Tres cambios en el posicionamiento del M&G Optimal Income

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Foto cedida

Cambios en el posicionamiento del M&G Optimal Income. A lo largo del año, el gestor de esta estrategia de renta fija flexible de M&G Investments, Richard Woolnough, ha realizado variaciones muy significativas en la cartera, concretamente tres:

1. La primera guarda relación con la duración global del fondo, que aunque actualmente se mantiene igual que a principios de año (en 2,6 años, tres por debajo del índice de referencia), en realidad se ha movido. Antes del Brexit, Woolnough la había reducido a mínimos, para volver a elevarla tras la celebración del referéndum hasta los niveles actuales. Según explica Ana Gil, especialista de inversión del equipo de renta fija de M&G Investments (en la imagen), la razón que les empuja a mantener baja la duración se debe al escaso valor que aprecian en los tipos, tanto por fundamentales como por valoraciones. “En deuda soberana no vemos sentido en invertir a estos niveles. Con casi diez billones de dólares cotizando con rentabilidades negativas seguimos pensando que el potencial de revalorización de la deuda pública es muy limitado. Si tienes un bono que te está dando una rentabilidad por debajo de cero, la liquidez al menos te da la garantía de que recuperas tu principal”, afirma.

Dentro de la duración, también ha habido cambios en la contribución por divisa. En este sentido, han reducido la duración por libra desde los 1,8 años a los -0,2 años. La duración de dólar la han incrementado de 0,6 a 2 y la del euro ha pasado de 0 a 0,8 años. “El motivo por el que hemos reducido la duración en libras es porque los gilts nominales y ligados a la inflación han tenido un año muy bueno, lo que ha llevado al gilt a diez años hasta los 80 puntos básicos. A estos niveles, Woolnough no se siente cómodo comprando duración en deuda pública británica. Es un precio que no está en consonancia con los fundamentales económicos de Inglaterra. El rally de los gilts ha sido artificial y esa desconexión entre valoración y fundamentales es lo que nos ha llevado a reducir exposición en libras. Mantenemos una visión positiva sobre Reino Unido, aunque el Brexit podría generar una ralentización de su economía. Sin embargo, no prevemos cambios significativos en el comercio hasta dentro de tres años, cuando se haya activado el artículo 50 y el Brexit sea una realidad”.

2. El segundo cambio importante realizado en la cartera del M&G Optimal Income ha sido reducir el peso en crédito británico y aumentar la exposición a renta fija corporativa estadounidense. El motivo más importante que hay detrás de este movimiento es la valoración. “Si se hace el ejercicio de comparar los diferenciales a los que cotizan distintas compañías de telecomunicaciones del mismo rating de Estados Unidos, Reino Unido y Europa frente al bono soberano de cada país, se puede observar hasta qué punto el mercado americano es hoy más atractivo. Tomando con referencia un bono con vencimiento a 15 años, el bono de Deutsche Telekom cotiza con 95 puntos básicos sobre el bund, el de British Telecom con 135 y el de AT&T con un diferencial sobre el bono americano de 250 puntos básicos. El estadounidense es el mercado menos distorsionado por la política de los bancos centrales, el más líquido y el que muestra una pendiente más interesante en estos momentos”, afirma Gil. Además, el gestor sigue creyendo que el binomio rentabilidad/riesgo que ofrece el investment grade es más atractivo que el del high yield.

3. El tercer cambio realizado en la cartera del fondo atañe a la renta variable, activo en el que puede invertir hasta un máximo del 20%, aunque la exposición más alta que ha tenido nunca el fondo apenas superó el 12% (verano de 2013). Woolnough se ha vuelto a mostrar positivo en renta variable por primera vez en mucho tiempo. A partir de julio, tras el Brexit, el gestor ha empezado a comprar aprovechando las correcciones del mercado, lo que ha elevado el peso de las acciones en la cartera hasta el 4,9%. “Actualmente, mantenemos en cartera 26 posiciones, principalmente de bolsa americana, inglesa y europea, en este último caso en mayor proporción al ser el mercado que se ha quedado más rezagado y donde las valoraciones son más atractivas. Se trata principalmente de empresas del sector químico, farmacéutico y automovilístico. El universo de renta variable lo tenemos acotado a las posiciones que mantienen en cartera los fondos de renta variable de M&G Investments, que suelen ser en muchos casos blue chips. Woolnough solo recurre a las acciones cuando el flujo de rentas que ofrece una acción es más atractivo que la del bono. Cuando el diferencial entre la rentabilidad por dividendo y la tir del bono es alto, compramos la acción. Cuando es bajo, es más interesante tener el bono”, revela Gil.