Las expectativas de una normalización de la curva han hecho a las gestoras implementar un aumento progresivo de la duración en las carteras.
Renta fija sí, pero siendo selectivo: ¿qué nichos son más atractivos para las gestoras españolas?
Aunque hemos ido tomando beneficio parcial de nuestras posiciones, todavía nos mantenemos positivos en crédito, en la periferia europea en bonos soberanos y con una estrategia con preferencia por los vencimientos cortos que están más anclados a la expectativa de bajadas de tipos, apalancándolos para mantener una ligera visión positiva sobre la sensibilidad al movimiento de tipos (duración). También mantenemos una estrategia que busca capturar beneficios de una normalización (positivización) de la curva de tipos. La renta fija soberana cotiza en un entorno económico más sombrío de lo que esperamos descontando una recesión y, por tanto, mantenemos cautela en los vencimientos medios y largos.
1/10La renta fija nos parece atractiva como activo en general, ya que todo parece indicar que hemos concluido el ciclo de subidas de tipos. Eso sí, hay que ser muy selectivos en la elección del riesgo de contrapartida en el sector de la renta fija privada, donde el encarecimiento del crédito puede afectar de manera significativa a las empresas con mayores necesidades de financiación.
Donde pensamos que las oportunidades de inversión parecen más claras sería en el tramo corto de la curva, sobre todo, en productos con duraciones inferiores a los 2 años, ya que recogen rentabilidades muy atractivas sin la volatilidad que pueda provenir de la incertidumbre en cuanto a posibles cambios en la política monetaria futura, siendo conscientes de las limitaciones a posibles retornos futuros por un descuento adicional de tipos más bajos en años venideros. Dentro del tramo corto daríamos prioridad a la renta fija privada sobre la pública ya que el diferencial de crédito todavía lo hace atractivo sin asumir un riesgo excesivo debido a la cercanía del vencimiento. Además, seguimos recomendando un análisis profesional de los emisores que eviten una inversión indiscriminada en este tipo de activo.
2/10En renta fija hemos subido la duración de las carteras. Preferimos los tramos cortos de las curvas de tipos y el grado de inversión frente al High Yield. También estamos largos de mercados emergentes, tanto en hard como local currency.
3/10Los inversores esperan 8 recortes de la Fed hasta junio de 2025 y más de 5 adicionales por parte del BCE. La capacidad de sorpresa es baja y tan solo un empeoramiento brusco de estas economías podría forzar a las autoridades monetarias a ser más agresivas de lo que descuenta el mercado. En este escenario, la ventana de oportunidad para alargar duraciones se ha cerrado de momento, sobre todo en deuda pública; seguimos pensando que hay que estar invertidos, minimizar las posiciones de liquidez, pero esperaríamos a momentos de más dudas entre los inversores para aumentar de manera notable la duración de las inversiones.
No obstante, seguimos viendo oportunidad de aumentar nuestra exposición a renta fija privada dentro de nuestra cartera, aprovechando la mayor rentabilidad que ofrecen estas emisiones frente a la deuda pública. Nos centraríamos en los tramos de 1 a 3 años para evitar la posible volatilidad derivada de un menor optimismo acerca de la posición de los bancos centrales o un empeoramiento de la situación económica que aumentase el riesgo de impago.
4/10La estrategia en renta fija pasa por un aumento progresivo de la duración de las carteras. En este entorno de moderación del crecimiento, hemos reducido la exposición al crédito high yield y aumentado el peso de los activos investment grade y, en este último, en compañías con mejores calificaciones crediticias, centrándonos en deuda de empresas con buen rating de sostenibilidad.
5/10Los tipos de interés, a pesar de la caída experimentada durante el verano, continúan siendo atractivos con la perspectiva de los últimos 10 años, más todavía teniendo en cuenta el escenario que prevemos de ralentización económica para los próximos meses y de recortes de tipos a ambos lados del Atlántico. La deuda soberana de la zona euro podría tener más valor, ya que parece que el mercado está infra estimando los posibles recortes de tipos en los próximos meses; en cuanto a la deuda emergente parece más atractiva la denominada en divisa fuerte, que debería beneficiarse de los recortes de tipos de la Fed, aunque somos muy selectivos debido a los riesgos de que los Estados Unidos adopten una política comercial más proteccionista después de las elecciones. Y en crédito favorecemos especialmente los bonos investment grade por la solidez de los balances de las compañías, mientras que tenemos una visión más cauta sobre los bonos high yield, cuyo diferencial debería de ampliar como consecuencia de la ralentización económica.
6/10La aparición de datos macro negativos o más débiles de lo esperado, han potenciado todavía más las bajadas de tipos de interés. Así que los mercados nos siguen dando la razón y justificando el porqué de nuestra insistencia en que los clientes cogieran duración. Las carteras de renta fija han devengado un cupón interesante y se han beneficiado del desplazamiento de las curvas. Y en este aspecto, aconsejamos mantenerse. No tanto porque vaya a actuar como activo refugio sino porque entendemos que las posteriores actuaciones de los bancos centrales seguirán favoreciendo el desplazamiento de las curvas. En todo caso, insistir en que el posicionamiento debe seguir evitando posiciones en emergentes y high yield. Las ampliaciones de los diferenciales de crédito pueden seguir y erosionar la rentabilidad obtenida por las carteras.
7/10Hemos mantenido durante todo el año un posicionamiento muy cauto con respecto al riesgo de tipo de interés. Preferimos duraciones bajas, ya que seguimos considerando que alargar los plazos no aporta mayor rentabilidad y sí incrementa el riesgo, dada la estructura actual de las curvas. El mercado descuenta en estos momentos, a nuestro juicio, con algo de optimismo, fuertes bajadas de tipos por parte de la Fed en el último tramo del año, fundamentadas en las perspectivas de una mayor ralentización de la actividad y del crecimiento y en la moderación de los precios. Algo parecido, aunque en menor medida ocurre en la zona euro. Sin embargo, en nuestra opinión, a la luz de los datos observados por el momento, las expectativas son algo excesivas y, aunque se produzcan las bajadas en los tipos de intervención previstas, una traslación de magnitud a plazos medios y largos parece muy poco probable, salvo que verdaderamente se entre en un escenario de fuerte ralentización económica.
Por otra parte, no parece que los bancos centrales tengan intención de expandir su balance en los próximos meses, sino más bien lo contrario, por lo que, dada la fuerte correlación histórica existente entre el nivel de balance de estos y los tipos de interés reales a largo plazo, creemos que veremos mayor presión en los tramos más largos de las curvas, con la salvedad de entrar en recesión. Con todo, dada la volatilidad existente, tratamos de hacer una gestión activa de la duración de forma táctica aprovechando las oportunidades. En cuanto al crédito, seguimos pensando que los diferenciales dejan ya poco margen de mejora, especialmente en grado de inversión. Nos gusta el high yield con vencimientos cortos, que todavía ofrece una oportunidad de carry interesante, con un nivel de riesgo moderado, al igual que la deuda subordinada con reseteos cercanos, aunque lo cierto es que ambos activos han corrido mucho.
8/10Aunque los diferenciales de crédito están ajustados, nos continúa gustando la renta fija corporativa, especialmente las emisiones con grado de inversión con fundamentales empresariales sólidos y tasas de incumplimiento muy contenidas. El acceso al capital sigue sólido y el nivel de los impagos continúa muy por debajo de los máximos observados durante la crisis financiera o el Covid y no prevemos que repunte de forma importante en un escenario de relajación de los tipos de interés. Por otra parte, en deuda pública nos gusta el tramo corto y medio de la curva donde la rentabilidad actual es interesante y el riesgo reducido. En los últimos meses, hemos aprovechado las oportunidades que nos ha ido dando el mercado para tomar posiciones en renta fija corporativa en empresas con amplios márgenes, alta generación de FCF y bajo endeudamiento, también nos hemos centrado en aquellas compañías de high yield susceptibles de ver una mejora en el rating.
9/10Tras el fuerte estrechamiento en las primas de riesgo de crédito, pensamos que ahora hay más valor relativo en la deuda pública, sobre todo si tenemos en cuenta la liquidez. En general, nos gustan los tramos cortos de la curva porque pensamos que, a medida que los bancos centrales vayan bajando los tipos de interés las curvas deberían ir ganando pendiente.
10/10