Reino Unido se queda sin la triple A: Crónica de una pérdida anunciada

Red
Echiner1, Flickr, Creative Commons

Después de que Moody’s le retirase la semana pasada al Reino Unido la triple A, la máxima calificación crediticia ha pasado a ser un bien cada vez más preciado que, en el caso de Europa, escasea. De hecho, en la actualidad el número de países que disfrutan de la AAA se reduce a Alemania, Holanda, Dinamarca, Suecia, Noruega y Suiza. ¿Cómo podría afectar a los mercados la retirada de la máxima nota por parte de la agencia calificación de riesgos a la segunda economía del Viejo Continente? Para Matt Beesley, responsable de renta variable global de Henderson Global Investors, el impacto debería ser mínimo.

“Al igual que en su momento los inversores ignoraron en buena medida el hecho de que tanto Estados Unidos como Francia perdiesen sus respectivas calificaciones, espero que esta ocasión los inversores hagan caso omiso de esto en el futuro”, afirma. En este sentido, Beesley considera que la pérdida de la triple A por parte de Reino Unido debe entenderse como algo políticamente embarazoso para el ministro de Finanzas británico, George Osborne, y no tanto como un motivo de preocupación para los mercados. “Y es que Osborne había hecho frecuentemente alusión a la ausencia de una rebaja de calificación como una aprobación a la estrategia de recorte de déficit del Gobierno”.

La rebaja aplicada por Moody’s se produce un año después de que la agencia rebajase la previsión de calificación a negativa, advirtiendo de que un escenario de lento crecimiento presentaba riesgos para las finanzas públicas del país. Azad Zangana, economista europeo de Schroders, considera que desde hace tiempo esta rebaja parecía estar escrita y la reacción del mercado sugiere que existen mayores preocupaciones para los inversores. Tanto Standard & Poor’s como Fitch también asignaron una perspectiva de calificación negativa para el Reino Unido, por lo que en Schroders esperan que sigan los pasos de Moody’s.

Lo que sí parece claro es que la pérdida de la máxima calificación crediticia por parte de Moody’s podría empujar a los inversores obligados a mantener únicamente activos con calificación AAA a vender bonos del Tesoro británico, si bien para que esto se produzca de manera obligatoria el país debería perder el máximo rango por parte de dos de las tres principales agencias de calificación de riesgos. “Sin embargo, en un mundo en el que los activos con calificación AAA están disminuyendo, no esperamos que el impacto de esto sea elevado”, afirma Zangana en un informe.

Como era de esperar, la reacción del Gobierno británico no se hizo esperar. Según el propio ministro de Finanzas, la pérdida de la triple A es un “duro recordatorio” de los problemas de deuda que sufre el país y una “clara alerta” para aquellos que piensan que se pueden evitar el problema de déficit que atraviesa la economía británica sin aplicar un plan creíble orientado precisamente a reducirlo. “Lejos de disuadir al Gobierno en su determinación a poner en marcha el plan de recuperación económico, esta decisión lo acrecienta”, aseguraba el ministro del ramo.