Actualmente cuentan con 120 millones en activos líquidos, de los cuales 81 millones están en los vehículos que gestionan y el resto en carteras.
Han pasado más de tres años desde que Sássola Partners diera el salto para convertirse en sociedad gestora de IIC (antes estaba constituida como EAF). Un paso que les permitía vehiculizar a clientes pequeños, pero que no ha cambiado la filosofía que mantienen desde su nacimiento: acercar el modelo de banca privada ofreciendo un servicio cercano, flexible y un asesoramiento global.
Actualmente cuentan con 120 millones en activos líquidos, de los cuales 81 millones están en los vehículos que gestionan y el resto en carteras. Aparte de eso está la parte de ilíquidos.
Su hoja de ruta para 2023 incluye crecer, pero sin perder su esencia: “Nos encantaría llegar a los 200 millones pero no tenemos prisa. Nuestro objetivo es tener clientes fieles, bien atendidos y seguir dando el mismo servicio que venimos ofreciendo hasta ahora”, explican Miguel Irisarri y José María Loinaz, presidente y CIO de la gestora, respectivamente.
Potenciar los alternativos
Su gama de producto está compuesta por tres fondos de fondos perfilados: cauto, moderado y agresivo. Además, ofrecen el plan de pensiones Cartera Equilibrada PP, promovido por Caser Pensiones y asesorado por Sássola Partners; y las carteras gestionadas y asesoradas, para patrimonios mínimos de un millón de euros.
Hace justo dos años que la gestora cambió su programa de actividades para incluir la comercialización de Fondos de Capital Riesgo (FCR) y Sociedades de Capital Riesgo (SCR). A petición de sus propios inversores.De hecho, tiene un acuerdo con la firma Everwood, especializada en Private Equity, para distribuir un fondo que invierte en la construcción de Proyectos Fotovoltaicos y otro de transporte y logística.
Actualmente, mantienen un posicionamiento cauto en sus carteras. Cuentan con una posición media del 30% en renta variable porque consideran que debería haber un ligero retroceso del mercado. En paralelo, han tomado posiciones en deuda subordinada financiera, siempre a través de fondos de inversión.
Su objetivo es identificar a los mejores gestores del mercado y acercarlos a los clientes, siempre desde la independencia total.