¿Siguen siendo válidas las etiquetas investment grade y high yield?

La gestora de Inversión en Santander Private Banking Gestion, Lola Rodríguez, matiza que los casos mencionados anteriormente de bancos de inversión son casos puntuales, “aunque no es descartable que te puedas encontrar con sorpresas, pero si analizas el universo de los impagos, lo normal y habitual  es que cuando se anuncia un default antes se ha pasado por bajadas de rating importantes, que van avisando de que existen problemas en dichas compañías; por lo que no es necesario llegar a una calificación C para tomar una decisión de venta”. 

Destaca que el equipo de selectores del Banco de Santander analiza los fondos ante cualquier noticia de calado que pueda afectar a su evolución y "si observan algo extraño, ponen en revisión el instrumento y a ti, como gestor de carteras, te informan de ello”.

Reconoce, por su parte, Alfonso Sánchez, director de Desarrollo de Negocio en Carmignac, “el éxito comercial de las etiquetas investment grade/ high yield, a pesar de los sonados errores que han cometido y siguen cometiendo, y a pesar de la evolución de sus metodologías”. También reconoce que “el hecho de que estas etiquetas hayan sido asumidas tanto por la industria como por los inversores, justifica que sean utilizadas para establecer categorías de clasificación de fondos”. Sin embargo, hay fondos flexibles que no encajan bien en esas categorías tan rígidas, que en el pasado se han producido “errores gravísimos que asumen las agencias”, las cuales “evolucionan sus metodologías” para controlar riesgos y que, a veces hay “fondos mal clasificados”, pero “el éxito de las etiquetas investments grade/high yield es demostrable y a las gestoras nos facilitan y simplifican mucho la labor”.

Alfonso Sánchez reivindica la labor de los gestores “que realizan un análisis minucioso de cada emisor y de cada activo, al margen del rating, para seleccionar las mejores oportunidades de inversión”. En este sentido, lanza un mensaje de tranquilidad para el inversor europeo, señalando que la regulación está diseñada para minimizar estos riesgos y, en el caso particular del español, el patrimonio está protegido hasta los 100.000 euros por el Fondo de Garantía de Depósitos para inversiones en este producto.

También pone en valor el trabajo del selector de fondos, que no se limita a la elección, sino que analiza “las tripas del fondo”.

También reconoce lo positivo que es tener categorizadas las inversiones, pues da “transparencia” y “ciertamente, a nivel regulatorio, hay que buscar el modo de preservar cierto control para proteger al cliente y que no haya cualquier cosa dentro del producto que luego pueda tener consecuencias negativas”, añade el director de Estrategia de Inversión y Sostenibilidad en CaixaBank Banca Privada. Jorge Velasco menciona también la necesidad de fijar “delgadas líneas”, aunque estas no se pueden estandarizar, sino que son diferentes según los sectores.

Raquel Blázquez, jefa de Gestión de Inversiones de Banca Privada en Ibercaja, recuerda también la “el largo track-record y disponibilidad de un amplio abanico de métricas” de las agencias crediticias “monitorizando países, compañías, sectores…”.

Por otro lado, respecto a la categorización de los fondos, reconoce que para aquellas categorías que son un tanto “difusas” bajo nombres genéricos como renta variable o renta fija global, “es necesario un equipo de selección potente que haga un buen análisis y seguimiento de los fondos ahí incluidos”.