Salmon Mundi Capital: cómo se gestiona la sicav value que tiene un 51% de posiciones cortas

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Nadar a contracorriente. Ese es el objetivo de Salmon Mundi Capital, una sicav que defiende la filosofía del value investing desde un punto de vista diferente al de otros gestores españoles: tiene un 51% de posiciones bajistas en cartera.

La idea, explica Guillermo Nieto, CEO y asesor de esta sociedad, es “comprar activos baratos y a la vez protegernos con las posiciones cortas del riesgo de mercado”. Nieto, que anteriormente había trabajado una década en Interdin como responsable del seguimiento de bancos, aerolíneas y papeleras, previo paso por Chase Manhattan Bank, asesora este vehículo junto a Marta Escribano, cuya trayectoria se había forjado en la mesa de tesorería de Banco Popular e Inversis y en el equipo de renta variable internacional en Interdin.

A día de hoy Salmón Mundi Capital supera ya los 10 millones de euros en patrimonio bajo gestión y tiene 210 inversores. Con una rentabilidad en el año del -2,46% se sitúa en el segundo cuartil de rentabilidad, con una cartera bastante diversificada. Para empezar, la mitad de su cartera (el 51%) está en posiciones bajistas en renta variable, ya que creen que los índices americanos están en zona de burbuja. “La valoración combinada de acciones y bonos está en sus niveles máximos desde el año 1900. Y el S&P 500 cotiza a 2,2 veces beneficios, el nivel más alto de su historia”, explican. También observan riesgo de burbuja inmobiliaria en Australia: “Tiene el mayor nivel de deuda de las familias de los países desarrollados, el 120% sobre el PIB. Además, la valoración de las viviendas está a 6 veces salario, es el mercado anglosajón más caro”, justifican.

Adicionalmente, en torno a un 35% de su cartera está en acciones (posiciones alcistas), donde encuentran especialmente interesantes las rusas, las small caps japonesas y las de algunos sectores ligados a materias primas porque “están muy baratas”. Rusia tiene el PER de 10 años más bajo a nivel global, de 6,4 veces beneficios, y su sector energético está muy deprimido. Mientras, su cartera japonesa cotiza a 0,5 veces Ev/Ebitda.

De hecho, entre las mayores posiciones en cartera, que está compuesta por 30 posiciones, está Tohokushinsha Films, la segunda empresa de publicidad en Japón, controlada por la familia Uemura y con un 12% de cuota de mercado. “Tiene su capitalización bursátil en caja y un inversor activista, Dalton Investmentes, ha entrado en el accionariado”, arguyen. Esperan que Las Olimpiadas de Tokio 2020 impulsen al sector.

Diamond Offshore, compañía de plataformas petrolíferas marítimas, especializada en aguas profundas y controlada por el holding Loews, es otra de sus grandes apuestas: “Tiene la mejor estructura de deuda del sector, sin vencimientos antes del 2023”, concretan. De la petrolera rusa, Lukoil, les gusta que está muy barata, saneada y controlada por Alekperov y Fedun. “El 21% de la producción de hidrocarburos es de barriles de márgenes más elevados. Y tiene un 19% de reservas, muy por encima del resto de la industria”, cuentan.

La parte de energía también tienen exposición al gas a través de Gazprom, el primer producto de gas del mundo: “Está muy infravalorada, a PER 3 veces, hasta 2016 ha generado 11 años consecutivos flujo de caja positivo y volverá a generarlo para 2020”, calculan. Y a fertilizantes a través de Mosaic.

Asimismo, cuentan con exposición al oro a través de dos mineras: Newcrest Mining y Polyus. Pero también a las materias primas agrícolas porque consideran que están muy deprimidas en términos reales y que podría haber problemas en la oferta. En concreto, al arroz, trigo, café y uranio.