Riesgos y amenazas a los que se enfrenta la renta fija en 2021

Luise and Nic (Unsplash)

Toda inversión conlleva riesgos y la renta fija no es una excepción. Pese a que los cuatro expertos que participaron en el desayuno patrocinado por Liontrust y moderado por María Folqué, directora de Análisis de FundsPeople, coinciden en señalar que los tipos de interés seguirán bajos y la inflación controlada en 2021, eso no quiere decir que la clase de activo esté libre de peligro. ¿Qué factores podrían amenazar las perspectivas de la renta fija?

La evolución de la pandemia

“El principal factor que puede alterar nuestro escenario central es la evolución de la pandemia, que podría influir en la velocidad de la recuperación”, explica Cristina Gavín, responsable de Renta Fija en Ibercaja Gestión.

“Ahora mismo descontamos una recuperación económica sostenida en la segunda mitad del año, pero podría no ser así. También es posible que las economías se reactiven pero que la recuperación sea más lenta de lo que anticipamos, bien por los daños estructurales provocados por los meses de inactividad o por la falta de confianza de los consumidores, lo que podría lastrar el consumo privado”. Para la experta, esto podría obligar a los gobiernos a seguir emitiendo deuda que, finalmente, el mercado no podría absorber.

El ritmo de las vacunas

Otro factor que preocupa a Albert Hernández, gestor sénior de carteras de renta fija en VidaCaixa, es “la posibilidad de que las campañas de vacunación no avancen al ritmo previsto o la aparición de nuevas cepas del virus que reduzcan la efectividad de las vacunas, ya que cualquier mala noticia relacionada con el COVID-19 podría retrasar la vuelta a la normalidad que el mercado viene anticipando desde noviembre de 2020”.

Sin embargo, una recuperación más rápida de lo previsto también podría tener consecuencias no deseadas, como el aumento de las expectativas de inflación, “sobre todo en EE.UU., teniendo en cuenta la reflación y los estímulos fiscales que se esperan en 2021”. Aun así, el gestor no cree que la inflación alcance un nivel que obligue a la Reserva Federal a aumentar sus tipos de interés antes de tiempo, aunque advierte sobre la posibilidad de un error de política monetaria, el tercer factor de riesgo que podría amenazar su escenario central para 2021.

El mensaje de los bancos centrales

José Maestre, gestor sénior de carteras de renta fija en Bankinter Gestión de Activos, coincide en que la evolución de la pandemia será determinante en los próximos meses. “Lo que ocurra en la segunda mitad del año dependerá de cómo evolucione la primera mitad, con el posible impacto de la tercera ola de la pandemia, y del mensaje que lancen los bancos centrales sobre la posibilidad de empezar a moderar sus compras de activos”.

En este sentido, Maestre recuerda que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha dejado claro que el programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP) es flexible en ambos sentidos: “El mercado daba por hecho que esta flexibilidad implicaba que podía ampliarse todo lo necesario, pero también implica que podría reducirse, y eso ha pillado por sorpresa a algunos participantes del mercado”.

La relación entre EE.UU. y China es otro de los riesgos que tiene en el radar. “Creemos que la rivalidad entre ambos países seguirá siendo intensa y habrá que ver cómo afronta esta relación la nueva Administración Biden”.

Posible aumento de diferenciales en crédito

En cuanto al mercado de crédito, a Cristina Gavín le preocupa que la recuperación económica y el temor a que los bancos centrales reduzcan los estímulos acabe provocando un aumento de diferenciales. “Cualquier cambio de sentimiento podría provocar una ampliación de diferenciales que afectaría a toda la economía pero, sobre todo, a las empresas y sectores más afectados por la paralización económica y los que más dependen de la financiación barata para continuar con su actividad”.

“Los diferenciales de muchos segmentos del mercado de crédito están en mínimos históricos. Las empresas que no salgan de la pandemia reforzadas sufrirán las consecuencias”, añade José Maestre.

Atentos a los mercados emergentes

Por su parte, Phil Milburn, cogestor de carteras de renta fija en Liontrust, cree que en 2021 viviremos un pequeño taper tantrum. “No será como el de 2014, pero dejará al descubierto los puntos débiles del mercado. Aunque los bancos centrales reiterarán que no van a endurecer sus políticas, la expansión cuantitativa (QE) se reducirá drásticamente en términos interanuales, de unos ocho billones a uno o dos. Así que la política monetaria seguirá siendo expansiva, pero a un ritmo mucho menor”.

Esto podría resultar problemático para los mercados emergentes. “A pesar del robusto crecimiento que registra Asia, muchas economías de mercados emergentes dependen de estas políticas expansivas y de un dólar débil. Si se produce un taper tantrum que haga repuntar el dólar y los rendimientos de los bonos, los inversores saldrán de los productos de mayor riesgo para refugiarse en otros de menor riesgo porque, como sabemos, hay mucho dinero a la caza de rendimiento, las políticas monetarias llevan fomentándolo desde hace más de una década”.