El primer trimestre de 2017 ha sido atípico para la renta fija, especialmente si se compara con los trimestres de años recientes. Para empezar, se ha podido ver la corrección de bonos de referencia en el sector - frente a revalorizaciones de años anteriores-, y los bancos centrales han adoptado posturas menos acomodaticias: el BCE quiere reducir el ritmo de las compras de bonos y la Fed ha subido tipos de interés en diciembre y en marzo. Entre tanto, el dólar se ha apreciado al calor de las declaraciones de Donald Trump, y cada vez más inversores se han lanzado a poner en precio - con signos de pesimismo- el posible desenlace de las elecciones francesas. Todo este caldo de cultivo ha estado marcado, además, por unos niveles inusualmente bajos de volatilidad.
Renta fija: ¿Dónde ha estado la rentabilidad en el primer trimestre?

KimManleyOrt, Flickr, Creative Commons
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