Los responsables de inversiones de varias entidades de banca privada analizan, en un desayuno organizado por FundsPeople y patrocinado por ODDO BHF Asset Management, los principales factores que han condicionado el mercado de high yield en el último año, un activo que también sufrió el envite del cambio de paradigma monetario, y donde hay nuevas oportunidades.
Renta fija high yield: de dónde venimos para saber hacia dónde vamos

Tras años de bonanza en los mercados financieros, las tensiones inflacionistas y las consiguientes subidas de tipos de interés llegaron en 2022 provocando un deterioro generalizado de todos los activos. “Un annus horribilis para la inversión”, en palabras de Álvaro Galiñanes, CIO de Santander Private Banking Gestión, quien reconoce que este escenario de caídas tan intensas y sin prácticamente refugios fue inesperado, a pesar de que “era la situación que todos temíamos que se produjera en algún momento”.
“La llegada de una inflación no vista en décadas obligó a los bancos centrales a aplicar la medicina tradicional, algo que provocó esta debacle en todos los activos, también en la renta fija high yield”, apunta Galiñanes.
Sin embargo, tras la tormenta llegan las oportunidades. “Estamos en una posición más ventajosa, el mercado tiene ganas de poner en valor aquellos activos que habíamos tenido que infraponderar o sobre los que habíamos deshecho posiciones por miedo a la reacción de los bancos centrales, que tienen que bregar ahora con dos objetivos contrapuestos: una inflación que ya se está moderando y el riesgo económico que conlleva subir tanto y en tan poco tiempo los tipos”, añade.
1/5Aunque la deuda high yield hizo daño en las carteras el año pasado, Diego Fernández, director general de Inversiones de A&G Banca Privada, no cree que las caídas en este segmento fueran excepcionales, a diferencia de lo ocurrido con la deuda de gobiernos o investment grade, dada su exposición al riesgo de tipos.
Ahora, también vislumbra muchas oportunidades, pero con riesgo. De hecho, define el escenario hacia el que nos encaminamos como un “entorno de riesgo, en el que éste empieza a estar correctamente remunerado”. En el caso del high yield, para Fernández la principal reflexión este año será la de cómo posicionar este activo en las carteras frente al equity y también frente a la deuda investment grade.
En cualquier caso, reconoce que el posicionamiento de su casa todavía es “moderadamente cauto”. “Pensamos que había un trade táctico que quizás esté ya un poco más avanzado y todavía puede ser un poco pronto para el carry de sentarse y esperar. Nos situamos en un término medio”, explica.
2/5La fuerte volatilidad de 2022 fue inesperada, pero Antonia Conde, responsable de Gestión de Activos de Renta 4 Banco, hace hincapié en que ya antes del cambio de paradigma monetario, las perspectivas de futuro de la renta fija no eran muy halagüeñas porque se contemplaba que, en algún momento, la combinación de la burbuja de crédito y los tipos a cero derivaran en rentabilidades negativas “y en algún susto”, si bien este resultado se ha producido de forma más rápida de la prevista.
En este sentido, destaca que el posicionamiento de Renta 4 Banco en los últimos años ha sido “bastante negativo” e, incluso, no ha contado con deuda high yield en cartera.
“Ahora se han abierto oportunidades, la clave será encontrar el momento adecuado para aprovecharlas. Por el momento, aún somos bastante cautos y hemos decidido esperar a las ventanas de oportunidad que abra la nueva volatilidad que esperamos vuelva a surgir a lo largo de 2023”, señala Conde.
3/5Para Luis Buceta, CIO de Creand AM y vicepresidente de CFA Society Spain, uno de los factores que ha condicionado el mercado de high yield tiene mucho que ver con el prolongado contexto de bajos tipos de interés de la última década, que hizo salir a los inversores de sus refugios tradicionales para buscar fuentes de rentabilidad extra.
“En el caso del universo de la renta fija, muchos se vieron obligados a desplazarse hacia el high yield, a pesar de que no estaban cómodos con estos activos porque su perfil de riesgo era más conservador”, señala.
Ya en medio del proceso de normalización monetaria, Buceta destaca los fuertes picos de volatilidad que se han vivido en este mercado y que considera “especialmente exagerados” si se comparan con el equity. “Ha habido momentos de gran iliquidez, en los que los diferenciales se ampliaban hasta los 800 o 900 puntos, para bajar hasta los 600 puntos en cuestión de una semana, porque el mercado se secaba muy rápido, para inmediatamente volver a entrar liquidez”, explica.
Como nota positiva, el CIO de Creand AM cree que el high yield en 2022 ha enseñado al inversor la importancia del carry. “Incluso con las mayores subidas de tipos de interés de la historia, el carry ha conseguido compensar y en los dos últimos años consecutivos no se pierde dinero con este activo”, asegura Buceta. “En EE.UU., nunca se han registrado pérdidas en high yield durante dos años consecutivos. En Europa solo una vez, durante la burbuja de las puntocom”, añade.
4/5La deuda high yield es uno de los activos favoritos para 2023 de ODDO BHF AM, según pone de manifiesto el country head para Iberia y Latam de la gestora, Leonardo López, quien recuerda que estos bonos, desde el punto de vista estructural, diversifican las carteras, aportan descorrelación y reducen la volatilidad. Además, en entornos de subidas de tipos, aportan protección por su menor duración.
López asegura que ya en mayo del año pasado comenzaron a aparecer ventanas de oportunidad para invertir en el mercado high yield, justo cuando empezaron a anticiparse escenarios de recesión. “Puede parecer contraintuitivo dado que las crisis económicas suelen implicar incrementos de los defaults, pero el mejor punto de entrada en este activo es el momento previo a una recesión. La historia demuestra que es justo en ese entonces cuando los diferenciales tocan máximos”, indica.
“Quizás ahora los spreads sean menos atractivos a los alcanzados en los meses de octubre y julio del año pasado, cuando llegaron a rozar los 700 puntos, el umbral con el que el mercado suele anticipar una recesión; si bien las tires absolutas se encuentran en niveles muy interesantes”, defiende el responsable de ODDO BHF.
Ante la dificultad para acertar con el timing, recomienda incrementar el peso de estos activos en cartera de forma progresiva.
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