios tradicionales y otras más nuevas. Los porcentajes son flexibles y pueden variar en función de la situación del mercado y la percepción de las valoraciones, si bien tradicionalmente mantiene estas proporciones.
Y la perspectiva es de largo plazo, la más apropiada, según Dietl, para “generar buenos retornos en el tiempo y a lo largo de un mismo sector, aunque sea doloroso a corto plazo”. Los tiempos son difíciles y no siempre es fácil abstraerse a unas turbulencias que apartan la vista del horizonte, pero el gestor afirma que utilizan estos momentos como oportunidades para aumentar las posiciones. “Las caídas que están sufriendo algunas compañías debido a los temores desatados por Grecia resultan exagerados y a veces los inversores venden por razones erróneas, al equiparar el riesgo de una compañía con el de un país sin tener en cuenta, por ejemplo en el caso de Telefónica, que sólo tiene el 30% de sus ventas en España”, afirma, Dietl.
Viraje defensivo
Las otras posibilidades que contempla cuando la situación se complica es aumentar el nivel de liquidez (que no suele ser mucha aunque no hay restricción), cubrirse con derivados o virar su selección hacia nombres más defensivos, con mayor cuota de mercado y que proporcionen una alta rentabilidad por dividendo, algo que están haciendo ahora, lo que suele traducirse en firmas de mayor tamaño. Con todo, Dietl niega que exista un sesgo por tamaño: “Nos fijamos en la liquidez y en la oportunidad que supone una compañía, dependiendo también del apetito por el riesgo”.