El gestor de M&G Investments cree que Trump traerá consigo un estilo de liderazgo fuerte que ayudará a impulsar “los espíritus animales, la confianza del consumidor y la economía estadounidense”.
Hoy se inaugura oficialmente el mandato de cuatro años de la Administración Trump. Los mercados están excepcionalmente atentos a los movimientos del nuevo presidente de EE.UU. en los próximos meses. El gestor de M&G Investments Richard Woolnough observa que es natural que el mundo entero preste atención al cambio de presidencia del país más poderoso del mundo, pero también se pregunta: “¿Por qué parece que es más importante esta vez?”.
Son dos los cambios fundamentales. El primero, la ruptura de la situación de parálisis política que se había vivido en los últimos años de la Administración Obama: “Por primera vez desde 1928, los republicanos tienen la Casa Blanca, el Congreso y el Senado. Por tanto, es más probable que la política gubernamental evolucione de gradual a radical”, indica Woolnough.
El segundo dato que hace distinto este cambio de presidencia es el hecho de que el próximo Comandante en Jefe no tenga ninguna experiencia previa en política, “lo que va a dar como resultado un tipo distinto de líder respecto al que ha existido históricamente dentro del sistema político estadounidense, volviendo a la presidencia más impredecible de lo que ha sido tradicionalmente”.
Sin embargo, el gestor es consciente de que estos dos aspectos ya han sido ampliamente debatidos por la opinión pública. Así, prefiere centrarse en un tercer punto derivado de los dos anteriores: “La combinación de la ausencia de experiencia política y la limpieza electoral a fondo en EE.UU. implica que el electorado ha elegido a un líder que quieren que lidere y un sistema político que facilitará sus puntos de vista. Esto hace que estén por venir tiempos interesantes”.
El experto aclara que desconoce qué políticas aplicará Donald Trump en su mandato y que encuentra difícil calcular su posible efecto. Pero sí llega a una conclusión clara: “Parece que viene dado para el corto plazo un viraje hacia la derecha en políticas económicas y sociales. Una cosa está inmediatamente clara, el liderazgo está de vuelta”, resume.
Psicología del liderazgo en la Administración Trump
Trump llega en un momento en que mercados y sociedades ya suman diez años de baja confianza en el liderazgo político y económico (incluyendo a los bancos centrales), que se ha traducido en grandes dosis de escepticismo. “Las causas y efectos de las decisiones políticas (como el QE) se suelen ver como confusas en el mejor de los casos, e irrelevantes para el mundo real en el peor de los casos. La conexión entre decisiones y consecuencias se ha embrollado. Con la elección de Donald Trump, esto está a punto de cambiar”, asegura Woolnough.
En su opinión, el Trump presidente “hará que los mercados vuelvan a centrarse en la conexión entre decisiones políticas y acciones del mercado”. De hecho, afirma que ya ha habido pruebas de “cómo su enfoque directo puede influir sobre resultados económicos”, en referencia a la fuerte devaluación del peso mexicano.
Esto no significa necesariamente que el gestor considere positivo lo que vaya a hacer la nueva Administración: “Tanto si son buenas o malas políticas, y si serán de ayuda o perjudiciales, sólo lo sabremos con el paso del tiempo. Lo único que será seguro en los próximos meses será que se va a remodelar la psicología del liderazgo político y económico respecto a los mercados”. En esta línea, el experto prevé que regrese la confianza en el gobierno estadounidense, “no necesariamente porque sus decisiones sean correctas, sino porque sus acciones políticas producirán un resultado identificable”.
Regresan los “espíritus animales”
El gestor aporta lo que cree que es una primera muestra de ese cambio: el repunte de la confianza de las pequeñas empresas estadounidenses, “un sector que es un fuerte motor de inversión, empleo y crecimiento en EE.UU.”. Tal y como se observa en el gráfico, se trata del mayor ajuste al alza visto desde que se realiza la estadística. “Los saltos previos de la confianza de las pequeñas empresas marcaron el final de las recesiones anteriores, y apuntaron a periodos de crecimiento económico de EE.UU.”, añade.
Woolnough defiende el poder del liderazgo para cambiar el rumbo de la economía a nivel micro: “El redescubrimiento de la confianza en el liderazgo se permeará a través del resto de la nueva Administración e influirá sobre el comportamiento de los directivos de empresas del sector privado. Esto debería ayudar a los espíritus animales, la confianza del consumidor y la economía”.
Por otra parte, cree que el impacto sobre el mercado se traducirá en “el requerimiento de que se reduzca la política monetaria acomodaticia, mientras que es probable que la inversión en negocios existentes y las fusiones y adquisiciones se incrementen”. “El liderazgo ha vuelto, se tomarán decisiones y esperamos que sean buenas”, concluye.