Richard Woolnough también está comprando Tesoro español

Richard Woolnough (M&G)
Richard Woolnough (Funds People)

“Estamos bastante más optimistas de lo que hemos estado en mucho tiempo. Las cosas están mucho mejor de lo que mucha gente cree”. Con ese tono positivo se dirigió Richard Woolnough a los inversores en una reciente visita a Madrid. Al gestor del mítico M&G (Lux) Optimal Income el momento actual le recuerda mucho al punto en el que se encontraba el mercado en 2006, cuando recién lanzaron la estrategia del Optimal Income. “La rentabilidad-riesgo en duración está en el mejor punto de lo que ha estado en mucho tiempo. Ahora las tires ofrecen una protección a la baja”, afirma.

Por eso, este fondo con Rating FundsPeople 2023 está neutral en duración actualmente. Un nivel que no tocaba en muchos años ya que el fondo lleva varios ejercicios infraponderado en duración. De hecho, la última vez que estuvieron largos en duración fue en 2007. La cartera también está equilibrada en cuanto a asignación de activos. Un tercio de la cartera está en gubernamentales, otro tercio en corporativos grado de inversión y el último tercio en corporativos high yield.

Y una tercera muestra de ese optimismo con la clase de activos. El M&G (Lux) Optimal Income puede tener hasta un 20% en renta variable si así lo ve necesario el gestor. Y desde luego han utilizado parte de esa flexibilidad en los últimos años, pero actualmente la exposición vía acciones es de cero. “Me es difícil encontrar motivos para tener acciones en la cartera a día de hoy. A las tires actuales los bonos ofrecen un mejor lugar”, defiende.

Comprando deuda gubernamental de Italia y España

Y no solo es que Woolnough no se siente empujado a complementar la cartera con renta variable sino que encuentra valor incluso en deuda no corporativa. Una historia interesante en la cartera es el 3% que tiene en gubernamentales de Italia y España respectivamente. Por ser más específicos, en Tesoro de plazos largos, de 10, 15 y 30 años. Pero lo curioso no es que compre deuda periférica. El equipo gestor tradicionalmente ha comprado gubernamental español o italiano en anteriores picos de incertidumbre y periodos risk off.

“Tendíamos a tener soberanos de España e Italia porque eran posiciones baratas durante momentos de crisis”, cuenta Woolnough. Pero ahora no cree que ninguno de los dos países se encuentre en una crisis. “Ahora estamos comprando gubernamentales periféricos porque creemos que ofrecen un buen valor en comparación con las valoraciones del crédito corporativo”, sentencia. De hecho, el gestor ve a ambos países en una buena posición económica.

Otro movimiento importante en la cartera es la reducción del peso en deuda financiera. Un movimiento iniciado bastante antes del estallido de la crisis en el sector durante marzo. No obstante, Woolnough reconoció el error que supuso tener en cartera un bono AT1 de Credit Suisse, lo que generó al fondo una pérdida de 13 puntos básicos. Dicho esto, el problema con Credit Suisse no echa por tierra toda su tesis con la clase de activos. “La prima que ofrecía a deuda financiera era tan grande que nos ha dado un colchón ante un impago en cartera”, explica.

Difícil ver una recesión

Ese optimismo de Woolnough con el estado de la economía tiene mucho que ver con sus previsiones para la inflación. Un indicador que el gestor destacó durante su conferencia fue el recorrido de la masa monetaria (m2). Durante la pandemia el dinero, medido por m2, aumentó de manera exponencial gracias a la inyección de liquidez de los bancos centrales a nivel global. 18 meses después, ese aumento en la oferta se tradujo en una elevada inflación.

“Si le damos validez a la noción de que demasiada oferta hace que el valor de algo caiga (inflación), entonces también estaremos de acuerdo en que una reducción de la oferta tendrá el efecto contrario, ¿no?”, planteó a los asistentes. Porque es precisamente lo que está pasando con la masa monetaria. El dinero (m2) ha cambiado de tendencia y ya está bajando con fuerza. Por eso Woolnough le da bastante validez al argumento de que la inflación está cayendo y que seguirá haciéndolo los próximos 18 meses.

Y lo que es más importante, que la tendencia ha cambiado sin, por ahora, generar un efecto catastrófico en el crecimiento global. “Si resulta cierto que la inflación es mayoritariamente un fenómeno monetario entonces no necesitamos una recesión para destruir la inflación”, argumenta el gestor. Porque por ahora, Woolnough no detecta señales de preocupación. “La economía global está razonablemente fuerte. Es difícil ver una recesión”, insiste Woolnough.