Repercusiones en los mercados financieros del estallido del conflicto palestino-israelí

Israel
Foto: Cole Keister, Unsplash

En vísperas del 50º aniversario de la primera crisis del petróleo del mundo, tras la guerra de Yom Kippur, Hamás lanzó el pasado fin de semana un ataque sorpresa y sin precedentes contra Israel desde la frontera de Gaza que, por ahora, ha provocado una reacción bastante contenida de los mercados, con un repunte de los precios del petróleo de alrededor el 3%, una subida del dólar del orden del 0,5% y una ligera huida hacia la calidad con una caída moderada de las bolsas y de los tipos de interés a largo plazo. FundsPeople ha recopilado las opiniones que, hasta el momento, han emitido las gestoras internacionales sobre el impacto que podría provocar este conflicto en los mercados.

Para Maximilien Macmillan, director de Inversiones de abrdn, la escalada del conflicto en la franja de Gaza está generando en los mercados un patrón típico de movimientos de aversión al riesgo en todas las clases de activos, lo que se caracteriza por ventas en la renta variable y una revalorización del dólar al convertirse en un buen destino para quienes buscan un activo refugio. “Las excepciones notables a la fortaleza del dólar son el yen japonés, una divisa defensiva que se ha devaluado fuertemente en los dos últimos años, y la corona noruega, que se ha beneficiado de la subida de los precios del petróleo”, explica el experto.

Un shock estanflacionario

La deuda pública estadounidense, considerada activo refugio, cotiza de forma lateral, señal -a su juicio- de influencias contradictorias. Por un lado, una sacudida del sentimiento genera demanda de seguridad. Por el otro, la presión alcista sobre el petróleo suele ir asociada a rendimientos más elevados debido a su repercusión en la inflación. “Los shocks de este tipo son estanflacionarios por su propia naturaleza y, por lo tanto, resultarán especialmente difíciles de manejar para los responsables políticos que tienen que hacer malabarismos para equilibrar el crecimiento y la inflación con los que ya están luchando”, augura el director de Inversiones de la firma británica.

Según Benjamin Melman, director global de Inversiones en Edmond de Rothschild AM, la acumulación de una prima de riesgo en los mercados es lógica. “En esta fase, no presenta ninguna oportunidad particular, ni exige una revisión de nuestra política de asignación de activos. Por lo tanto, estamos a la espera de nuevos acontecimientos antes de tomar una posición”, afirma. Eso sí: Melman recuerda que la dramatización de la situación implica a protagonistas no productores de petróleo cuyo impacto en la escena económica global sigue siendo limitado. “La principal amenaza es una conflagración regional, con el riesgo de una guerra entre Irán e Israel con repercusiones de gran alcance”, advierte.

Impacto en el mercado de materias primas

El ataque de Hamás a Israel está elevando los precios del petróleo, justo en un momento en el que la tendencia apuntaba a la baja. “En la semana previa al ataque, los precios del petróleo habían estado cayendo, debido a las enormes turbulencias en los mercados financieros que comenzó a sembrar dudas sobre la demanda mundial de petróleo. Además, estaba en juego un acuerdo negociado por Estados Unidos que haría que Arabia Saudita no solo reconociera a Israel, sino que se comprometiera a aumentar la producción para fin de año. El ataque de Hamás ha puesto claramente fin a esa evolución”, apunta Nitesh Shah, director de materias primas y análisis macroeconómico en WisdomTree.

La onza de oro también está subiendo. Tal y como indica el experto de la firma anglosajona, el metal tiene una sólida reputación como cobertura geopolítica, aunque a menudo los movimientos de los precios se disipan rápidamente. “En ocasiones, las ganancias de los precios se mantienen y son muy significativas. Tomemos como ejemplo la Guerra de Yom Kippur hace 50 años, donde el precio de la onza de oro se mantuvo un 47% por encima un año después del inicio de la guerra”. Shah aporta el siguiente gráfico, en el que se puede ver cuál ha sido el comportamiento relativo del oro frente al de la renta variable 12 meses después de la aparición de un cisne negro.