Siete razones por las que invertir en renta fija con tipos negativos tendría sentido: los gestores españoles teorizan

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Lo que a priori no llegaría a entender un inversor minorista, como es invertir en renta fija con intereses negativos, sí que podría tener sentido en la mente de un inversor profesional en ciertos escenarios y bajo un contexto muy concreto de mercado como el actual. Por eso, tras el ejercicio de reflexión de los gestores internacionales, los gestores españoles hacen gala de razonamientos teóricos y explican por qué invertir con tipos en negativo -no significa que ellos lo hayan hecho- podría llegar a convertirse en una oportunidad o, incluso, en una necesidad.

Primera razón: escenario de deflación prolongada y vuelta a crecimientos económicos negativos

Un escenario de deflación alargado en el tiempo es la primera de las dos razones técnicas que esgrime Javier Alonso, director general de Credit Suisse Gestión. No obstante, ese no es el escenario que maneja la firma de origen suizo.

De hecho, advierte David Ardura, subdirector de Gestión de Gesconsult, además de estar en negativo, “si se mira en términos reales, son más negativos aún teniendo en cuenta que las expectativas de inflación están repuntando”.

Otro motivo sería la vuelta a crecimientos económicos negativos, hipótesis que no está descontando Elena Mur, directora general de Gesbusa.

Segunda razón: grandes bolsas de liquidez de los bancos aparcadas en el BCE

He aquí la segunda razón técnica teorizada por Alonso. Posiblemente, muchas entidades bancarias con voluminosas bolsas de liquidez aparcadas en el BCE con la facilidad de depósito en negativo buscan trasvasar esa liquidez a una inversión a corto plazo al 0% o casi al 0%.

Tercera razón: entorno de tipos a la baja que se acentúa

“El invertir en tipos negativos no quiere decir que la rentabilidad que se va a obtener vaya a ser necesariamente negativa. Esto sólo se produciría en el caso de que se mantuviera el bono hasta vencimiento”, aclara Cristina Gavín, gestora de renta fija en Ibercaja Gestión. Así, si la evolución del mercado acompaña y las rentabilidades siguen cayendo, proyecta la gestora de la firma zaragozana, la venta de este bono posteriormente generaría beneficios para el inversor, quien cree que este es uno de los motivos que lleva a diferente tipología de inversores a invertir con rentabilidades negativas. Es decir, que su visión pase por que el entorno de tipos a la baja se prolongue e, incluso, se acentúe en el futuro.

Cuarta razón: el actual programa de compra de deuda del BCE

Si algo tiene claro Almudena Malo de Molina, analista de Ábaco Capital, es que “la emisión de letras del Tesoro Público a seis meses con rendimientos negativos es consecuencia del programa de compra de deuda del BCE”. Según prevé la analista, esta situación se puede prolongar mientras continúe el QE europeo y exista excesiva liquidez en el mercado. “El caso extremo es el de Alemania, que emite deuda a largo plazo con rendimientos negativos”, subraya. Por tanto, el actual programa de compra de deuda del BCE puede motivar un aumento del precio de los bonos.

Quinta, sexta y séptima razón: replica de índices, repunte importante de tipos y ruptura del euro

Aunque “es cierto que cada vez quedan menos activos donde invertir y, sobre todo, de corto plazo”, por el momento “nos quedan los depósitos bancarios y las letras del Tesoro Público mayores de seis meses”, recuerda Sebastián Redondo, director de Inversiones de Bankia Fondos, para quien “invertir en activos con rentabilidades negativas para un gestor de renta fija no tiene ningún sentido”, excepto varios supuestos.

Porque tenga que invertir al no quedarle más remedio si gestiona un fondo que replica un índice es uno de ellos. Además, hay carteras que por folleto se ven obligadas a llevar a cabo este tipo de inversiones, ya que está limitada la exposición del fondo a cuenta corriente o depósitos, apunta César Ozaeta, responsable de Selección de Fondos de Renta Fija en Abante Asesores.

Si cree que se va a producir un repunte importante de los tipos de interés y que “lo que pierdes hoy, lo recuperarás con creces mañana” es otro de los motivos. También porque prevea que va a producirse una ruptura de la moneda única y que “lo que pierdes por rentabilidad, lo vas más que a compensar con apreciación de la nueva divisa”, enumera Redondo.