Entre todo el ruido de mercado y geopolítico, la Chief Global Strategist de Principal AM aporta un mensaje de tranquilidad. “Mientras que no haya una desaceleración severa los inversores van a digerir esta corrección como lo que es, un repricing necesario”, afirma.
Entre todo el ruido de mercado y geopolítico, Seema Shah aporta un mensaje de tranquilidad. “Históricamente nunca hemos visto una recesión provocada por incertidumbre”, recuerda la Chief Global Strategist de Principal AM. La confianza inversora se ha visto impactada por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y demás países, así como algunos datos macro mensuales débiles por parte de Estados Unidos. “Pero es una debilidad que solo se está reflejando en las encuestas de confianza, no en las cifras económicas oficiales”, recuerda la experta.
En su opinión, el verdadero estado de la economía estadounidense es mucho mejor de lo que percibe la población y las empresas. “Mientras que no haya una desaceleración severa que impacte a los hogares y compañías, creo que los inversores van a digerir esta corrección como lo que es, un repricing necesario”, defiende. Porque, a nivel fundamental, no ha habido un motivo de preocupación. “Seguimos creyendo que la economía estadounidense está en buena forma y que estas caídas son una oportunidad. Hay muchos inversores en ese tono, esperando a capturar el mejor punto de entrada. No es como en la crisis de 2008 cuando las caídas reflejaban un pesimismo extremo que paralizaba la economía”, afirma.
Así, Shah mandaría una serie de mensajes al cliente. El primero es que es clave entender lo realmente resiliente que es la economía estadounidense. Tanto desde la perspectiva del balance de los hogares como de las empresas. En segundo lugar, la experta se muestra confiada en la capacidad de la Fed de esquivar una recesión. Y tercero, que las caídas de estos días, superiores al 10%, en realidad son un movimiento bastante normal del mercado. “Lo anormal fueron los años de tipos cero y un mercado alcista imparable”, recuerda.
Los inversores comienzan a mirar hacia Europa
Lo que se está poniendo en duda estos días es la continuidad del excepcionalismo estadounidense. “Hay mucha confusión con cuál es el objetivo final de la nueva Administración. ¿Qué pretenden conseguir y cómo? Sobre todo, la gran pregunta es cuánto dolor están dispuestos a tolerar en la economía para llegar a ese punto final”, interpreta Shah.
En su opinión, el consenso del mercado ha evolucionado. Aunque se sigue confiando en la fortaleza de la economía estadounidense, los inversores se están abriendo a la posibilidad de que los mercados europeos al fin lo hagan mejor de lo esperado. “No se trata de elegir entre uno y otro, sino que ambos mercados ahora tienen cabida en las carteras en comparación con la fuerte sobreponderación de Estados Unidos que reinaba hasta ahora”, explica la experta.
Es un cambio de tono muy revelador el que percibe por parte de los clientes. “Llevamos unos años en los que la sensación que transmitía el inversor americano es: ¿para qué molestarse en mirar fuera de Estados Unidos?”, reconoce. Pero este año ha sido un buen recordatorio de que la diversificación geográfica es importante. Es más, a principios de año las entradas en activos europeos comenzaron como un movimiento táctico. De intentar aprovechar la enorme diferencia en las valoraciones entre Estados Unidos y Europa. “Lo que estamos viendo ahora es un cambio fundamental en el perfil de crecimiento de ambas economías”, explica.
“Lo que no se anticipaba es que, al tener que enfrentarse a los vientos en contra que venían de Estados Unidos, que los distintos gobiernos iban a reaccionar con políticas decisivas”, reconoce. Como resultado, en vez de un deterioro de los fundamentales a nivel global lo que estamos viendo es una mejora. “La tesis a favor de la diversificación ya no solo se basa en las valoraciones atractivas”, concluye Shah. Cita también el caso de China. “En enero Deepseek nos recordó que China sigue estando en la cabeza de la innovación tecnológica”, añade.
¿Más claridad en la segunda mitad?
Aunque Shah no descarta más volatilidad en el corto plazo, sí defiende que en la segunda mitad de año debería empezar a levantarse esa nube de incertidumbre respecto a los aranceles a medida que los países negocien con Estados Unidos. Eso, entonces, debería abrir la puerta para que la Reserva Federal puede bajar tipos una o dos veces en 2025. La experta prevé que la Fed se centre más en el aspecto de cuidar al mercado laboral de su mandato que en el de la inflación. “Las grietas en el empleo comienzan a aparecer, o al menos amenazan con hacerlo, y esto es algo a lo que deben prestar mucha atención”, remarca.
“Además, para la segunda mitad del año se anticipan varias medidas de desregulación, que darían un viento de cola para el capex y el sentimiento empresarial”, recuerda. Eso a su vez anticipa un 2026 fuerte para la economía estadounidense, vaticina la experta. “Estamos en un contexto complejo porque el nuevo gobierno está introduciendo varias nuevas políticas, lo que trae sus respectivos cambios, pero no hay que olvidar que Estados Unidos celebra sus elecciones de medio mandato a finales de 2026, por lo que Trump necesitará una economía saludable para retener su apoyo”, apunta.
Así, Shah cree que aún tenemos un par de meses desafiantes por delante, con el S&P 500 fluctuando de manera volátil dentro de un rango relativamente estable. Luego, una vez que se den algunos anuncios clave por parte del gobierno de EE.UU. que permitan a las empresas tener una visión más clara y comenzar a planificar, es cuando se podría producir esa recuperación.