EFAMA y ALFI reclaman tiempo para implementar las nuevas normas europeas al considerar que "resulta extremadamente difícil estar preparados según el calendario establecido", advierte el presidente de EFAMA, Alexander Schindler.
UCITS, MIFID, AIFMD, EMIR, PRIIPS… La industria europea de servicios financieros se ha enfrentado a una auténtica sopa de letras regulatoria en los últimos años. Pero, ¿cuál ha sido el impacto real de estas medidas? ¿Han conseguido fortalecer el sistema financiero, mejorar la integración europea y fomentar nuevas vías de financiación, como se proponían, o por el contrario, la complejidad normativa está frenando la competitividad de la industria?
Es lo que se ha propuesto averiguar la Comisión Europea, que el pasado mes de septiembre lanzó una consulta –en el marco del Plan de Acción para la Unión de Mercados de Capitales– con el fin de determinar el impacto de las reformas del sector financiero.
Y la primera conclusión parece clara: tras la avalancha regulatoria, ha llegado el momento de unificar criterios y centrarse en la implementación efectiva de las nuevas regulaciones. Según ha comunicado EFAMA, “la industria europea de gestión de activos aporta más de cuarenta ejemplos de barreras, incoherencias y duplicidades presentes en el actual marco político y regulatorio de la Unión Europea que deben ser resueltas”. La Asociación Europea de Fondos y Gestión de Activos señala además que los ejemplos atañen tanto a las regulaciones aprobadas por las instituciones europeas (Comisión, Parlamento y Consejo) como a las impulsadas por las autoridades europeas de supervisión (EBA, EIOPA y ESMA).
Por eso, EFAMA aboga por que las autoridades europeas garanticen cierta estabilidad regulatoria en los próximos años y, sobre todo, que se aseguren de que los calendarios de implementación son realistas: “Encontramos muchos ejemplos de directivas fundamentales para nuestro sector (MiFID II, UCITS V, PRIIPS) para las que resulta extremadamente difícil estar preparado según el calendario establecido”, advierte el presidente de la asociación, Alexander Schindler.
También ALFI
La Asociación de la Industria de Fondos de Luxemburgo (ALFI), que también ha participado en la consulta de la Comisión, subraya además la importancia que tienen los cambios regulatorios en la capacidad de la Unión Europea para atraer actividades relacionadas con el sector financiero que a su vez generen nuevas oportunidades de empleo, y cita como ejemplo las normas que rigen la remuneración de los gestores de fondos armonizados (UCITS) o alternativos (AIFMD): “A las gestoras de fuera de la Unión Europea, sobre todo estadounidenses y asiáticas, les cuesta internalizar ciertos aspectos que afectan a la remuneración de los gestores y esto supone un obstáculo a la hora de establecer sus vehículos de inversión en la UE”.
Otro aspecto que, en opinión de ALFI, convendría simplificar tiene que ver con el hecho de que “las diferentes regulaciones europeas crean distinciones artificiales entre productos que cubren necesidades muy similares, como los seguros o los fondos de inversión”. Por eso, defienden que las normas estén basadas en principios generales que permitan adaptarse fácilmente a los cambios tecnológicos y la innovación, aunque coinciden con EFAMA en reclamar un periodo de estabilidad regulatoria, “sobre todo teniendo en cuenta la naturaleza internacional de los mercados financieros. Sin duda, demasiados cambios demasiado rápido frena la participación en la UE de los actores de fuera de la región”.