Renta 4 Gestora, de la mano de su responsable de Renta Variable Europea y David Cabeza, analista, ofrece las principales claves para invertir en acciones europeas a través del Renta 4 Bolsa y del Renta 4 Valor Europa.
La renta variable como oportunidad es el mensaje que transmite a los inversores Renta 4 Gestora en un entorno como el actual, de valoraciones atractivas y expectativas de crecimiento de los beneficios de dos dígitos. En un entorno económico constructivo de crecimiento moderado, las claves estarán en la política monetaria expansiva, la debilidad del euro, los bajos niveles de deuda o la capacidad de generación de caja. Una visión en la que Javier Galán y David Cabeza, responsable de Renta Variable Europea y analista, respectivamente, dejan claro que su trabajo no es hacer proyecciones sobre el PIB, sino que “la macro sólo se mira para saber si hay recesión”, afirma Cabeza. “En un escenario recesivo caen los beneficios y las caídas de la renta variable son justificadas. Esto es lo que nos preocupa”, continúa. Pero no es el caso. El crecimiento económico será sostenido, según los expertos, alejando un escenario de contracción en el medio plazo. Y con esa seguridad las correcciones de los índices se presentarán como oportunidades de compra.
Los argumentos para esta confianza empiezan en unas expectativas de crecimiento de beneficios para 2017 de doble dígito (11%) y continúan en dos factores que han pasado a ser vientos de cola: la mejora de la curva de tipos y el precio de las materias primas. Además, observan una atractiva valoración de la renta variable europea, tanto frente a su media histórica como frente a la deuda pública y el crédito.
Todo ello sin obviar los riesgos. Estos se traducirán en volatilidad, señala Galán, pero en este entorno “la volatilidad genera oportunidades”. En el corto plazo, un posible exceso de optimismo que podría haber en torno a Donald Trump podría traer ruido al mercado. Ya en el largo plazo podríamos ver la otra cara de la moneda, ante el riesgo de recalentamiento de la economía americana debido a presiones inflacionistas y un aumento del proteccionismo, factores que provocarían un detrimento del crecimiento de las empresas. En Europa, las citas electorales nos darán una pista de cómo será el desenlace del euro, mientras que China y el exceso de endeudamiento de los gobiernos se mantendrán como nubarrones sobre los mercados.
De cara a su estrategia, dos son los sectores donde ven mayor potencial alcista por resultados: aquellos vinculados a materias primas y petróleo cuyas empresas han hecho importantes esfuerzos de reestructuración en los últimos años, y farmacéuticas, sector que está en una megatendencia (envejecimiento de la población, países emergentes, etc.) y que, tras las correcciones de 2016, cotiza con valoraciones atractivas. Además, a nivel de flujos éstos han penalizado las cotizaciones en Europa, pero ahora “los inversores de Estados Unidos u Oriente Medio empiezan a mirar de nuevo hacia este mercado”, apunta Galán.
Estrategias: calidad y valor
Galán está al frente de dos fondos, el Renta 4 Bolsa y el Renta 4 Valor Europa, en los que el proceso de inversión se basa en dos pilares: el componente de calidad y el componente de valor. El primer bloque, que abarca el 60% de la cartera, tiene carácter estructural y engloba compañías defensivas de alta calidad que cuenten con algún tipo de ventaja competitiva, y cuya evolución tiende a reducir la volatilidad de la cartera. Entraría aquí el sector salud, por ejemplo, con nombres como Novartis o Grifols, así como Unilever, Airbus o Inditex. El 40% restante de la cartera corresponde a la inversión en estilo valor, donde buscan empresas infravaloradas o que estén en proceso de reestructuración. Es la base de su modelo de negocio, la parte que más aporta a la rentabilidad, pero a cambio, la que tiene mayor volatilidad. Los nombres de esta segunda parte son Caf, Indra, Técnicas Reunidas o Acerinox.