Sébastien Page (T.Rowe Price): “Atentos a los datos macroeconómicos sin dejar de diversificar”

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Sébastien Page. Foto cedida (T.Rowe Price).

Mantener la inversión sin dejar de diversificar. Este es el mantra de Sébastien Page, CFA, responsable de Global Multi-Asset y director de Inversiones de T. Rowe Price, a pesar de que el segundo semestre de este año se perfila aún marcado por la incertidumbre. Según el experto, los datos macroeconómicos siguen siendo difíciles de descifrar y la volatilidad se mantendrá elevada en los mercados, sobre todo en el frente de los tipos de interés.

"Si las economías y los mercados son capaces o no de seguir desmintiendo las previsiones más pesimistas en la segunda mitad del año es una cuestión abierta", reconoce Page. "Muchos indicadores económicos emiten señales de alarma, pero las persistentes distorsiones pandémicas hacen difícil distinguir entre el ruido, entre la información útil de los datos sin sentido", prosigue.

De nuevo los tipos y la inflación

T. Rowe Price prevé que los tipos se mantengan en niveles elevados durante más tiempo, mientras que el calendario de un posible futuro recorte del coste del dinero a ambos lados del Atlántico sigue siendo difícil de determinar.  Además, ve dos razones por las que las políticas monetarias seguirán siendo restrictivas. Por un lado, la persistencia de las presiones inflacionistas, tanto subyacentes como en el sector servicios. Por otro, el riesgo de un nuevo shock de los precios de la energía, especialmente en Europa. Según Page, la inflación estadounidense permanecerá estancada en torno al 3%, quizá el 4% durante un tiempo, un nivel dos veces superior al objetivo de la Fed, que volverá a pronunciarse esta semana.

Así pues, el panorama sigue siendo sombrío. Sin embargo, no faltan oportunidades. El experto señala algunos sectores concretos, como las small caps y los bonos de alto rendimiento. Unas valoraciones más descontadas y la debilidad del dólar también podrían hacer atractivos los mercados de renta variable mundiales fuera de EE.UU. “Del mismo modo que la curva de rendimientos positiva hace atractivos los mercados de renta fija mundiales, no sólo los estadounidenses", explica.

Uno también se pregunta, como se ha debatido ampliamente desde principios de año, si es realmente el momento adecuado para volver a mirar a los bonos con interés. Con una curva de rendimientos invertida en EE.UU. (en la que los vencimientos cortos rinden más que los largos), los expertos de T. Rowe Price piden cautela antes de invertir agresivamente en los vencimientos más largos de los bonos estadounidenses.

"Dado que el recorrido alcista de la renta variable puede verse limitado por un entorno económico incierto, las emisiones corporativas mundiales high yield pueden ofrecer mejores rendimientos. De hecho, el aumento de los rendimientos sigue ofreciendo importantes oportunidades en el crédito high yield, que, con tipos en la horquilla del 8-10% y diferenciales cercanos a la media a 10 años, resulta atractivo en cualquier escenario, salvo en el de una grave recesión mundial", afirma el experto. Selectivamente, también cree que hay que favorecer los bonos de mercados emergentes en divisas locales. “De hecho, algunos bancos centrales locales están a punto de recortar los tipos, lo que crea oportunidades de revalorización del capital en esos países”, argumenta.

La renta variable estadounidense, un oso reticente

Por otro lado, está la renta variable que, una vez más, no goza de la mejor salud. Aunque las estimaciones de crecimiento de los beneficios empresariales se han revisado a la baja hasta ahora, Page ve posible que tengan que recortarse aún más en la segunda mitad del año.

No obstante, no faltan las gangas, y T. Rowe Price encuentra la mayoría de ellas en las pequeñas capitalizaciones estadounidenses, que siguen teniendo valoraciones atractivas. "Mientras que el PER del S&P 500 está más cerca de la parte superior de su rango de diez años que de la parte inferior, lo contrario ocurre con el índice S&P 600, uno de los principales índices de referencia de las pequeñas capitalizaciones estadounidenses", señala Page.

También están bajo la lupa del profesional las megacapitalizaciones tecnológicas que se vieron muy afectadas por la venta masiva del año pasado. "Estas han repuntado con fuerza este año, en parte impulsadas por el creciente entusiasmo por aplicaciones de inteligencia artificial como ChatGPT, y seguirán beneficiándose de los avances de la inteligencia artificial".