Robert Dishner (Neuberger Berman): “Es la recesión más anunciada de todos los tiempos, así que las empresas están preparadas para el peor escenario”

Robert Dishner. Foto cedida (Neuberger Berman).

Cómo cambian las conversaciones con clientes en cuestión de semanas. Hace escasos 15 días el temor de los inversores en renta fija era haberse perdido el rally y la ventana de oportunidad. Ahora, tras el retroceso de los bonos durante febrero, la preocupación vuelve a ser el impacto de la política monetaria en el enfriamiento de la economía. Y es que el contexto macroeconómico actual se encuentra equilibrado sobre una balanza compleja.

En el escenario base que maneja Robert Dishner, gestor de carteras sénior en el equipo de renta fija multisectorial de Neuberger Berman, los tipos de interés van a permanecer altos durante más tiempo. En su opinión, la inflación, si bien ya está en la senda de caída, no lo está haciendo a la velocidad a la que le gustaría a los bancos centrales.Pero, por otro lado, no se puede negar la resiliencia que está mostrando la economía global. Es decir, que a Dishner no le parece pecar de optimismo pensar en un aterrizaje suave de la economía. En una recesión técnica, no necesariamente una nueva crisis como la vivida en 2008 o 2020.

El debate de la recesión y el factor China

¿Qué explica esa fortaleza de la economía a pesar de la velocidad e intensidad de las subidas de tipos? “Al final, pensemos en qué factores desencadenan una recesión: excesos; de inversión y apalancamiento”, plantea el gestor. Dos factores que no detecta de manera generalizada.

Empezando por los excesos de inversión. Generalmente durante una crisis la inversión se frena y hay despidos, explica Dishner. Por ejemplo, como pasó en el sector tecnológico tras la burbuja puntocom. Pero precisamente uno de los motores de la inflación de 2021 fue la escasez de producción de ciertos bienes. Ahora recién se están deshaciendo esos problemas en las cadenas de suministros y aún hay escasez en la mano de obra de ciertos sectores.

En cuanto al apalancamiento, la visión del gestor es que las empresas aprovecharon la facilidad para la financiación en 2021 para fortalecer sus balances. “Es la recesión más anunciada de todos los tiempos, así que las empresas están preparadas para el peor escenario”, detecta.

Una de las piezas más importantes del tablero es la reapertura de China, apunta Dishner. La eliminación de las políticas de covid cero en el país va a abrir las compuertas de una demanda reprimida, como ya pasó en los demás países en 2021 y 2022. “Esto tiene implicaciones para la inflación, pero a la vez genera crecimiento”, subraya el gestor.

La vuelta del cupón en renta fija

Con este telón de fondo que nos dibuja Dishner, toca ahora pensar en qué punto se encuentran las valoraciones. En opinión del gestor, en enero los mercados se volvieron un tanto optimistas. Tras las reuniones de los bancos centrales en febrero y los últimos datos de inflación, esas expectativas se han normalizado de nuevo y han vuelto las preocupaciones por el crecimiento. Lo que tiene más claro el experto es que la volatilidad se va a reducir en comparación con los movimientos que se vivieron en 2022. Es decir, que no ve una repetición de esas subidas de 250-300 puntos básicos que se dio en el Tesoro estadounidense.

“Y eso hace que invertir en renta fija sea más fácil”, defiende. Porque esto se une a la vuelta de una herramienta que los inversores en bonos han echado en falta durante muchos años: el cupón en la deuda de gobierno. “Durante una década la tir de la renta fija ha dependido del movimiento de los precios porque el cupón que ofrecía un bono era mínimo o incluso negativo”, recuerda el gestor. Ahora hay bonos gubernamentales como el Tesoro estadounidense que llega a ofrecer un 4%. Son niveles que no se veían desde antes de la Gran Crisis Financiera y una oportunidad interesante.

En crédito, el gestor ve dos zonas interesantes, dependiendo del perfil de riesgo del cliente. Para los más conservadores, encuentra valor en apostar por calidad y duraciones cortas. Para aquellos con un perfil más arriesgado, en high yield y deuda emergente (en duraciones cortas).