Renta fija: hora de ser global y pasar de la beta al alfa

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Foto cedida

¿Es el fin de la inversión en renta fija? Pese a que la Reserva Federal ha vuelto a infundir incertidumbre en los mercados al insinuar por sorpresa que se adelantará el momento de subida de los tipos de interés, la opinión de los expertos de Amundi Grégoire Pesquès (director del equipo de crédito global en Amundi UK - en la imagen) y Adrian Bender (especialista de producto sénior en Amundi UK) son de la opinión de que la respuesta es no, pero el inversor cada vez tendrá que diversificar más sus posiciones. 

“Mucha gente piensa que la renta fija global es un activo totalmente diferente, pero los criterios de duración, volatilidad etc son similares” afirma Pesquès. “No vas a añadir mucho riesgo pasando de renta fija euro a global”, añade. El experto recuerda que existen dos maneras de generar valor en renta fija: bien a través de estrategias de beta (combinando posiciones cortas y largas) o bien a través de estrategias de alfa, donde se aprovecha la volatilidad para crear valor relativo. “Vemos que la beta cada vez es menos atractiva en la renta fija corporativa. Cada vez se va a ver más generación de valor bottom up, y cuantas más oportunidades haya, mejor rentabilidad se obtendrá y la manera más fácil y rápida de generar valor es pasar de local a global incrementando el universo de inversión (más tipos de activos y emisores) y añadiendo estrategias (asignación geográfica, cruce de divisas, etc.)”, remacha Pesquès. 

“La idea que está detrás de ira a renta fija global es que la diversificación ha regresado. La crisis trajo el aumento de las correlaciones con una gran polarización, con el mercado en modo risk on/ risk off” completa Adrian Bender, que observa que, desde el mensaje de Mario Draghi de que se haría lo que hiciera falta para salvar al euro, se ha vuelto a registrar “un gran movimiento de vuelta hacia la diversificación en el mercado”. El escenario central que manejan estos expertos de Amundi es que los mercados desarrollados continuarán recuperándose lentamente hasta un punto en el que se produzca una convergencia entre los países con más crecimiento y los que menos. Entretanto, la inflación no hará acto de presencia. “La gente está demasiado complaciente pensando que no va a haber inflación, pero los precios se ajustarán eventualmente al crecimiento” indica el especialista de producto sénior. 

“Ahora se cumplen cinco años de mercado alcista de la renta variable, el crédito y el high yield… Creemos que muchos activos ahora están caros, y por eso hay que incrementar las estrategias de valor relativo” continúa Bender. El especialista cree que, con el último movimiento de la Fed, crecimiento más fuerte, y mayor inflación, la renta fija soberana perderá algo de apoyo tanto por primas como por crecimiento e inflación. “Vemos más riesgos al alza que a la baja”, resume. En base a este posicionamiento, desde la firma han optado por infraponderar duración y están pensando en recortar más su exposición a los treasuries. Además, consideran que el dólar estadounidense está caro frente a la libra y no esperan una gran depreciación del euro, aunque observan que la moneda única ahora presenta menos apoyos. 

Grégoire Pesquès sigue explicando cómo ha cambiado la inversión en renta fija desde 2008: “Hace algunos años, para la gente la renta fija corporativa era un activo refugio, si se empezaban a preocupar con la renta fija soberana rotaban a la corporativa”. Esta constatación es en sí misma una idea de cómo crear valor relativo, al contraponer estrategias sobre la curva de renta soberana con otras en renta corporativa. “Incluso en un mismo país puedes hacer esa asignación de activos en renta fija y generar valor significativo”, indica el experto, que añade que la firma que representa está muy positiva en deuda española. También están positivos en la italiana, aunque en menor medida debido a los cambios políticos que ha experimentado el país recientemente “aunque la gente cree que Renzi es el hombre adecuado para abordar algunos problemas”, apostilla Bender. 

Ir más allá del crédito y el high yield

Pesquès pone otra comparación para explicar por qué el inversor debe empezar a pensar en distribuciones de activos distintas a las que se han realizado hasta ahora: “El crédito ha batido a los treasuries en un 25% de rentabilidad en los últimos 5 años. Pero ahora están acercándose a niveles históricos, lo que supone que las estrategias largas en crédito cada vez tienen menos atractivo”. Por esta razón, el director de crédito global de Amundi UK propone “ir más allá del crédito y el high yield”. “No hay que cambiar el tipo de activos, sino el tipo de estrategias y ampliar el universo de inversión”. Pesquès plantea el siguiente ejemplo: por qué invertir en deuda emergente o high yield si está volviendo a haber atractivo en emisiones con grado de inversión, “no por fundamentales sino por aspectos técnicos”. Recordemos que en el último año y medio cada vez más inversores han deshecho posiciones en deuda de alta calidad para comprar high yield porque ofrecía mayores rendimientos, por lo que ahora la deuda con grado de inversión ha vuelto a niveles más atractivos. 

Llegados a este punto, Pesquès lanza una advertencia sobre las consecuencias de seguir invirtiendo en high yield: “La gente cada vez está más preocupada por la liquidez del mercado secundario”. El director del equipo de crédito global de Amundi UK explica que, aunque desde la firma tienen una postura constructiva respecto a esta clase de activo, sí observan que hay muchos inversores que cada vez añaden más riesgo a la cartera debido a la caída de las rentabilidades, y esto en su opinión les está llevando a “la parte final del high yield”. “Cada vez es más importante pensar en cómo salir del activo, por la concentración y porque la liquidez del mercado secundario puede ser baja. Ha llegado el momento de diversificar y empezar la transición hacia renta fija global”, apostilla el experto. Éste hace otra comparación: considera que actualmente la deuda emergente denominada en una divisa fuerte es más atractiva que el high yield europeo.