Ha propuesto un ERE que podría afectar al cierre de 1.150 oficinas para evitar duplicidades y a unos 3.700 empleos.
Banco Santander ha propuesto a los sindicatos un ERE que podría afectar al cierre de 1.150 oficinas que la entidad acometerá con dos objetivos: evitar duplicidad de la red tras haber adquirido Banco Popular y poder abordar los retos que implica la transformación digital.
De las 1.150 oficinas, 21 corresponden a banca privada, un área de la que ya informó el año pasado se integraría en Banco Santander. Todas las que se verán afectadas son procedentes de Banco Popular, que contaba con 29 oficinas propias de las que salvará únicamente la de Madrid, que permanece por volumen e imagen, y alguna otra plaza importante para el banco.
Asimismo, Popular Banca Privada contaba con unos 90 banqueros, cuya integración en Santander Banca Privada ya se ha producido durante los últimos meses, según confirman desde la propia entidad.
En total, el Expediente de Regulación de Empleo afecta a un total de 3.700 empleados, de una plantilla en España de 32.313 trabajadores, según los datos de su última memoria anual. Lo que supone un 11,4% del total. Al igual que ocurre en el área de banca privada, la entidad tampoco ha dado a conocer qué sucursales cerrará y cuáles no ya que se encuentra inmersa en un mapeo de la situación contractual que mantenían las oficinas de Banco Popular.
Otras dimensiones
Ya en meses anteriores Santander fue dando pasos en la integración. En el mes de marzo, según se notificó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, los 17 fondos que formaban parte de Popular Gestión Privada, la gestora de la banca privada del Banco Popular, pasaron a formar parte ahora de Santander Private Banking Gestión, la gestora de la banca privada del banco presidido por Ana Botín.
De igual modo, 23 sicav procedentes de Popular Gestión Privada, la gestora de banca privada del Banco Popular, pasaron a estar gestionadas ahora por Santander PB Gestión, la gestora de banca privada del banco cántabro.
