Retos y oportunidades de la industria: estas son las cuestiones más relevantes para el sector

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La Fundación de Estudios Financieros (FEF), que preside Jorge Yzaguirre, ha presentado este miércoles el Documento de Trabajo sobre “Inversión y crecimiento sostenible: retos y oportunidades en la gestión profesional del ahorro”, coordinado por Ernst & Young (EY), en el que se han identificado las cuestiones relevantes para el sector, así como los principales retos y preparación de la industria para abordarlos.

En el acto ha participado Ana de la Cueva, Secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, que ha subrayado la importancia de “tener información disponible para poder tomar mejor las decisiones de inversión”. En ese sentido, De la Cueva ha recordado que el COVID-19 ha generado un problema social sin precedentes y ha acelerado también algunas cuestiones que ya había que abordar con anterioridad.

Entre ellos, ha recordado la urgencia de “adaptarse a las necesidades y requerimientos de los clientes y ofrecer una completa transparencia en la comercialización y la gestión de los productos”. Estos son dos ejes estratégicos que están guiando las prioridades normativas. A nivel internacional, ha citado la normativa de la distribución transfronteriza de fondos y también la sostenibilidad, que cada vez se ha incorporado más a las carteras y donde la normativa europea ha avanzado en los últimos meses.

Mario Delgado, socio de Regulación Financiera de EY España, ha recordado la importancia de una “gestión profesional del ahorro para que se canalice a una gestión eficiente”.  En España, el 80% de la riqueza de las familias está volcada en la inversión inmobiliaria y de su patrimonio financiero, tienen un alto peso en depósitos. “Esto implica una falta de diversificación de la inversión”, ha apuntado Delgado.

En ese sentido, Ángel Martínez Aldama, presidente de Inverco, ha alertado de que “existe una diferencia de patrones con respecto a otros países. Tenemos mucho apego al ahorro inmobiliario y hay que buscar formulas para ello”. En su opinión, la crisis del COVID-19 también deja lecciones aprendidas que podemos trasladar a nuestro sector: “La madurez extraordinaria para mantener sus inversiones. La paciencia tiene premio y quien mantiene sus posiciones a largo plazo ve cumplidos sus objetivos. Por eso es importante el horizonte de largo plazo”, recuerda.

Posibles reformas

Según Aldama, debe haber una “convergencia entre las normas regulatorias para que la industria de gestión de activos se siga desarrollando”. En su opinión, “tener volúmenes altos de inversores institucionales domésticos hace que una industria sea más fuerte y autónoma”. Ofrece datos: si los fondos de pensiones supusieran en torno al 35% del PIB, como ocurre en otros países de la OCDE, pasarían de tener actualmente un 1,5% de la deuda pública emitida al 7%; de igual modo, tendrían el 5% de la renta fija privada emitida por los inversores españoles y pasarían del 0,5% de las acciones al 2,5%. “Esto da mucha más consistencia a los emisores”, justifica.

Es por ello que recomienda hacer un análisis de coste beneficio que tienen las normas que están sobre la mesa y pueden generar a medio y largo plazo si no se calibran adecuadamente. Recuerda el reto de la ESG: “Hay que ir dando pasos en la taxonomía, las normas de nivel uno empiezan a exigirse en marzo y las normas de nivel dos no va a dar tiempo a ser implementadas. Esto no es bueno para las gestoras ni tampoco para los inversores”, critica.

Gestión pasiva, digitalización, entorno de tipos cero… el sector está adaptándose desde hace tiempo. El coronavirus ha puesto de manifiesto una serie de cuestiones que ya venían labrándose desde hace tiempo. Y a las que el sector “ha reaccionado con varias medidas: una bajada de comisiones, digitalización, proceso de adaptación a la normativa europea…”, añade.

En torno al posible cambio de regulación de las sicav por parte de Hacienda, que estudia exigir a todos los accionistas de las sicav una participación mínima de 2.500 euros, Aldama ha subrayado que España “ya tiene una normativa mucho más exigente que la normativa europea”. En cuanto a la reducción de las desgravaciones a planes de pensiones individuales, el experto ha comentado que es necesaria una reforma y la potenciación de la gestión de activos hacia un modelo de capitalización mixto en el sistema de pensiones: “En España tenemos tres pilares pero solo está desarrollado uno. Nos falta potenciar el sistema de empleo, las propuestas para hacerlo son compartidas por el sector pero no debemos desarrollar el segundo pilar a costa del tercero. Hay que dar cualquier opción a los ciudadanos para potenciar su ahorro”, ha rematado.

Es por ello que en el estudio repasan una serie de cambios estructurales a los que tiene que hacer frente el sector: demográfico (por la longevidad de la población), el contexto de bajos tipos de interés, la digitalización y la regulación, entre otros.

Regulación

Por su parte, Víctor Rodríguez Quejido, director General de Estrategia y Asuntos Internacionales de la CNMV, ha explica que esta crisis derivada de la pandemia “está siendo un buen termómetro para comprobar la solidez de la industria de gestión de activos y los retos que tiene por delante”. Desde su punto de vista, “ha puesto a prueba al sector y ha elevado la intensidad regulatoria” pero “la industria de gestión de activos goza de buena salud”.

Uno de los focos ha sido evaluar las herramientas de gestión de la liquidez que están disponibles y en qué medida se usan. “Aquí ha habido una intensificación del debate regulatorio a nivel europeo de cara a la protección del inversor”, expone. Según Rodríguez Quejido, “se echa en falta un nivel superior de información sobre las carteras de los fondos a nivel europeo. La información es muy heterogénea entre las distintas regiones del mundo, en España es muy superior a la mayoría de países de la UE”. Desde la CNMV piensan que el camino adecuado no pasa por rebajar nuestro nivel de reporte sino que lo eleven a nivel global.

También encuentran carencias en el catálogo de herramientas de gestión de la liquidez, especialmente en aquellas que pueden utilizar los supervisores europeos. “Se echa en falta un esfuerzo armonizador”, ha insistido el experto. Con respecto a la preocupación por la posible falta de recursos de las gestoras para hacer frente a posibles reembolsos, opina que este debate parte de una confusión con los productos bancarios. “Un inversor de un fondo debería ser consciente de que está realizando una inversión con riesgo y no es un acreedor bancario. En ello influye mucho la información disponible”, arguye.