¿Tiene que estar preocupado el partícipe de fondos por la quiebra de Thomas Cook?

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La quiebra del touroperador británico Thomas Cook ha sido el punto y final de una crisis que ya empezó hace años para la compañía y que el Brexit y la incertidumbre que lleva asociada no ha hecho otra cosa que amplificar. “Estos problemas coyunturales y más recientes se unieron a otros que la compañía venía arrastrando desde hace tiempo, como el enorme volumen de deuda que acumulaba, la caída de la cotización de la libra (que se ha devaluado un 20% en los últimos cuatro años frente al euro y el dólar), y especialmente, la competencia de las líneas aéreas low cost y las agencias de viaje por Internet, mucho más competitivas que Thomas Cook, gracias a sus costes más ajustados”, afirma Felipe López Galvez, analista de Self Bank

Esta bancarrota no solo ha supuesto dejar a miles de turistas británicos pendientes de una repatriación de la que se hará cargo su gobierno, la pérdida de miles de empleos directa o indirectamente relacionados con la compañía o fuertes minusvalías en el sector turístico español (se calcula que al menos 200 millones de euros), también ha tenido un efecto negativo en los inversores. Entre ellos se encuentran varias gestoras de fondos ya que según los datos de Bloomberg al cierre del pasado viernes, firmas como Invesco,  Hargreaves, Jupiter o Blackrock contaban con participaciones en la compañía británica.

Sin embargo, el hecho de que muchos previeran ya el negro futuro que le aguardaba a la compañía – de hecho, ha lanzado varios profit warning en los últimos meses- había provocado que muchas gestoras optaran por reducir sus posiciones en la compañía. "Desde Jupiter, hemos tenido un contacto activo con la cúpula directiva de Thomas Cook en numerosas ocasiones durante los últimos 18 meses, con el objetivo de expresar nuestra preocupación en relación a los problemas que estaba afrontando la compañía, y de explorar posibles soluciones para recuperar cierto valor para el precio de su acción; la más relevante la venta potencial de la aerolínea. Estas conversaciones no tuvieron los efectos deseados, y por ello decidimos reducir significativamente nuestra posición en la compañía en los últimos meses, hasta alcanzar una muy modesta del 0,15% en la cartera de nuestro fondo (Jupiter UK Growth) en el momento en el que la cotización fue suspendida. Durante todo este periodo, los intereses de nuestros clientes han sido siempre nuestra clara prioridad”, afirman desde Jupiter.

E incluso algunos hedge funds como Sona Asset Management y XAIA Investment GmbH llegaron a tomar posiciones cortas a través del mercado de CDS en la misma, lo que ha acabado por generarles grandes beneficios al quebrar la misma, según Bloomberg.

Pocos fondos y poca ponderación

El daño en el sector de la gestión activos podría considerarse por tanto limitado y lo mismo sucede en el caso de los partícipes de fondos ya que apenas 279 fondos de inversión ( se incluyen también indexados) contaban con posiciones en el turoperador británico, según los últimos datos con los que cuentan en Morningstar Direct. Además, ninguno de ellos es español. Sí contaba con participaciones una sicav española como es Balaguer 98 Sicav, gestionada por Esfera Capital. En concreto, acaba de comunicar a la CNMV un impacto del -3% en su cartera por las posiciones que mantenía en Thomas Cook, que según el último informe remitido al organismo supervisor al cierre del primer semestre, suponía el 0,68% de su cartera.  

De hecho, atendiendo a los datos de Morningstar, no solo es que fueran pocos los fondos que tuvieran a Thomas Cook en cartera sino que además en el caso de los que la tenían las acciones de la compañía pesaban muy poco ya que en todos los casos la ponderación es inferior al 2% y en solo en 11 de los 279 fondos ésta superaba niveles del 1%, lo que minimiza mucho el impacto de dicha quiebra en los bolsillos de los partícipes.