En una entrevista a Funds People, Luis Ojeda, responsable de Deutsche Asset & Wealth Management para Iberia, analiza el momento que atraviesa el sector, los desafíos que afronta, las tendencias que aprecia y cómo lo están viviendo en la gestora que dirige
La industria de gestión de activos vive un momento dulce a nivel global después de encadenar varios años de crecimiento sostenido. La tarta se hace cada vez más grande y hay indicios que apuntan a que esta tendencia se mantendrá en el futuro. En una entrevista concedida a Funds People, Luis Ojeda, responsable de Deutsche Asset & Wealth Management para Iberia, cita tres. En primer lugar, el hecho de que aún queda mucho margen de crecimiento para la gestión profesional. “Se calcula que en el mundo desarrollado solo un tercio de los activos de los clientes que tienen activos financieros están siendo gestionados de manera profesional por gestores de activos. Por ese lado todavía hay mucho terreno para que la industria vaya ganando cuota de mercado, lo cual es importante para el sector”, afirma.
El segundo aspecto es el importante déficit de ahorro que existe de cara a la jubilación. “Es evidente que cada vez las personas viven más y los ahorros que hay no se están adecuado a esa esperanza de vida. Existe una necesidad de incrementar las dotaciones a fondos de pensiones que es generalizada en Occidente. Esto será un catalizador para la industria”. La tercera razón que le invita a ser optimista sobre su evolución es el hecho que los déficit públicos son de tal calibre que los gobiernos van a tratar por todos los medios de que el sector privado financie los nuevos proyectos de infraestructuras. “Dentro del sector privado, la industria de gestión de activos está muy bien posicionada”, explica. Esos tres puntos son los que le conducen a pensar que seguiremos viendo un crecimiento tendencial del sector.
Sin embargo, haciendo un análisis más en profundidad, Ojeda dibuja una fotografía más compleja. “Aunque es cierto que estamos en una industria en expansión, con unos volúmenes gestionados superiores a los que había antes del estallido de la crisis financiera, si coges ese crecimiento, eliminas de la ecuación el efecto mercado y lo divides entre el número de jugadores, el crecimiento es bajo. Los flujos se los están llevando un reducido número de entidades. Existe una concentración muy fuerte. La famosa frase de que el ganador se lo lleva todo es cierta. Por otro lado, dentro de esa concentración se aprecia un crecimiento barbell, con los segmentos de gestión pasiva y alternativa creciendo a un ritmo muy fuerte y la parte de gestión activa, situada entre medias, con unas tasas inferiores”, revela Ojeda.
Los claroscuros de la industria de gestión de activos
En consecuencia, la tarta crece mucho, pero para pocos y, además, es más fina, ya que existe una mayor presión en márgenes por varios motivos. En primer lugar, Ojeda apunta al factor regulatorio. “Los costes han aumentado significativamente como consecuencia entre otras cosas de las adaptaciones al nuevo marco normativo y la digitalización. Esos costes, sobre los que el regulador exige máxima transparencia, los están pagando las gestoras con la ayuda del mercado. Si gestionas un fondo con un patrimonio de un millón de euros y estás en un entorno en el que te suben los costes, te bajan los márgenes, pero el mercado te está dando un crecimiento de un 7 o 8% anual, ves aumentar los activos y en términos de ingresos puedes asumir esos costes. El problema radica en que, con un mercado de renta fija agotado y de renta variable con menor potencial de crecimiento, el mercado no te va a dar crecimientos similares a los de los últimos años”.
El segundo factor es la mayor competencia. “Se trata de una industria de competencia perfecta. No encuentro muchos sectores donde exista la competencia que hay en este. Una gestora española compite directamente con cualquier firma internacional que registre sus fondos en el mercado español. Las entidades compiten a nivel global en una industria en la que prácticamente no hay barreras de entrada”. Según Ojeda, el poder de la marca es importante, si bien esta cada vez va más asociada al performance, la innovación y el servicio. “Progresivamente, la marca va a ser fruto de esas tres cosas. Antes se podía vender con una buena marca y el performance no era lo más relevante. Eso ya no es así. Aquella época en la que la marca era capacidad de distribución e inversión publicitaria sospecho que se ha acabado. Ahora la marca va a reflejar el valor añadido que tú le ofrezcas al cliente”.
Prueba de ello es que ha habido marcas en España que hace cuatro años eran referencia y cuya imagen de marca se ha depreciado y otras que hace siete años no estaban y hoy cuentan con una gran relevancia. “La marca puede ser importante para abrir la primera puerta pero, a partir de ahí, el inversor profesional quiere saber cómo has batido al mercado, con qué volatilidad, cómo estás posicionado, de qué equipo dispones… En España el nivel de profesionalidad y sofisticación de los selectores de fondos es altísimo. Esa profesionalidad ha ido en aumento durante los últimos años. El cliente es inteligente, sofisticado y sabe muy bien lo que quiere. Busca resultados, innovación (hay jugadores que son capaces de generar innovación y se llevan una parte del pastel) y servicio (algo que si no tienes resultados y performance no sirve de nada)”, afirma.
Recuerda, por ejemplo, las tendencias apreciadas en la industria de ETF, donde durante los últimos años los flujos se han concentrado en productos de réplica física. “La realidad es que esto es lo que quiere el cliente. Hay que estar donde está la demanda y se le aporte valor”. En este sentido, la presión en los márgenes que ejercen las estrategias de gestión pasiva es el tercer gran desafío que afronta la industria, lo cual se produce en un momento de aumento de costes para el sector. “Las gestoras ven toda esta complejidad y lo lógico es que el proceso de consolidación continúe. Básicamente, cada jugador tendrá que decidir cómo competir. Algunas se irán por un modelo de negocio muy nicho, de aportar valor en un segmento de mercado muy concreto, y habrá pocos que compitan en todo el rango de soluciones de inversión”.
Para Ojeda, esto último es un importante condicionante para el crecimiento del negocio. “La gama de producto con la que cuentas te condiciona tu crecimiento en función de cómo evoluciona la demanda por tipo de activo. Hay entidades especializadas en una clase de activo concreta en la que, si no existe demanda, tienden a sufrir. Por otro lado, una casa global que ofrezca soluciones de inversión en todo el rango necesita contar con una infraestructura muy importante y mantener un nivel de inversiones muy elevadas. Deutsche Asset & Wealth Management decidió hace muchos años competir en todo el rango y eso nos ha exigido un esfuerzo muy importante porque es muy difícil ser bueno en todo. Si logras generar valor con tus soluciones de inversión consigues tener un negocio estable, pero es un gran reto”.
Cómo lo están viviendo en Deutsche Asset & Wealth Management
Ahora, por ejemplo, estamos en un entorno de alta demanda por fondos multiactivos, donde la gestora ha sabido posicionarse bien con productos como el DWS Invest Concept Kaldemorgen o el DWS Invest Concept Alpha Renten Global. “Es donde estamos compitiendo mejor, por donde estamos ganando cuota de mercado y donde en un futuro cercano aportaremos a nuestros clientes nuevas soluciones de inversión. Esta alta demanda por fondos multiactivos viene por el entorno de mercado actual, en el que la renta fija hay poco que rascar y en renta variable existe un potencial más limitado y, por tanto, lo preferible es dejar más flexibilidad a los gestores para que sean ellos los que busquen oportunidades”. En renta variable, en la firma están percibiendo un traslado de flujos hacia estrategias más conservadoras, como el Deutsche Invest Top Dividend o CROCI.
La gama de fondos CROCI (Cash Return on Capital Invested) responde a una metodología de valoración de empresas que busca identificar discrepancias entre el valor real y el valor de mercado a través del análisis de los flujos de caja de las compañías. Emplea un proceso de valoración económica de las compañías realizando ajustes necesarios en los balances de éstas para calcular un PER económico y eliminar así imprecisiones en la información que pudieran dar lugar a errores a la hora de invertir, y sobre el que la gestora ha construido diferentes estrategias. En lo que respecta a la renta fija, el experto cree que el interés de los inversores seguirá centrándose en estrategias flexibles que permitan al gestor moverse libremente por el mercado global de bonos, sin restricciones por calidad crediticia de los activos ni en términos de duración. En este sentido, el Deutsche Invest Global Bonds es el producto estrella de la casa.
Otro segmento por el que aprecia interés son las estrategias alternativas. “A nivel internacional estamos viendo una demanda enorme de fondos de pensiones hacia fondos de infraestructura. En España la tendencia es más tímida, pero también existe. Esto viene motivado por el actual entorno de mercado y sigue la estela de lo que están haciendo los grandes fondos de pensiones del mundo. En este segmento tratamos de ser innovadores y adaptarnos a las necesidades actuales. Hemos lanzado fondos de infraestructura que están siendo muy bien aceptados”. En la firma también esperan una importante demanda por los UCITS que tengan estrategias muy flexibles gestionados por profesionales de prestigio. La suma de todo ello es lo que le ha permitido a la gestora alcanzar un patrimonio de 12.000 millones en España y Portugal, de los cuales 1.500 millones están en ETF.
En términos generales, en los últimos años en la casa han apreciado un paso importante de la renta fija a productos multiactivos, un paso más tímido de la renta fija a la renta variable y un crecimiento generalizado en el uso de los ETF. “El crecimiento de los ETF está siendo monumental. La industria de gestión pasiva crece a un ritmo anual del 20% y ahí hemos logrado posicionar dos productos, uno sobre el EuroStoxx 50 y otro sobre el DAX, que están en el top 10 por ventas netas a nivel europeo. El uso de los ETF en lugar de los derivados es una tendencia que se está consolidando. Este año nuestros ETF europeos están dando un 0,4% más que los futuros del EuroStoxx 50. Ese es otro punto a favor del ETF. Los flujos se concentran en productos que replican los principales índices, pero el inversor demanda cada vez nuevas soluciones. En este sentido, acabamos de lanzar un producto de small caps que creemos va a generar un gran interés”.
El que los últimos años hayan sido de mercados alcistas ha derivado en un incremento de los niveles de riesgo en las carteras, lo que ha hecho que, en correcciones como las vividas en el verano, los clientes se pregunten si es un alto en el camino o si el mercado se va a dar la vuelta de manera tendencial. “En general, no hemos visto nerviosismo. De hecho, es de las crisis que más nos ha sorprendido por la tranquilidad con la que han reaccionado los inversores. Quizás sea porque cada vez existe mayor formación”. El giro dado por los mercados en el verano no debe ser ninguna excusa para que en España no se pierda de vista el que –según Ojeda- debe ser el gran reto: intentar que en los fondos de pensiones haya mucho más ahorro.
El gran reto para la industria en España
“Hay que hacer que estos productos sean atractivos porque el déficit de ahorro es muy grande. Esto no es algo exclusivo de España. También afecta a Estados Unidos y al resto de países europeos. Es necesario hacer ver a la gente que tiene que ahorrar a largo plazo”. Para el responsable de Deutsche Asset & Wealth Management en Iberia, un fondo de pensiones debería ser evaluado igual que un fondo de inversión. Los fondos de pensiones cuentan con su propia legislación y tienen sentido para canalizar el ahorro para tu pensión. El problema es que faltan incentivo fiscales y de otro tipo para que estos productos dispongan de los volúmenes necesarios. Pero va a llegar. Crecerán, lo que será un acicate para una competencia mucho más potente y menores comisiones de gestión, algo que por otro lado ya ha exigido el regulador”, recuerda Ojeda.