Test de estrés para examinar la fortaleza de los fondos con vencimiento

Augusto
Foto cedida

Los fondos con vencimiento fijo son productos muy arraigados en La Française Asset Management. Desde que en 2001 la entonces LFP lanzase su primer fondo con vencimiento 2006, la entidad ha ido poniendo a disposición de los inversores nuevos productos con el objetivo de satisfacer las demandas de sus clientes. En el caso de España, estos productos están teniendo una especial aceptación entre bancas privadas, que han visto cómo la reinversión en deuda pública española se hace más difícil en los niveles actuales, explica Augusto Martin, director general para Iberia de La Française AM.

Lo que busca la gestora francesa con estos productos es proveer al inversor de una rentabilidad igual o superior al universo sobre el cual se construye el fondo (bien sea convertibles, high yield, deuda con grado de inversión, deuda emergente…) reduciendo de manera sustancial la volatilidad de ese universo. Todo ello a partir de fondos gestionados activamente, con carteras diversificadas y liquidez diaria. “Al inversor le comunicamos mensualmente la rentabilidad mínima que, en condiciones normales, debe esperar a vencimiento. A partir de ahí, el trabajo del gestor es conseguir tanta rentabilidad adicional como le sea posible sin perjudicar su calidad crediticia ”, afirma Martin.

El último producto de este tipo registrado por la entidad en España ha sido el LFP Rendement Global 2018, un fondo que combina una selección diversificada de bonos de alta rentabilidad (mínimo 70% de high yield europeo y americano y máximo 30% de bonos de países emergentes, tanto emisores corporativos como soberanos) con un vencimiento anterior o igual a diciembre de 2018. Este vencimiento conocido de antemano permite calcular y comunicar la rentabilidad implícita de la cartera a la que el inversor podría aspirar si permaneciera hasta el último día del fondo, que en este caso es a cierre del mes de marzo del 5,7%. Para garantizarse que no habrá sorpresas, en la firma han elaborado tres tipos de test de estrés.

Según explica Martín, el primer escenario contempla que las tres mayores posiciones del fondo caen en default durante los primeros años. En ese caso, la rentabilidad anualizada a vencimiento neta de comisión de gestión se reduciría al 2,9%. El segundo escenario supone que los cuatro emisores de mayor riesgo no pagasen. En este caso, la rentabilidad anualizada a vencimiento sería del 3,9%. El tercer test de estrés, el más severo, toma en consideración las tasas de default históricas de los últimos 20 años y calcula las tasas de default medias ponderadas por cada notación de rating en la cartera, estableciendo tres escenarios: desfavorable, medio y favorable con tasas medias ponderadas de default respectivamente del 5,8%, del 3.06% y del 1,8% por año. “Solo en el primer caso la rentabilidad para el cliente final sería ligeramente negativa, con un -0,16%”, asegura. En el segundo, la rentabilidad sería del 2,63% y en el tercero del 4,12%.

Para calcular con total exactitud estos porcentajes, Martin revela que todas las emisiones incluidas en la cartera tienen que estar denominadas en euros. Para la parte de deuda corporativa emergente, en La Française AM han llevado a cabo una monitorización de los grandes emisores de deuda, seleccionando las siete grandes compañías que realizan sus emisiones en euros. Algunas de las compañías incluidas en el radar del equipo gestor son, la mexicana Cemex o la surafricana Sappi Paper. En España, los que han mostrado un mayor interés en esta clase de productos han sido bancas privadas, fondos de fondos y compañías de seguros.

Renta variable china, la otra gran apuesta de La Française AM

En renta variable, una de las grandes apuestas de la firma francesa es el LFP JKC China Value, fondo que el año pasado logró una rentabilidad del 28.23%, lo que le permitió –según Martin- registrar dentro de su categoría el mejor comportamiento en España el año pasado. Pese a la parálisis registrada por la Bolsa china en 2013, este producto cosechó una rentabilidad en el primer trimestre del 10,3% frente a un -4,5% del índice (MSCI China Free). “Tenemos clientes que creen que 2013 va a ser un año difícil para China y prefieren mantenerse fuera de su mercado, pero también hay clientes que creen en el enorme potencial de crecimiento de China y aprovechan las correcciones de mercado para reforzar su posición apoyándose en nuestra filosofía value y el enorme descuento que presenta ese mercado”.

En abril de 2011 el patrimonio era de 30 millones y actualmente alcanza alrededor de 300 millones incluyendo tres mandatos, uno con Russell Investments, otro con Danske Bank y un tercero con una entidad de la península ibérica. A juicio de Martin, el mayor contratiempo que amenaza al mercado chino proviene del mundo desarrollado. “Todo evento que incremente la aversión al riesgo en Occidente tiene un impacto claro en su mercado. Cuando un inversor quiere deshacer posiciones en emergentes, lo primero que vende es Bolsa china, dada su mayor liquidez”. Sin embargo, Martin cree que lo importante es que China camina hacia un crecimiento económico sano, natural, del entorno del 8%. “No esperamos políticas agresivas por parte del nuevo Gobierno. Pekín ha aprendido de experiencias pasadas”.