Reacciones de las gestoras al acuerdo sobre el techo de deuda en EE.UU: la vida no sigue igual

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Luisete, Flickr, Creative Commons

Hay acuerdo. Demócratas y republicanos han llegado a un entendimiento que evita por el momento el peor de los escenarios: la suspensión de pagos del país. Con 285 votos a favor y 144 en contra, la Cámara de Representantes ha dado luz verde al proyecto de Ley que permite elevar el límite de la deuda y reabrir la Administración, cerrada desde el pasado 1 de octubre. La rúbrica de Barack Obama al acuerdo bipartito pone fin de manera temporal a la parálisis fiscal que atenazaba tanto a su economía como a sus mercados. Sin embargo, el "espectáculo de Washington", tal y como lo ha definido el propio presidente de Estados Unidos, tendrá sus consecuencias. ¿Qué ha cambiado?

Según Keith Wade, economista jefe de Schroders, desde una perspectiva de mercado, la principal consecuencia es que la Reserva Federal necesitará más tiempo para evaluar el estado de la economía. “El bloqueo de la Administración ha retrasado, distorsionado y empeorado los datos económicos y no será hasta principios del próximo año cuando podamos tener una imagen clara del cuarto trimestre. El riesgo de otro ‘parón’ político pesará también sobre las deliberaciones de la Fed”, explica el experto.

En consecuencia, en la gestora no esperan que la Reserva Federal comience a retirar los estímulos hasta el próximo año, concretamente hasta el mes de marzo, con la posibilidad de que lo posponga hasta junio para hacer coincidir el anuncio de esta medida con la rueda de prensa de su nueva cabeza visible, Janet Yellen. Russ Koesterich, responsable de Estrategias de Inversión de BlackRock y responsable global de Inversiones de iShares, este acuerdo evita el impago de la deuda, que sería la hipótesis más catastrofista, pero también se trata simplemente de un parche. “Es probable que volvamos al punto de partida dentro de unos pocos meses”.

Sobre el impacto que el acuerdo tendrá en la economía y los mercados, el experto se muestra convencido de que "la tardanza y la naturaleza temporal de este acuerdo implicará una ligera desaceleración de la economía y, probablemente, en los beneficios empresariales del último trimestre del año, además de aumentar la volatilidad del mercado". Sobre cómo afectará este acuerdo a la política de la Fed, Koesterich considera que "en medio de este dramatismo, encontramos un pequeño resquicio y es que es probable que la Fed mantenga su política acomodaticia durante más tiempo, algo que no haría de no ser de otro modo”.

Sobre las consecuencias para la inversión, el experto cree que "los tipos de interés deberían mantenerse razonablemente estables —algo positivo para los bonos de alto rendimiento— y los problemas de Estados Unidos implican que la renta variable internacional, incluida la de los mercados emergentes, debería seguir ofreciendo una rentabilidad superior”.

Aunque muchos analistas de mercado considerarán esta resolución como una prórroga de la toma de decisión, en J.P.Morgan AM consideran que las implicaciones del acuerdo son un poco más complicadas. "Si bien el acuerdo sólo financia al Gobierno estadounidense hasta mediados de enero del próximo año, se ha descartado el riesgo de que se produzca otro cierre del Gobierno en enero. Los republicanos han sufrido en las encuestas de opinión porque los ciudadanos les culpan más que a los demócratas del cierre gubernamental. Muchos miembros de la Cámara de representantes y del Senado pueden ser reacios a seguir este mismo camino en un año electoral".

Según David Kelly, estratega jefe global de la gestora americana, aún hoy Estados Unidos sigue necesitando una reforma fiscal y la reforma de la seguridad social, no sólo para hacer frente a los déficits, sino para mejorar la capacidad productiva a largo plazo de la economía. "Los inversores tienen motivos para dudar de si los protagonistas de este último acto están a la altura de esta tarea. Sin embargo, la economía estadounidense ha demostrado ampliamente su capacidad para sobrevivir a la mala gestión de los cargos electos para dirigirla, y las perspectivas de que siga haciéndolo en 2014 son buenas, impulsando la producción económica, las cotizaciones bursátiles y los tipos de interés".