Si al oír hablar de los miléniales piensa en un joven recién salido de la universidad que apenas llega a fin de mes, no podría estar más equivocado. La realidad es que la Generación Y, como también se les conoce, se está convirtiendo en un componente cada vez más importante del mercado laboral, grupos políticos y reguladores. Y su manera de consumir, vivir, y pensar rompe con la de generaciones previas. Como bien detectan los gestores del GS Global Millennials Equity Portfolio, las compañías están adaptando sus modelos de negocio a las demandas de los nuevos líderes del poder adquisitivo.
La nueva revolución tecnológica
El GS Global Millennials Equity Portfolio cumple ya cinco años desde su lanzamiento. En estos últimos años la gran apuesta ha estado en el sector tecnológico. Pero para de este fondo de GSAM con Sello FundsPeople 2021 por su calificación de Blockbuster, la revolución del futuro estará fuera de la industria como tal. En su opinión, los próximos cinco años habrá que centrarse en compañías que está disrumpiendo sus sectores con la ayuda de la tecnología.
“El 5G lo cambia todo”, sentencian. Esta quinta generación de la red móvil formará el tejido conectivo que permitirá crear una sociedad futura digital y conectada. Los gestores hablan de un futuro cercano con conceptos como ciudades inteligentes, conducción automatizada, robótica, realidad aumentada y cuidados de salud remotos.
Y es que la expansión del 5G tiene el potencial de trastocar todas las industrias. “Imagínese un médico controlando de forma remota un robot para realizar cirugías en todo el mundo. O un agricultor que usa drones habilitados con 5G para monitorear la temperatura del agua y la sal concentración de fincas. Imagínese conduciendo a un concierto, saliendo por las puertas delanteras y dejando que su automóvil encuentre un lugar para estacionar por sí mismo. O un experiencia de juego inmersiva de Battlefield V en la que interactúa con otros jugadores. Piense en compras holográficas y vacaciones virtuales”, cuentan.
Telemedicina a un clic
Para la generación miléniales, la salud es más que una revisión anual con su médico de cabecera. Según una reciente encuesta de Deloitte, las generaciones más jóvenes buscan activamente el concepto de wellness. Algo físico pero también mental. Y no es una preocupación anual, sino parte de su filosofía diaria. Es una generación que hace más deporte, fuma y bebe menos, y se alimenta mejor. Según datos de Nielsen, los miléniales están dispuestos a pagar una prima por productos libres de azúcares o de gluten. “A medida que aumenta el poder adquisitivo de los millennials, los fabricantes y minoristas que se esfuerzan por satisfacer las necesidades de esta generación pueden aumentar sus probabilidades de éxito”, vaticinan los gestores.
Curiosamente, este fenómeno se da a la par con la reticencia de los millennials a acudir al médico ante problemas de salud. Una paradoja compleja, reconocen los gestores. Y una que podría tener solución gracias a la tecnología. Los millennials están desbaratando el modelo tradicional del sector salud. Un 44% elegiría un proveedor médico si ofreciese servicios de atención digital. Entre los baby boomers esta cifra solo llega al 29%.
Y paradójicamente, el sector salud es una de las industrias menos digitalizadas. ¿Hasta ahora? La adopción de dispositivos portátiles ha ido en aumento. Los relojes inteligentes ahora van más allá de solo contar pasos para rastrear el sueño, verificar los niveles de saturación de oxígeno, monitorear las arritmias, la presión arterial e incluso los niveles de azúcar en la sangre. Estamos en el precipicio de una revolución tecnológica en el sector, adelantan los gestores. “Piense en lentes de contacto que puedan controlar la glucosa en sangre de las lágrimas en los ojos. Piense en la impresión 3D de un corazón o riñón humano. En guantes de realidad virtual para entrenamiento médico inmersivo. O aplicaciones basadas en teléfonos inteligentes que pueden usar un selfie y detectar enfermedades de ictericia al cáncer de páncreas basado en el blanco del ojo”, cuentan.
Exigencias verdes
Para haber entrado al mercado laboral en plena crisis, la generación milenial ha demostrado ser intransigente con sus valores. Algo especialmente evidente en su preocupación por el medioambiente. Y tiene consecuencias directas con su manera de consumir. “Los miléniales están aumentando su uso del transporte público, reciclando más, comprando de manera más sostenible, caminando o en bicicleta con más frecuencia para reducir sus huellas de carbono, deteniendo o limitando sus compras de moda rápida y educándose sobre los aspectos ambientales de las marcas que consumen”, cuentan los gestores.
Y la ola verde no solo está llegando por el lado del consumidor. Las empresas de todo el mundo se están viendo obligadas a adoptar la agenda verde para alcanzar objetivos neutrales en carbono, seguir las regulaciones gubernamentales y disfrutar de subsidios. La gran diferencia es que ya no pueden depender solo de técnicas de ecoblanqueamiento como empaques algo sostenibles o eliminar los adaptadores de carga del envío final. “Tienen que abordar sistemáticamente la causa principal de sus pecado de carbono: el consumo de energía”, apuntan.
Si no, se exponen a perder el favor de sus inversores y clientes por igual. De hecho, ya notamos el impacto en la bolsa. En los últimos años, gestores y fondos de pensiones han hecho la transición económica al salirse de las reservas de combustibles fósiles a empresas que apoyan las fuentes de energía renovables. Así, las acciones de energía limpia se han desligado de los índices de recursos naturales en los últimos años.
