Thomas Hanson (Aegon AM): “La renta es la aliada más fiable en tiempos de incertidumbre”

Thomas Hanson

El entorno obliga a extremar la prudencia. Con spreads comprimidos, tensiones políticas y señales de desaceleración, el posicionamiento defensivo gana atractivo. Thomas Hanson, director de high yield europeo en Aegon AM, mantiene una postura clara: evitar los excesos de riesgo en un contexto de baja visibilidad.

“Con los diferenciales tan ajustados, cualquier shock, político o macroeconómico, puede provocar un giro brusco”, advierte. Desde principios de 2023, el Aegon High Yield Global Bond Fund, con Rating FundsPeople, ha demostrado su solidez en este entorno, logrando una rentabilidad del 11%, frente al 9% del índice y al 8,5% de sus competidores. “Quien evitó el high yield por miedo a los spreads se perdió una rentabilidad muy atractiva”.

La estrategia se basa en bonos con cupones elevados, duración controlada y análisis fundamental riguroso. No se apuesta por compresión de spreads, sino por la solidez del carry, protegiendo al inversor ante escenarios adversos. “No estamos jugando a que los spreads sigan estrechándose. Al contrario, creemos que tenderán a ampliarse”, resume.

Una estrategia alejada del índice y basada en convicciones

Uno de los rasgos más diferenciales de esta estrategia es su desvinculación total del índice de referencia. Aunque el fondo utiliza como guía el ICE BofAML Global High Yield 2% Constrained, no replica ni su estructura ni sus pesos. “El índice está mal diseñado: pondera por volumen de deuda, no por riesgo de crédito. Eso sobreexpone a los emisores más apalancados”, advierte Hanson.

En lugar de seguir el benchmark, el equipo construye la cartera desde cero, incorporando solo emisiones sólidas, con convicción y peso relevante. “No creemos en posiciones pequeñas para acercarnos al índice. Solo incluimos lo que realmente queremos tener”.

Este enfoque se traduce en un active share superior al 90%, sin sacrificar consistencia ni rentabilidad ajustada al riesgo. El fondo mantiene un information ratio en el decil superior del universo global de high yield.

La cartera oscila entre 100 y 150 emisores, frente a los más de 500 de estrategias más indexadas. “Muchos gestores diluyen su alfa con carteras sobredimensionadas. Nosotros apostamos por las mejores ideas y les damos peso”, afirma Hanson. Esta concentración está gestionada con disciplina, manteniendo una diversificación sectorial y geográfica adecuada.

Por último, la estrategia descarta el uso de derivados estructurales. El 65% reportado en ficha corresponde exclusivamente a coberturas de divisa. “Somos una estrategia limpia. No usamos CDS ni opciones. Apostamos por bonos en efectivo bien seleccionados”, concluye.

Convicción en income y protección frente al downside

El enfoque del fondo es claro: preservar capital y cobrar intereses. “No necesito que la empresa crezca. Solo que devuelva el dinero con intereses”. Por ello, priorizan estructuras sólidas, con garantías reales y posición preferente.

Durante la pandemia, el fondo participó en una emisión de Carnival Cruises al 11,5%, con prioridad sobre activos físicos. “Si quebraba, sabíamos que recuperaríamos el 100%. Acabamos ganando un 40% con esa operación”.

El fondo cuenta con apoyo interno especializado para situaciones complejas. “Hemos tenido muy pocos impagos, muy por debajo del mercado y de la competencia. La clave no es evitar errores, sino gestionarlos activamente”, incide Hanson.

De Reino Unido a emergentes: donde el mercado no mira

La asignación geográfica es otro factor diferencial. El fondo solo tiene un 18% en EE. UU., frente al 66% del índice global. En su lugar, sobrepondera Europa, Reino Unido y mercados emergentes, donde ve mejores oportunidades.

“No es que nos guste más el Reino Unido. Es que los bonos en libras siguen cotizando con descuento desde el Brexit”, explica. La infravaloración estructural de los activos en libras ha generado oportunidades con buena calidad y primas atractivas.

En emergentes, el fondo puede invertir hasta un 20% en deuda en divisa fuerte. Incluye emisores en África (como Helios Towers o Tullo Oil), Turquía y Latinoamérica. “La clave está en identificar buenos créditos con primas excesivas por riesgo país. Si eliges bien, es una fuente muy potente de rentabilidad”, destaca Hanson.

Outlook: income como ancla, sin dejar de lado las oportunidades

Hanson mantiene una visión cautelosa, pero constructiva para los próximos meses. Su foco está en rentas estables, protección frente al riesgo y análisis selectivo. “El high yield sigue siendo atractivo, pero no a cualquier precio”.

Los spreads han pasado de 260 a cerca de 350 puntos básicos. Aun así, el gestor cree que pueden seguir ampliándose si se debilita el soporte técnico. En este contexto, destaca el papel del break-even yield, que mide cuánto pueden ampliarse los diferenciales antes de entrar en pérdidas. “En nuestro caso, el umbral ronda los 300 puntos. Es una protección clave en entornos volátiles”.

El crecimiento del fondo, de 500 millones a más de 4.000 millones, se explica por rotación desde gestores menos competitivos. “El gran flujo neto hacia el asset class aún no ha llegado”, señala. Un ensanchamiento más claro podría actuar como catalizador. “Muchos clientes esperan ese momento. Si hay una corrección clara, el capital llegará”.

Por ahora, la escasez de emisiones ha mantenido los spreads contenidos. “El mercado global de high yield es más pequeño que en 2021, y hay liquidez buscando alternativas. La incógnita es cuánto tiempo más podrá sostenerse esa dinámica”.